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El despertar de los intelectuales

Columnista huésped | 17 de Octubre 2007

Por Esteban J. Beltr�n Ulate - [email protected]

La coyuntura social por la que atraviesa el pueblo costarricense ha dado paso a un nuevo despertar de diferentes grupos, un pueblo acostumbrado a cierto quietismo intelectual se ha visto en la obligaci�n de iniciar procesos de reflexi�n, las comunidades de base se organizan, promueven foros, mesas redondas y dem�s, en las calles los costarricenses han dejado de lado los comunes comentarios triviales acerca del clima y el deporte, hoy en d�a el tema central de toda clase social, generaci�n, y pueblo en general gira en torno a la preocupaci�n del camino a tomar para el desarrollo de un pa�s mejor.

La cultura de Razonamiento Cr�tico toma fuerza, el pueblo que parec�a permanecer dormido ante situaciones de orden sociopol�tico desde la reforma de Don Jos� Figueres Ferrer (1949) abre sus ojos a un nuevo d�a, las masas orgullosamente quietistas buscan hoy un referente social al cual sujetarse para fundamentar sus criterios. El pueblo ha dejado de ser tan cr�dulo ante promesas que se construyen en el aire y busca hoy en las calles una luz que le gu�e.

La sempiterna divisi�n de clases, la armon�a de los opuestos dir�a Her�clito, late con fuerza en esta naci�n, pobres y ricos, intelectuales dormidos y pol�ticos ins�pidos, juventud e ideolog�as, gobierno y pueblo, preguntas sin respuestas y respuestas sin preguntas.

La sociedad occidental construida b�sicamente a partir de un modelo de econ�mico desgastado como lo es el Capitalismo, promueve pol�ticas neoliberales que en su trasfondo plantean mecanismos jur�dico-econ�micos para lograr dependencia de las naciones subdesarrolladas al sistema socioecon�mico imperante como lo es el Imperio Estadounidense. Los Tratados de Libre Comercio envuelven en s� una ideolog�a que convierte al sujeto en simple obrero-consumidor-comprador, suscitando en la sociedad una valoraci�n m�s por lo cuantificable que por el Ser. Se es m�s en cuanto se tiene que por lo que se Es.

El pueblo costarricense guarda en su memoria frescas im�genes sobre el dolor sufrido por sus hermanos latinoamericanos debido a los constantes golpes de estado y guerrillas que muchas veces, una vez adquirido cierto poder, olvidan su objetivo primordial, construir una sociedad equitativa. Un pueblo pacifista conserva en el museo del recuerdo las historias de los Tinoco, el genocidio ocurrido en la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Costa Rica sobre los ejes de la Raz�n, Fe y Entendimiento opta por un modelo de paz y desarrollo concebido por medio de valores universales para el progreso optimo de una sociedad solidaria.

Los Estados Unidos de Norteam�rica a la cabeza de esta globalizada barbarie llamada Capitalismo inicia su labor de inmiscuirse en Centroam�rica como alguna vez lo intentaron hacer de mano de William Walker, solo que esta vez por medio de m�todos distintos, en Costa Rica por medio de los Programas de Ajuste Estructural (PAE), en los a�os ochenta, integrando solapadamente en el curr�culo educativo la ense�anza del idioma Ingl�s, la inform�tica, y la adopci�n del paradigma constructivista como uno de los ejes de la misma educaci�n costarricense.

“El origen del error moral est� en el error intelectual” (S�crates).

La sociedad quietista, incapaz de reflexionar, es el fruto de lo que los padres del siglo XX han legado a Costa Rica debido a malas decisiones, la educaci�n si bien es cierto que mantiene altos niveles con respecto al margen centroamericano no ha llevado m�s que a formar mano de obra calificada, capaz de reconocer autoridad, acatar y cumplir �rdenes, hablar un segundo idioma para salir del paso, pero realmente: �A qui�n se le promueve desde las primarias instancias educativas a formarse una vocaci�n hacia la intelectualidad y liderazgo del Pueblo?

El paradigma constructivista, ampliamente refutado por la pedagoga sueca Inger Enkvist (Profesora Universidad Lund), ha venido opacando la clase Magistral en salones universitarios costarricenses solapando as� un fin fundamental, el cual es evitar al m�ximo la reflexi�n y la criticidad estudiantil.

