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Crisis económica de EE.UU.: ¿y dónde está la “postopía” costarricense?

Columnista huésped | 26 de Enero 2008

Por Bernardo Aguilar González, profesor de Economía y Estudios Lationoamericanos Prescott College, Arizona

La bolsa de Nueva York registra caídas históricas. Citibank, JP Morgan y Merryl Lynch anuncian pérdidas históricas en el último trimestre de 2007, producto de la crisis del mercado de bienes raíces de Estados Unidos. Los indicadores de consumo al detalle de los últimos meses del año pasado resultan decepcionantes también. Todo apunta hacia una recesión de la economía norteamericana.

Al mismo tiempo, la economía estadounidense registra al final de 2007 la inflación más alta desde 1990 (arriba del 4%). Los indicadores de empleo decepcionan. El asunto se complica aún más cuando se observa que las perspectivas de reducción de la inflación dependen en buena medida en la estabilización de los precios del petróleo. No en balde la divisa de Estados Unidos se deteriora en los términos de intercambio con otras divisas internacionales. El escenario es, pues, de estagflación (recesión e inflación).

Fue este fenómeno el que hace tres décadas en gran parte motivó el abandono de las teorías keynesianas (de estado intervencionista) y la popularidad de las teorías económicas neoliberales (privatización, libre mercado, a ultranza). Los analistas económicos hoy día coinciden en la insuficiencia de las herramientas de política monetaria (típicas de los gobiernos neoliberales) para resolver el problema en que está la economía norteamericana. Es previsible, sobre todo con vista en la campaña electoral presente (donde la inestabilidad de la economía se ha convertido en el tema principal), un cambio de rumbo significativo en el modelo económico de Estados Unidos donde las fuerzas del mercado jugarán un papel diferente, mucho más regulada y con una estructura fiscal más redistributiva. Señal de ello, la solución (respaldada por republicanos y demócratas) que se propone a corto plazo para mitigar la crisis, consisten en un paquete de “ayuda” a los habitantes de este país en forma de cheques del Gobierno para aumentar el consumo. La vieja estrategia del gasto estatal.

Europa mira la diferencia económica con Estados Unidos con interés. La caída del dólar hace atractiva la opción de llevar manufactura calificada europea a las tierras estadounidenses para aprovechar los costos comparativos en salarios. Sin embargo, aún la poderosa economía europea sufre ante las perspectivas del menor consumo estadounidense. Las bolsas europeas lo demostraron así estos días.

Para nosotros, los costarricenses, estos eventos requieren de mucha atención. La economía de nuestro mayor socio comercial se está yendo a pique. Se trata del país que envía más turistas a Costa Rica cada año. Esta es la misma economía a la que nos integramos profundamente con el TLC. El problema es que, como lo dijo el presidente Arias, nuestras relaciones de interdependencia con Estados Unidos son totalmente esenciales y asimétricas.

El inicio del año nos encuentra en un ambiente donde el triunfalismo económico ha sido lanzado como campanas al viento por la máquina informativa del gobierno de Costa Rica. A medida que la crisis económica de Estados Unidos ha avanzado, los medios al servicio del marketing de la casa presidencial se han expresado con cierta cautela. Sin embargo, conforme las críticas noticias se siguen dando, nos continúan queriendo embriagar con anuncios sobre las estadísticas del año pasado. ¿Nos quieren decir que estas estadísticas demuestran que podemos resistir una eventual crisis? Curiosamente, George W. Bush decía algo parecido hace menos de un año.

Ya es hora de que los costarricenses oigamos cómo nuestro Gobierno pretende afrontar los efectos de la potencial crisis que se nos viene encima en una forma que vaya más allá de la retórica abstracta de los tecnócratas neoliberales. Necesitamos una voz realista que vaya más allá de los triunfalismos de la diversificación de socios comerciales con otras economías que son tanto o más dependientes de la economía de Estados Unidos que nosotros (China y Colombia incluidas) y que nos presente una visión para la realidad que viene después (postopía) de la era neoliberal. ¿Qué hacemos si la gallina de los huevos de oro, y todos sus pollitos, se nos enferman, don Óscar? ¿Nos quedamos en el mismo gallinero o comenzamos a alzar la cabeza?

(La Prensa Libre)

Columnista huésped | 26 de Enero 2008

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