Todos vestían elegantemente, de gris o negro. Sus rostros denotaban la tensión que invadía el salón de la XXIV Sesión Preparatoria de la LVIII Conferencia Internacional sobre la Efectividad del Combate a la Pobreza Mundial. “Sr. Coordinador: en el numeral cuarto de la página 2, párrafo tercero, sugiero que, donde dice ‘la estrategia flexible de apoyo a los Gobiernos’, se lea: ‘la estrategia cuasi flexible’.” Indignada, la representante de Burkina Faso se opuso: “Nuestro Gobierno demanda flexibilidad plena. De lo contrario, el bloque de países africanos reconsiderará su participación en el proceso”.
Un profundo silencio se apoderó del salón. La largamente temida batalla por la flexibilidad había explotado, no cabía la menor duda. El delegado del Banco Transnacional del Desarrollo (BTD) intervino prestamente y, con el acuerdo tácito de la representante del Banco Planetario de la Reconstrucción (BPR), propuso: “Tan importante asunto, que atañe a la coordinación interagencial, puede ser tratado en la próxima sesión preparatoria, la que propongo se celebre en París. Mientras tanto, aprobemos la declaración tal como está”.
El alivio general fue inmediato. La brillante y oportuna intervención del BTD había salvado el evento. A nadie se le escaparon dos puntos: primero, que si los bancos que dan préstamos y ayudas dicen que no, pues mejor no; y segundo, que París es un lugar inmejorable donde tener una conferencia. Hízose la calma, la que a poco se vio sorprendentemente interrumpida por el inquieto delegado de Costa Rica:
“Nuestro Gobierno expresa reservas. París es muy caro para los viáticos que nos aprueba la Contraloría de la República”. Con agilidad, el del BTD replicó: “Que nadie se preocupe, pagaremos la estadía y tiquetes de avión de cuatro delegados por país”.
Así fue como, ante el beneplácito de todos, concluyó la XXIV Sesión Preparatoria. La declaración final llamando a combatir urgentemente la pobreza mundial fue aprobada por unanimidad, lo mismo que la recomendación de seguir discutiendo el tema en la XXV Sesión Preparatoria a celebrarse en París. Varguitas (el de Costa Rica) aprovechó el último día para ir de compras y pensar sobre cómo convencer a su ministro para que nombraran a Mary, su esposa, delegada en París, un marco perfecto para celebrar los veinte años de matrimonio. Mientras tanto, Steve (el del BTD) se sentó a redactar el memo DFW-01-BTD pidiendo $10 millones más para financiar la Sesión Preparatoria XXV. Escribió: “Es un triunfo para el Banco que el próximo evento vaya a ser tan concurrido. Nuestro mensaje sobre la necesidad de ser más eficaces en la lucha contra la pobreza está calando hondo”.
(La Nación)
Jorge Vargas Cullel | 13 de Marzo 2008
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