Hay un libro que es un viaje por la conciencia y al inconsciente. Hermann Broch, el autor mismo, lo compara con una traves�a por regiones profundas del interior de la tierra.
Imagen enga�osa: la profundidad puede estar tambi�n en el cielo.
Pero el cielo no se refiere a ning�n para�so: se trata de un libro absolutamente precristiano. �C�mo no, si habla Virgilio?
Hermann Broch, austriaco y contempor�neo de Freud, fil�sofo, matem�tico, sic�logo y escritor, explora en La muerte de Virgilio, un soliloquio de quinientas y resto de p�ginas publicado en espa�ol por Alianza Editorial.
Tambi�n el estado de la vida al borde de la muerte, o de la muerte al borde de la vida, como una cinta de Mo�bius.
Obra de arquitectura po�tica, expone las ra�ces del mundo patriarcal o m�s bien protopatriarcal.
Por eso el leit motif del descenso a los infiernos es la met�fora recurrente de Orfeo y Eur�dice.
El lector que conoce a Freud no puede dejar de encontrar aqu� una conexi�n con el mito que este propone para explicar el origen del patriarcado: el alzamiento de los hermanos para matar f�sicamente al padre de la horda y en su lugar poner la ley –abstracta– que instaura el tab� del incesto y la circulaci�n de las mujeres.
Dice Virgilio-Broch:
El recuerdo del amor hab�a obligado con su fuerza a Orfeo a entrar en la profundidad del Hades…. �l en cambio, sin amor desde el principio, incapaz de enviar por delante la memoria… no hab�a alcanzado ni siquiera las primeras profundidades de Vulcano dominador de los metales.
Cu�nto menos, pues, las regiones de los padres que fundaron la ley, cu�nto menos, pues, las profundidades m�s hondas de la nada que procrea el mundo y el recuerdo y la salvaci�n; se hab�a quedado en el p�treo vac�o de la superficie. �Cu�ntos de nosotros, en este suced�neo epid�rmico de vida que es la sociedad de consumo, creyendo vivir nos quedamos en el p�treo vac�o de la superficie?
(El Financiero)
Anacristina Rossi | 6 de Noviembre 2007
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