Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

Hermanos de alquiler

Columnista huésped | 27 de Octubre 2007

Por Fernando Dur�n Ayanegui

La noticia de que en Alajuela existe una empresa, llamada “universidad”, dedicada a prestar a los estudiantes de secundaria el servicio de “soluci�n” de tareas acad�micas, es una antinoticia. Se trata de un hecho trivial, previsible, provocado, estimulado, leg�timo, legal y natural. Es el resultado l�gico del manejo que se la ha dado a nuestro sistema educativo, tanto como es l�gico el sofisticado desarrollo que ha experimenta la prostituci�n a causa de ciertas pol�ticas de turismo adoptadas en nuestro pa�s. Rasgarse las vestiduras ahora, cuando se han ignorado todas las advertencias previsoras de lo que est� ocurriendo, es un descarado despliegue de hipocres�a. En primer lugar, la negativa a establecer regulaciones razonables al ejercicio de la libertad de ense�anza fue de suyo hip�crita e irresponsable.

Comencemos por el hecho de que la empresa en cuesti�n no incurri� en ilegalidad alguna al autodenominarse universidad: todos sabemos que la posibilidad de llamar as� a cualquier chinamo acad�mico se dej� abierta con una ley emitida bajo el auspicio del gobierno de Rodrigo Carazo.

Pero eso no es lo medular. La aceptaci�n, por parte de quienes recurren a los servicios de tal empresa, de que con esa pr�ctica no se privan de conocimientos o destrezas que en el futuro podr�an hacerles falta apunta hacia realidades propias de nuestro sistema social. El convencimiento de que el dominio de las matem�ticas es algo superfluo no podr� ser rebatido mientras, en efecto, ocurra una de dos cosas: que la ense�anza de esa materia es tan mala en nuestro sistema educativo que no le proporciona al estudiante ninguna de las ventajas que podr�a sacar de “saberla bien” o que, en verdad, las funciones que nuestros futuros trabajadores, pol�ticos, deportistas, funcionarios, artistas, proxenetas, surfeadores, estilistas y astr�logos est�n llamados a desempe�ar no requieren de esos conocimientos. Ninguna de las dos posibilidades puede ser desechada antes de que el contingente de ciudadanos y ciudadanas formados y formadas en el actual r�gimen del cambalache no llegue, como se dice, al mercado de trabajo. Tal vez ambas resulten equivocadas, con lo cual solo nos ocurrir�a lo que debe de haberles ocurrido a los serbios que hab�an ido a estudiar en las academias navales, una vez que su pa�s perdi� el acceso al mar, o a los pescadores de Uzbekist�n que aprendieron a pescar mientras el �nico mar que ten�an se les iba secando.

En esos dos casos, los futuros marineros serbios y los futuros pescadores uzbecos no fueron avisados por sus pol�ticos de que iban a ser v�ctimas de acciones que dejar�an a todo el mundo en el aire: desatar una guerra tan perdida de antemano que hasta el menos ducho en historia pudo haber advertido que Serbia pasar�a, de ser un pa�s del Mediterr�neo, a ser un pa�s mediterr�neo y, por lo tanto, era mejor asistir a una escuela de ballet que a una academia naval, y un plan de regad�o tan est�pido que de entrada significaba la conversi�n de la riqueza pesquera de Uzbekist�n en un yacimiento de cloruro de sodio y, l�gicamente, hab�a que cambiar los anzuelos y las redes por palas y mascarillas.

En nuestro pa�s se ha dicho abiertamente que los j�venes de ciertas zonas deben aprender franc�s para que sean buenos meseros y buenos taxistas cuando lleguen los turistas europeos y, aparte de que algunos y algunas han tomado lo de ese aprendizaje en un sentido muy inconveniente y harto peligroso para nuestra salubridad p�blica, lo cierto es que, si el paradigma ocupacional es ese, �a qu� viene el aprendizaje de las ciencias, por ejemplo? Mejor se deja que alguien gane por nosotros las materias cient�ficas y aprendemos a cantar las canciones de Edith Piaff, a tender una cama despu�s de un zangoloteo y a vender l�neas de coca en la lengua de Sarkozy.

�Acaso son indispensables los conocimientos de anatom�a o de fisiolog�a del cuerpo humano para desfilar bien en las pasarelas o para chutar un gol desde los treinta metros? Hay que dejarles las “mates” y las ciencias a los futuros m�dicos e ingenieros, que ser�n siempre pocos y no tan bien pagados como los cracks, los artistas y los vendedores de crack. �Y qui�n les ha dicho a ustedes que los diputados y los presidentes ejecutivos, los c�nsules y los embajadores tienen que saber algo de matem�ticas, f�sica y qu�mica? Y mucho menos de espa�ol o de historia porque los discursos se los escriben unos idiotas que, en vez de disfrutar perfeccionando su karaoke se dedicaron a estudiar la llamada lengua de Cervantes y los aburridos libros que hablan de babosadas que ocurrieron hace tiempo y ahora a nadie le importan.

Finalmente, como desde hace ya quince a�os existen, sin que nadie diga nada en contra, empresas dedicadas a escribirles las tesis por encargo a muchos egresados universitarios, �qui�n nos asegura que los profesores y maestros que “les dejan” las tareas a los estudiantes saben siquiera c�mo se resuelven? En la de menos, ellos deber�an ser los primeros clientes de los “resolvedores” profesionales de trabajos escolares. Otros�, desde hace varios decenios los graduados de secundaria de Costa Rica pasaron todos sus cursos de literatura leyendo unos p�simos res�menes de las obras de autores nacionales y extranjeros y hasta ahora nadie ha podido demostrar que para ganar el concurso de Miss Fitness u ocupar el puesto de Ronald McDonald haga falta recordar qui�n escribi� Cien a�os de s�lo edad o Un nica mirando al mar. Por otra parte, no hace mucho un Presidente de la Rep�blica de Costa Rica, graduado en ciencias m�dicas, declar� paladinamente que en su vida le hab�an resultado totalmente in�tiles sus conocimientos de trigonometr�a.

As�, entonces, dejemos en paz a los bondadosos y emprendedores manudos que, por encargo, les hacen tareas a los carajillos. Despu�s de todo, si las madres y los padres de esos muchachos y esas muchachas pueden llamar en su auxilio a los “maridos de alquiler”, �por qu� los hijos no van a poder contar con una buena empresa de rent-a-brother?

(La Naci�n)

Columnista huésped | 27 de Octubre 2007

0 Comentarios

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.