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Se marchita la autoridad moral de Costa Rica

Columnista huésped | 31 de Enero 2008

• Carta del ex Presidente de la República, don Luis Alberto Monge, al director de Extra Noticias canal 42, don Richard Molina

Lauderhill, Florida, 28 enero 2008

Distinguido Señor Director: Expreso a usted cordial y patriótica felicitación por su claro y valiente “Comentario Editorial” en la edición nocturna de Extra Noticias Canal 42, del jueves 24 de enero.

Cuando escuchamos un periodista de sus atributos morales, comprobamos que todavía nos quedan reservas cívicas que renuevan la esperanza – sin duda maltrecha en los tiempos que vivimos – de que Costa Rica vuelva un día a los caminos que le dieron gloria y prestigio por su política exterior siempre comprometida con la causa de la libertad y la democracia.

Comprendemos – aunque no lo aceptemos – que potencias políticas y militares hagan a un lado los principios para defender intereses meramente económicos y comerciales. Pero la pequeña Costa Rica, desde el grandioso primer Jefe de Estado, el maestro de escuela Juan Mora Fernández, se dio el lujo de singularidades positivas en varias áreas de su evolución histórica. Estuvimos abiertos a las relaciones comerciales y culturales con todos los pueblos del Planeta Tierra, cualquiera que fuera la ideología de sus gobernantes. Pero nunca aceptamos que para tener relaciones diplomáticas, se nos impusiera el atropello a sacrosantos principios. Cito algunos: defensa de la libertad y la democracia y permanente solidaridad con los pueblos que luchan por preservar su libertad y su democracia y con los pueblos que luchan por alcanzar la libertad que les niegan los despotismos de derecha y de izquierda.

Don Richard, Dios quiera que ambos no tengamos que repetir la frase de Simón Bolívar – tan manoseado en los últimos tiempos en su propia Patria – cuando dijo lleno de tristeza: “He arado en el mar.”

He denunciado que el régimen de los hermanos Arias y el diario La Nación, inauguró la estrategia del “secretismo” y las columnas de humo para sus políticas y para sus decisiones. Más aún, acostumbra ocultar las verdaderas motivaciones para tales políticas y decisiones y hasta mentir y dar falsas razones. Sin embargo, por lo menos en el caso de la “pateadura” al gobierno y al pueblo de Taiwán para establecer relaciones diplomáticas con la China comunista, algo ha trascendido de las razones puramente mercantilistas de ese cambalache de Taipei por Peking. Resta por saber si aparte de las cifras ahora conocidas y supuestamente dirigidas a programas de beneficio a Costa Rica, hay chorros de dólares fluyendo por cauces ocultos hacia otros destinos. Y también, como usted lo plantea, Don Richard, nos preguntamos si las razones mercantilistas de esta voltereta política, “…beneficia algunos tagarotes para perjudicar la imagen de nuestra Patria.” Tanto en este como en otros casos, Dios conoce la verdad y cuando se compadezca de nuestro pueblo, se la hará conocer…

Una minoría en Costa Rica simpatiza con los regímenes comunistas de China y Cuba. En consonancia con nuestras tradiciones y nuestra cultura democrática, no compartimos sus ideas, pero las respetamos. Soy amigo de algunos de sus dirigentes. Si dentro del nuevo marco creado por el régimen de los hermanos Arias y el diario La Nación, esa minoría invita una delegación del Partido Comunista Chino, no nos habría sorprendido. Lo que sí arremete contra los sentimientos de nuestro pueblo es una invitación al Partido Comunista dominante a sangre y fuego en China, por un gobierno – aunque sea de facto – de la democrática Costa Rica. ¿Invitaría el gobierno de facto de Costa Rica a los que luchan y sufren por la democracia en China y Cuba? No existen afinidades entre todas las otras corrientes políticas costarricenses y el Partido Comunista Chino.

Su “Comentario Editorial” provoca en mi mente de viejo luchador muchas reflexiones. Pero hay que dejarlas para otra ocasión. Me conformo con enviarle mis siguientes artículos recientes: “Nuestra Misión Siempre Estuvo en Jerusalén” del 24 de agosto de 2006, “El Cambalache de Taipei por Peking” del 17 de junio de 2007 y “Poderoso Caballero es Don Dinero” del 15 de setiembre de 2007. Encontrará coincidencias con su pensamiento.

Este mensaje es también de agradecimiento a nombre de un pueblo angustiado y sin voz. Y me despido con la frase final de mi discurso en la cena que me ofreció el Rey Juan Carlos en junio de 1985: “No podemos ser potencia política. No podemos ser potencia económica. No podemos ser potencia diplomática. No podemos, ni queremos, ser potencia militar. Pero sí aspiramos a ser potencia moral.” Esta única y grande aspiración, con raíces profundas en nuestra historia, ha sido marchitada.