La Costa Rica de hoy no se puede ver ajena a su historia y su entorno, no se puede permitir que las decisiones de hoy sigan marcando al pa�s hacia un modelo de desarrollo que cada vez se aleja m�s de un modelo de pa�s solidario y respetuoso por la vida en toda su expresi�n.

Las divergencias actuales en el pueblo costarricense son abismales, la brecha entre pobres y ricos, personas que analizan el progreso del pa�s con est�ndares europeos, y otros tratan de sobrevivir en su existencia cruda y realista, ambos pareciera ser formados en un mismo sistema educativo, con las supuestas mismas facilidades pero al fin con visiones totalmente distintas de mundo, el margen de pobreza se mide pues con par�metros distintos los que posen bienes en cantidad consideran pobreza lo que los pobre llamar�a exceso.

El fen�meno social que aparece en Costa Rica es impresionante como referente para forjar la nueva historia de un Pueblo que confirma su decisi�n de cambiar las armas por la ret�rica y la Dial�ctica. J�venes sedientos de verdad, hoy se re�nen y se plantean la posibilidad de una sociedad mejor que no dependa en su totalidad de otra naci�n, mientras los pol�ticos siguen dando la talla con respecto a lo que han mostrado en muchos a�os, su incapacidad para representar al pueblo.

Hoy se vislumbra ante los ojos de las nuevas generaciones un bloque de intelectuales que despiertan y se hacen sentir en la sociedad por su efusividad y coherencia en sus discursos, mas la pregunta que surge es �por qu� ellos no han hecho nada antes? De repente aparece otro grupo, esta vez de pol�ticos que con discursos basados en el eje de la pobreza y su pronta erradicaci�n con mejores posibilidades de trabajo, pero son los mismo que desde hace 20 a�os se pasan el list�n presidencial y no logran m�s que crear mayores dependencias jur�dico-econ�micas con naciones desarrolladas.

Los j�venes que con ojos puros analizan estos hechos, tienen en sus manos el expresarse ya y trabajar arduamente por el ma�ana para la construcci�n de una Costa Rica mejor un ideal para el mundo.

Erradicar la pobreza pareciera ser un imposible, la sociedad crece d�a con d�a, la utop�a de que todos reciban lo mismo se aleja por mas que se evite de la realidad, lo m�s coherente resultar�a ser acortar la brecha que existe entre las clases, promover una educaci�n inclusiva, pero visualizar el ideal de una masa social donde todos reciban exactamente las mismas cantidades medidas deja entrever una incapacidad de las personas a ser solidarias por s� mismas.

El rescate de la persona y su valor sustancial racional deben retomarse en la construcci�n de una mejor sociedad, globalizar la solidaridad en un mundo que clama por caridad, debe ser el fin; quit�ndole a unos para darles a otros no se solucionar� la situaci�n, la sociedad debe acatar el llamado a rescatar a la persona.

Cuando la sociedad identifique las riquezas no como fin sino como medio, cuando la visi�n capitalista plenamente impregnada en este mundo globalizado de consumo, se convierta en una visi�n hacia la solidaridad, al rescate de la persona, todo fin econ�mico cient�fico, y en cualquier otra �rea promover� indudablemente, un desarrollo social pleno donde no importar� el capital por s� solo, ni la masa popular solo como conjunto, sino que se vislumbrar� a la persona, persona que debe vivir dignamente, y convivir solidariamente en su entorno.

El despertar de los intelectuales no es el llamado que hacen los que mucho tiempo estuvieron callados, sino el desvelamiento de j�venes concientes que preparan modelos y proyectos para una Costa Rica mejor.

No hablo de astronautas, ni pianistas cuando me refiero a intelectuales, hablo de aquellos que leen a John Smith y a Marx y respetan sus criterios mas no lo comparten como verdad absoluta, hablo de nuevos intelectuales, una camada de pensadores que luchar�n por una sociedad mejor construida no en bases de ideol�gicas que han demostrado sus abismales errores en una historia de la humanidad con sangre y dolor.

Los intelectuales de Costa Rica surgen en los j�venes que desean una sociedad mejor, el canto opacado latinoamericano resurgir�, las venas abiertas de Am�rica Latina ya derramaron suficiente sangre, es hora de que derramen pensamiento.

(La Prensa Libre)

Columnista huésped | 17 de Octubre 2007

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