Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

Enfoque

Jorge Vargas Cullel | 18 de Octubre 2007

Hace varias semanas (02/08/2007) escrib� sobre la candidatura costarricense a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organizaci�n de Naciones Unidas. En esa ocasi�n habl�, con tono esc�ptico, sobre las dificultades que enfrentaba esa candidatura. Hoy debo comerme ese escepticismo con todo y papas fritas. Ayer, Costa Rica qued� electa al Consejo para el per�odo 2008-2010 junto con Libia, Vietnam, Burkina Faso y Croacia.

Tom� tres rondas de votaci�n pues en las dos primeras no se logr� el n�mero m�nimo de votos requeridos (120). Sin embargo, desde el inicio fue clara la ventaja sobre el rival, Rep�blica Dominicana, y lo poquito que faltaba para lograr el umbral m�nimo. Finalmente, quedamos electos con 178 de los 189 votos de la Asamblea General.

Esta elecci�n es un �xito de la Canciller�a costarricense y de la Embajada ante la ONU. Nuestra candidatura no gozaba de buen ambiente en Am�rica Latina y hab�a el antecedente de la divisi�n dentro del grupo latinoamericano que impidi� a la Asamblea General en el 2006, por cerca de 40 d�as, elegir a un miembro del Consejo. Pareciera que surtieron efecto los esfuerzos de la Canciller�a por atraer los votos de �frica y Asia.

�Qu� importancia tiene esta designaci�n? Para empezar, repara el da�o provocado a nuestra reputaci�n internacional por el apoyo que Costa Rica dio a la invasi�n de EE. UU. a Iraq en el 2003, cuando ayudamos a una acci�n violatoria del derecho internacional, a pesar de que dependemos de este para nuestra seguridad.

Por otra parte, como somos uno de los l�deres del movimiento de peque�os pa�ses que promueven la reforma de las Naciones Unidas, el puesto obtenido nos da una oportunidad para apalancar este movimiento. Adem�s, ser miembros del Consejo nos ofrece una buena plataforma para impulsar iniciativas como el Consenso de Costa Rica y la Paz con la Naturaleza, que traer�an recursos de cooperaci�n internacional. Finalmente, ahora que iniciamos nuestras relaciones con China (miembro permanente del Consejo), nos convertimos en un socio interesante.

Hay que estar claros, sin embargo, en que esta elecci�n no resuelve nuestra dif�cil situaci�n pol�tica en el entorno regional inmediato. Siguen abiertos los clavos con Venezuela y Cuba, y en Centroam�rica estamos bastante aislados. Habr� que ver si quedaron secuelas del enfrentamiento del Gobierno con l�deres congresionales del partido dem�crata de EE. UU., a prop�sito del refer�ndum, y si hemos logrado un mayor acercamiento con los grandes de Am�rica del Sur. Resolver estos problemas son tareas pendientes de la diplomacia tica.

(La Naci�n)

Jorge Vargas Cullel | 18 de Octubre 2007

0 Comentarios

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.