¿SOMOS O NO SOMOS? CHINA O CUBA NO SON LO MISMO

Por Richard Molina

Es extraño como la política vuelve amigos a aquellos que en algún momento discreparon en todo. Un ejemplo, la nueva relación del gobierno tico con las autoridades comunistas, con visita incluida de miembros del Partido Comunista Chino a Casa Presidencial. Ejemplo de que los tiempos cambian. A veces uno no entiende cómo se miden las cosas. Si Cuba es comunista, y China también, cuál es la diferencia entre los dos regímenes. Es imposible olvidar la masacre de estudiantes de Tianamen, en la plaza roja China. Acusados en reiteradas ocasiones de violar los derechos humanos, los ciudadanos de ese país no tienen derecho a decir pío. Sin embargo, el mundo entero, apadrinados por Estados Unidos, cambió su forma de ver a los Chinos por el fenómeno económico, no hay otra explicación, los números hablan por sí solos. 1300 millones de habitantes, equivalente a igual cantidad de consumidores.

En la teoría, los dos partidos comunistas son idénticos. No existen elecciones democráticas, no existen partidos de oposición, los más pintados opositores están presos. La diferencia nace en el mito de que en China existen 100 millones de multimillonarios, capaces de controlar el dinero por medio del poder político, simulado en ideología, mientras en Cuba todo es por cabezonada de Fidel Castro. Lo cierto es que estamos en presencia de un doble discurso, peligroso cuando nace de la mente de un Premio Nóbel de la Paz. No digo que seamos tontos, la verdad el mundo entero cambio a una velocidad increíble, pero la congruencia es evidencia de buen gobierno.

Don Oscar y su Canciller votan en contra de Cuba en Naciones Unidas. ¿Cuál es la diferencia con China? Muestra ya dio el Gobierno, que les parece la negociación secreta con nuestros nuevos amigos para colocación de títulos o bonos del Estado costarricense en manos de los orientales.

La verdad, como ciudadano, espero aclarar qué quiere el señor Presidente de su relación con los chinos, y qué no quiere, pues podría ser que ellos tengan otras intenciones ideológicas.

Seamos sinceros, éramos amigos a morir de los taiwaneses, solo por la gran ayuda económica brindada. Después apareció China y ahora queremos hablar mandarín, cantones e incluso rebautizar Plaza de Tiananmen a la Plaza de la Cultura. Aquí juega la máxima de “Muerto el rey, viva el rey”. No olvidemos que ellos no permiten libertad de expresión, ni libertad de culto, ni libertad de partidos políticos, ni libertad de nada.

O será que pretenderemos olvidar la posible influencia de los chinos en América Latina. Si, es cierto, ellos abrieron sus puertas al mundo, ejemplo los próximos juegos olímpicos, mas no podemos olvidar cuáles son sus verdaderas intenciones. China nunca ha dicho que cambiará de pensamiento político. Ahora Estados Unidos pasa momentos económicos malos, la recesión los golpea y buscar mercados alternativos es una magnífica opción, igual que venderle el alma al diablo, uno debe saber cuál es el precio por pagar.

Si nos llamamos independientes, tendríamos que ser congruentes, es decir, si este tiene un pensamiento que no comparto, con aquel sucede igual. China y Cuba son idénticas, ninguna cambiará su pensamiento, ellas están convencidas de que su forma de gobierno es la mejor.

Me disculpo si estoy equivocado, ojalá sea un jetón y no un profeta, no quiero imaginar influencia del Partido Comunista Chino en agrupaciones políticas costarricenses. No existen almuerzos gratis. Los entendidos en la materia dicen que eran catorce y ahora son 13 los amigos de Taiwán, después de la salida de Costa Rica del club de amistades. En realidad, la estrategia China es aislar a la Isla diplomáticamente para reclamarla por la fuerza si llega a ser necesario. Una cosa jodida, pues Taiwán tiene arsenal para defenderse. ¿Y no qué Costa Rica era neutral?

Costarricenses, en el pasado muchos políticos nunca nos dijeron la verdad. Con el cuento de que somos un país domesticado nos tenían rodados. Al menos tenemos derecho a saber el pensamiento del Señor Presidente, ser claros, para no después reclamar por tortas evitables. No creo que ninguno de nosotros se oponga al crecimiento económico, ni a la prosperidad, si nos oponemos a la mentira disfrazada, para hacer negocios a oscuras, donde se beneficia algunos tagarotes para perjudicar la imagen de nuestra patria.

Si bien somos una nación pobre en dinero, no somos ignorantes, sino gente humilde, con buen corazón, capaz de entender y caminar por el sendero correcto. Cómo dicen, por las buenas hasta donde quiere; por las malas, me bajo en la esquina.

(Editorial de Extra Noticias Canal 42, jueves 24 de enero)

Columnista huésped | 31 de Enero 2008

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