Por Leonor Isabel Antillón Sargent
Mirar al Sur…
En este reciente viaje del Presidente a Brasil, hizo conexiones, visitó a las empresas, la producción de biocombustibles y habló con muchos ricos. Y sacó provecho publicitario. Pero no creo que aprendiera a “mirar al Sur”.
Brasil está bajando los niveles de desigualdad, tiene programas de sostenibilidad para la clase media, que es la que en última instancia mantiene a un país y que crece más, desde abajo, no desde arriba. No la combate ni le ha declarado la guerra, como aquí.
De lo que se está ocupando, y efectivamente es de combatir al crecimiento de la pobreza, está capitalizando el Estado para bien de los ciudadanos, no para bien de los capitales extranjeros, BRASIL NO TIENE TLC CON ESTADOS UNIDOS Y LOS OTROS, no se cree ese cuento. Y por eso progresa a pasos agigantados.
Lula supo utilizar la pobreza y llevarla por la vía del progreso, así está demostrando al mundo que sí se puede lograr igualdad, aunque cueste tiempo, dinero, esfuerzo conjunto y mucha perseverancia.
Ellos saben que sí pueden sembrar alimentos para convertirlos en combustible para los carros, porque tienen mucha tierra, Arias creyó que Costa Rica no necesitaba agricultores y que los ticos podíamos comprar los alimentos afuera. Ahora está utilizando la tierra para “sembrar biocombustibles”, le interesa más alimentar a los carros que a la gente.
Brasil sí piensa en la gente, por eso ha bajado los niveles de discriminación social, ampliando la educación para los marginados, hasta niveles universitarios. Y siguen trabajando, desde el propio gobierno, para sacar a la población de las miserias a las que Brasil ya estaba acostumbrado. Cada vez más se angosta la franja entre ricos y pobres, aunque sea lentamente, pero funciona.
Y sus ciudadanos están más protegidos, más positivos y menos pobres. Allí no se sacrificado la división de Poderes, para abrirle paso a los capitales extranjeros, No, allí se le pone condiciones a los inversionistas de fuera y es el bienestar de la ciudadanía el que priva en Brasil. Hay programas de opinión, prensa crítica y mucha información más fiel que aquí. El gobierno brasileño no ha gastado platales para engañar a los ciudadanos, sino que ha utilizado su poder y dinero para sacar adelante el país. No se agotó en el TLC, esa pesadilla, que ha sido el sueño de Arias, Lula no la aceptó.
Claro, Brasil tiene petróleo y muchos yerros en la historia de su explotación, hoy día Petrobrás, está convirtiéndose una empresa de la élite mundial. La experiencia de Brasil nos ha demostrado, que su éxito, no fue tener petróleo, sino educar a la población a utilizarlo menos; y lo hacía, mientras Estados Unidos explotaba a todo el mundo y ayudaba a convertir el petróleo en un insumo bolsista, para que unos ricos se enriquecieran más, Brasil apostó a alternativas, probó muchas, y aunque la solución no son los biocombustibles, no para todos, en especial para los que no tenemos grandes territorios para explotar y debemos cuidar nuestros recursos naturales, sí estimuló la venta de autos más ecológicos, y hoy la gente depende menos del petróleo, y sigue investigando otras alternativas.
Nosotros también tenemos recursos valiosos, nuestra biodiversidad, nuestros recursos naturales, nuestra posición geográfica, nuestros recursos marinos, nuestra democracia, que va en picada, nuestra gente, cuya educación también va en picada, pero ambas aún se sostienen, podríamos tener un buen plan de explotación turística, sin dañar al ambiente ni a la población, pero estamos perdiendo esa fuente de ingresos.
Podríamos utilizar el dinero de los impuestos al ruedo y a los combustibles, para realmente mejorar carreteras y puentes. Pero en vez de eso, se esfuman los ingresos dirigidos a otras actividades. El aeropuerto nos cuesta un ojo de la cara, y la plata de sus ingresos también se va esfumada.
Podrían aumentar los impuestos a los piques, las exhibiciones de todo lo que gasta combustibles y los carros de lujo.
Podríamos traer carritos solares, o eléctricos a un bajo costo de impuestos, pero los híbridos son carísimos, y sus impuestos altísimos. Tampoco se fomenta la industria solar o eólica, para producir electricidad doméstica. Todo eso tiene muchos impuestos.
También podríamos explotar la cantidad de pasto salvaje que crece en lotes y carreteras, ya los ingleses producen combustibles a partir de esa mala hierba.
Y Brasil sigue premiado, acaba de anunciar el descubrimiento de un nuevo yacimiento, ahora será más tomado en cuenta en el mundo, porque pareciera que tiene la sartén por el mango “y el mango también”.
Arias, fue y vino igual, quiere tener la sartén, el mango y todo nuestro bienestar, para entregarlo a otros. Lástima que no aprendió a mirar ese buen Sur, porque el norte hacia donde nos dirige, nos empobrecerá aún más.
(Diario digital Nuestro País)
Columnista huésped | 10 de Agosto 2008
4 Comentarios
Leonor, un excelente comentario.
Existiendo tantas alternativas, magníficas propuestas, ideas inteligentes, claridad mental en este artículo y de muchas personas, ¿cómo es posible que el autismo gubernamental sea incapaz de escuchar a su pueblo?
Leonor Antillón ofrece muchas luces, evidencia que nuestro norte debe ser el sur y quienes deben escucharla no pueden o no quieren, así el capitán lleva el barco directo al naufragio.
Realmente es una presentaciòn interesante, pero que es lo que realmente fue a buscar don Oscar; tal vez eso nos diga si lo que encontro fue lo que fue a buscar. Una perspectiva interesante y ojalà sea conocida por màs personas y principalmente por los que todavìa no vemos el sur de ese modo.
Doña Leonor, mil gracias por su comentario tan completo e inteligente. Muy enriquecedor. Làstima que los “del Gobierno” sean sordos.