En estos d�as se ha dicho y escrito mucho en contra de la festividad de Halloween, pero cuantos lo han hecho coinciden en se�alarla como de origen norteamericano.
Nada de eso. Halloween es medieval y muy anterior al descubrimiento de Am�rica; tiene un curioso sentido religioso y proviene de Inglaterra. La fiesta se origina en el hecho de ser el 31 de octubre la v�spera del D�a de Todos los Santos, y los medievales dispusieron que esa v�spera tendr�a necesariamente que ser un d�a de brujas. Hay que observar que la palabra Halloween contiene la ra�z “hallow” que significa sagrado, y la particula “een” que de alguna manera tiene que ver con v�spera.
El celebrar Halloween en Costa Rica se inici� como una pr�ctica de la colonia brit�nica, que hab�a fundado un club frente al sur de La Sabana (donde hoy est� el Tennis Club), que se llamaba el Golf Club. Supongo que jugaban golf en el enorme potrero de enfrente, pero no me consta; en todo caso, se sabe que, al menos en la d�cada de 1920, no s� si antes, acostumbraban celebrar un baile de disfraces (o de fantas�a como dec�an en Costa Rica entonces) el 31 de octubre, noche de Halloween. Porque el Halloween comparte, en lo religioso, algunas de las condiciones del martes de carnestolendas. Los medievales cre�an que las v�speras de ciertas fechas santas pod�an o deb�an ser de org�as.
Durante muchos a�os (quiero decir durante mi juventud), la noche de Halloween pas� inadvertida aqu�, pero por la d�cada de 1960, y esta vez s� por influencia de la colonia norteamericana, comenzaron los ni�os a recorrer los barrios residenciales pidiendo confites, que es tambi�n una manera de celebrar el Halloween. Pero al menos donde yo vivo, hace muchos a�os que los chiquillos no recorren el barrio pidiendo confites. De manera que me parece que en Costa Rica no estamos celebrando Halloween como en otras �pocas.
Y no olvidemos sus dos or�genes: religioso y brit�nico.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 3 de Noviembre 2007
1 Comentarios
La palabra es una degeneracion del termino “All Hallows Eve”, como dice don Alberto.