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El �rbol podrido

Flora Fernández | 4 de Noviembre 2007

Bajo un �rbol podrido no hay luz y su sombra no acoge.

Desde hace muchos a�os los pol�ticos en Costa Rica parecieran empe�ados en acapararlo todo, comenzando por las instituciones y no dejar entrar la luz y el aire que ahuyentan las alima�as.

Un �rbol podrido no tiene vida, se ve mustio, lleno de hongos y de par�sitos que lo carcomen.

Los tres poderes de la rep�blica han sido minados y de paso han quebrado la institucionalidad. Unos pocos llegan a servirse y no sirven para nada. Como par�sitos succionan todos los recursos durante su paso y al pensionarse a la edad que ellos mismos fijan, siguen explot�ndonos con lujosas pensiones para las que no contribuyeron ni las merecen.

El �rbol podrido no afecta al resto del bosque.

Mientras el pa�s tiene reservas morales de sobra, unas cuantas c�pulas podridas en la iglesia, el gobierno, las c�maras empresariales y a algunos sindicatos hacen creer que todo est� perdido. No es cierto, la gente nuestra no est� podrida; hay trabajadores honestos, cientos de curas y pastores maravillosos, empresarios serios y correctos, funcionarios p�blicos dedicados. Los comit�s patri�ticos demostraron gran capacidad para comunicar e informar a sus vecinos sobre el TLC de manera sencilla y creativa.

Ni las aves ni las mariposas llegan al �rbol podrido.

No es de extra�arse que el abstencionismo siga aumentando luego de comprobar los abusos que se dieron en el pasado refer�ndum, donde el pusil�nime Tribunal Electoral –que de “Supremo” no tiene nada- prefiri� ceder ante el amo y de paso herir gravemente nuestra democracia. Se hizo la vista gorda ante el m�s vergonzoso y avasallador fraude. Neg� las garant�as electorales m�nimas. Esa peligrosa posici�n podr�a llevarnos de vuelta al a�o 1947.

El �rbol podrido no puede dar buenos frutos.

�Gan� el s�? El Tribunal Electoral se apresur� a decir que 51% de los electores votaron a favor del TLC, �cu�ntos lo hicieron en absoluta libertad? Si no lo hicieron �c�mo se llama ese delito? �Cuantos recibieron dinero por el voto? �Qu� tipo de informaci�n ofrecieron los medios de prensa masivos a los y las ciudadanas para decidir? �A qui�n sirvieron los canales y estaciones de radio estatales que el pueblo sostiene? Ten�an que ganar a como diera lugar… y lo lograron sacrificaran lo m�s preciado del pa�s: la democracia y se aprovecharon de la gente m�s humilde y sencilla. No los alimentaron con informaci�n ni los educaron c�vicamente. A cambio de monedas, veneno y amenazas entregaron el voto.

En el �rbol podrido hasta las ra�ces est�n da�adas.

La corrupci�n se ha arraigado a tal extremo y es tan profunda, que s�lo arrancando de ra�z a quienes han causado la debacle, se puede sanear el pa�s. No es la institucionalidad la que est� podrida, son tan s�lo unas 50 personas las que est�n causando el problema y deber�an irse: 3 del Tribunal Electoral, 5 de la Sala Constitucional, 38 de la Asamblea Legislativa que se niegan a debatir mientras ofenden a la gente de las barras. Son los responsables de tener en la silla presidencial una persona que violent� la Constituci�n y con �l colaboran “m�s de mil” como anunci� en la campa�a, despu�s de asegurar que gobernar�a en una “tiran�a en democracia” (sic).

El �rbol ca�do se transforma y sirve de nutriente al bosque.

Hoy tenemos esperanza al constatar un maravilloso reverdecer de la patria que brota a lo largo y ancho del pa�s, donde los comit�s y comunidades del pa�s, se han organizado y muestran el verdadero rostro joven y lozano de una nueva Costa Rica que resistir� frente a modelos importados insostenibles.

Hay no menos del 48% del pueblo, que no temieron y rechazaron el TLC. Aunque tienen mucho que decir, dif�cilmente ser�n escuchados por las autoridades, pero s� son escuchados por mucha gente. Se mantendr�n vigilantes prestos a vigilar a los funcionarios p�blicos y controlando a los pol�ticos; por esa raz�n no se van a involucrar en pol�tica electoral, ah� perder�an el gran poder que tienen y correr�an el riesgo de corromperse y desaparecer

El libro El �rbol Enfermo de Carlos Gagini, relata c�mo el �rbol cae encima del tico que entreg� su tierra al extranjero. Es un buen momento para recordarle a Oscar Arias y a sus 1.046 colaboradores que repases un poco nuestra literatura que todav�a tiene mucho que ense�arles.

Flora Fernández | 4 de Noviembre 2007

1 Comentarios

* #2731 el 14 de Noviembre 2007 a las 09:05 PM Alvaro Martínez Montandón dijo:

El señor Fernando Mora Z. acusa a doña Flora de lo que es culpable él mismo: extremismo ciego e insensato. Le recrimina a doña Flora el faltar el respeto y creer tontos a quienes votaron SI pero a su vez hace exactamente eso con quienes votamos NO. No todos quienes lo hicimos votamos por el “inmovilismo y la intención de la izquierda”. No todo lo que dice doña Flora es verdad, pero sí hay mucho que lo es y al permanecer intencionalmente ciegos a ello le hacemos flaco favor al país. Como bien dice doña Flora, la corrupción y la intención de anular oposición en la clase política de este país, es alarmante y la única forma viable de controlarla es mediante mayor intervención de todos los ciudadanos en el quehacer político. Es hora de despertar…”no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

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