• 8 de diciembre de 1937 – 8 de diciembre de 2007
Por Ronny Pizarro Méndez
Esta tierra, era como otro país. Totalmente aislado. No contaba con más vías de comunicación que sus ríos, entonces caudalosos y con caminos polvorientos en el verano convertidos en fango en el invierno.
De ese entorno doloroso, abandonado por 113 años desde que se anexó a Costa Rica, nació en el pueblo de Palmira, el 23 de agosto de 1909, el doctor Francisco Vargas Vargas.
En 1914, ingresa como oyente al primer grado de la Escuela de Palmira. Su primera mentora fue Mariquita Bonilla de Masís, quien invita a la escuela al visitador de escuelas del cantón de Carrillo, profesor Ramón Leiva Cubillo. El educador, muchos años después, en el parque de mi natal Filadelfia, me comentó que fue tan grande su satisfacción conversar con el niño Francisco, que de inmediato se trasladó a la casa de su padre, don Pancho Vargas, para instarle muy respetuosamente que le proporcionara la mayor atención al genio y fogosidad de aquel niño. Su padre lo matricula al tercer grado de la Escuela Juan Rafael Mora en la capital, pero fue promovido a sexto grado por su gran capacidad. En sexto grado ya escribe artículos en La Prensa Libre en los que plantea ideales que mantuvo siempre. Concluidos sus estudios primarios, ingresó al Liceo de Costa Rica en el que, con sobresalientes notas, origina envidias calificándosele de desequilibrado mental, lo que motivó su ingreso al tercer año en el Instituto de Alajuela en el que, con un golpe sorpresivo con exámenes escritos y orales con las calificaciones más altas, conquistó el título de Bachiller en Ciencias y Letras. Sus ideales y sus luchas juveniles las publica en el Diario de Costa Rica, La Nueva Prensa, El Mundo, La Tribuna y El Correo Nacional.
En mayo de 1929 salió de puerto Limón rumbo a Francia. Se educó en la Universidad de París y regresó graduado Médico y Cirujano en 1934 con una sólida formación médica, y también con una elevada cultura humanista. A su regreso de Europa, encontró a su provincia más abandonada que cuando había partido a París. Estas circunstancias lo indignaron e inspiraron para llevar a cabo el movimiento cívico, cultural y político más sublime de la historia de Guanacaste y, para ello, se rodeó de grandes maestros como Marcelino García Canales, Adán Guevara Centeno, Agustín Rodríguez González, Pedro Arauz Aguilar, Oscar Ruiz Centeno, el telegrafista Liborio Flores y obreros como Francisco Caravaca. Así nació el Partido Confraternidad Guanacasteca, y fueron estas las causas por las que el 8 de diciembre de 1937, hoy, hace setenta años, millares de guanacastecos marcharon a pie, a caballo y en carreta, hoyando por primera vez los callejones polvorientos y se dirigieron hacia un histórico y anchuroso lugar situado en el corazón de la pampa, Llano Grande de Liberia.
El grito de Vargas, el grito de Viva Vargas aquel 8 de diciembre de 1937 y arresto arbitrario e infame ordenado por el Presidente de entonces Lic. León Cortés Castro, constituyen la verdadera incorporación de Guanacaste a nuestro querida Costa Rica. Este lugar es una referencia histórica; es un monumento vivo que recuerda la grandeza de nuestro doloroso pasado, convertido hoy, ese lugar, en el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber.
En las elecciones de medio período del Congreso Constitucional efectuadas en febrero de 1938, el Partido Confraternidad Guanacasteca propuso una papeleta de lujo que la encabezó el Dr. Vargas y le seguían en la lista de candidatos Dr. Lisímaco Leiva Cubillo, Don Hernán Vargas Castro y el Prof. Adán Guevara Centeno; todos pudieron haber salido electos, pero fue tan escandaloso el fraude electoral que, no obstante el porcentaje elevadísimo a favor de esa papeleta, únicamente salió electo el primero de ellos. Esto mismo ocurrió en las elecciones de medio período en febrero de 1942. El Partido Confraternidad Guanacasteca lo designó como diputado a la Asamblea Nacional Constituyente de 1949 en la que tuvo una destacada labor. El 25 de julio de 1974, con ocasión del 150 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya al Estado Libre de Costa Rica, todas las municipalidades de Guanacaste, Upala, Los Chiles y la de San José, junto con el Colegio de Médicos y Cirujanos y la Asociación Nacional de Educadores, lo declararon hijo ilustre de la provincia de Guanacaste, pergamino que le entregó personalmente el Presidente de la República Lic. Daniel Oduber Quirós, ese mismo día, en la ciudad de Nicoya con la presencia del Consejo de Gobierno, Diputados a la Asamblea Legislativa y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. El 3 de enero de 1995, todas las municipalidades de Guanacaste y el Colegio de Médicos y Cirujanos lo declaran Apóstol de la Provincia de Guanacaste por sus luchas en el campo médico, cívico y político. El Dr. Vargas falleció el 14 de mayo de 1995, dejando un profundo dolor en su pueblo que le amaba, admiraba y recordaba como un extraordinario médico y un político que predicó con el ejemplo, y quien sentenciaba siempre: “la política sin moral no es política, la medicina sin moral no es medicina”.
La Asamblea Legislativa en enero del 2002 por unanimidad de votos le otorgó el máximo honor que un pueblo le otorga a sus hijos, el de Benemérito de la Patria.
(Diario Extra)
Columnista huésped | 8 de Diciembre 2007
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