Por Juan Rafael Quesada Camacho, catedr�tico UCR
Desde hace aproximadamente cuatro a�os, el Gobierno y buena parte de los grandes empresarios han dicho, insistentemente a los costarricenses, que de no aprobarse el TLC se perder�n centenares de miles de empleos. Esto fue evidenciado, hace poco, por Pilar Cisneros, quien muy profesionalmente (todo lo contrario de Marcela Angulo), en una entrevista realizada a don Oscar Arias, con documentos en mano, le demostr� al se�or Presidente y a la opini�n p�blica que pr�cticamente todos los puntos contenidos en el c�lebre memorando Casas-S�nchez se hab�an ejecutado.
Mas a�n, pocos d�as despu�s, un alto dirigente liberacionista -de partido, pero no de partida- manifest� en Internet, que el famoso memorando era m�s bien un encargo solicitado a Casas-S�nchez por un “superior jer�rquico”. El mismo se preguntaba: “�qui�n es el superior jer�rquico de Casas, que luego de utilizarlo lo abandon�,” como quien se deshace de un andamio?
Destacados dirigentes del “SI”, lo mismo que ciertos medios de comunicaci�n colectiva, han minimizado el alcance de los consejos fr�amente elaborados por Casas y S�nchez. Eso es sumamente grave, pero no sorprendente. Basta recordar que algunos pol�ticos de la vieja escuela verdiblanca —otrora liberacionista— hace una veintena de a�os exhib�an una camiseta que dec�a: “Soy choricerito, �y qu�?” Es decir, para ellos, ayer y hoy, lo �nico que importa es ganar a cualquier precio. No obstante, s� sorprende y duele, ver como, j�venes liberacionistas siguen el mismo camino de justificar lo injustificable, como lo hac�a por ejemplo, hace unos d�as, el vice-alcalde de Heredia. �Pol�tica de viejo cu�o en cuerpo joven?
Lo m�s grave, sin embargo, del infame memorando, es que sus t�cticas est�n a�n vigentes. Veamos. Despu�s de la entrevista con Pilar Cisneros, en la que don Oscar Arias qued� muy mal parado (para ser benevolente), �l mismo sentenciaba “miles de vidas estaban en peligro”. �No es eso terrorismo psicol�gico? Por otra parte, son m�ltiples los ejemplos de due�os de empresas que, machaconamente, le dicen a sus empleados que si el 7 de octubre gana el NO, el d�a siguiente estar�n cesantes; otros re�nen a sus trabajadores todos los d�as para que, durante una hora, escuchen una perorata –al estilo de Corea del Norte- sobre las supuestas bondades del TLC. Asimismo, en ciertas maquiladoras a los trabajadores se les exige llenar formularios con datos de sus familiares, con prop�sitos claramente controladores. �Y qu� decir de una empresa herediana ubicada cerca de La Valencia, donde a los empleados se les ordena usar una camiseta con propaganda del “SI”?
Tengamos presente que los trabajadores son, en primer lugar, seres humanos dignos de todo respeto y consideraci�n. Son adem�s, un factor esencial en la producci�n de riqueza. Por eso merecen ser tratados tambi�n con justicia y equidad. Pero las pr�cticas que hemos denunciado hasta aqu�, aparte de ser brutalmente humillantes, constituyen una flagrante violaci�n a los derechos humanos. No est�n en concordancia con las mejores tradiciones costarricenses; con aquella sociedad solidaria y dignificante del ser humano que nos legaron Calder�n Guardia, Manuel Mora, Monse�or Sanabria y Jos� Figueres F.
Los se�ores empresarios tienen derecho a apoyar, con medios legales y �ticos, cualquier tratado comercial. Pero jam�s deben olvidar que si bien son due�os de medios de producci�n, y poseen fortunas millonarias, NO son due�os de las conciencias de sus trabajadores. Aquellos que act�an de esta manera hacer caso omiso de los principios fundamentales que han regido la “evoluci�n a la tica” de nuestra sociedad. Estos (as) patronos (as) deben recordar que no son se�ores feudales y que sus trabajadores no son siervos menguados.
Columnista huésped | 4 de Octubre 2007
1 Comentarios
No creo que la situaci�n actual hubiese podido ser expuesta de mejor manera en tas pocas palabras: los del S� se olvidaron que son s�lo due�os de f�bricas y no de conciencias. Gracias, don Juan Rafael, por compartir con todos esta reflexi�n. Un abrazo. David