Por Arnoldo Mora Rodr�guez
As� defini� lo que quer�a que fuera un eventual gobierno suyo Oscar Arias en la �ltima campa�a electoral. Para �l el problema principal del pa�s era lo que se ha dado en llamar “ingobernabilidad”, entendiendo por tal la resistencia que ha presentado la gran mayor�a de los costarricenses frente a la imposici�n de pol�ticas neoliberales de los �ltimos gobiernos, a contrapelo de la historia y la cultura pol�tica de Costa Rica. Para ilustrar esa absurda ocurrencia de una “tiran�a en democracia”, algunos ide�logos y asesores oficiales del r�gimen, entre ellos y en primera l�nea Kevin Casas, escribieron “sesudos” (?) ensayos en las p�ginas de opini�n de un conocido matutino de Llorente.
De modo que decir que el memor�ndum que redact� Casas y firm� tambi�n el primo de los Arias, fue un texto escrito en un arrebato de indignaci�n, no solo es una farsa, sino que produce el efecto contrario. Porque, para que una mentira, en pol�tica como en todo, logre el resultado deseado por sus autores, debe aparentar verosimilitud de modo que la impudicia no aparezca de manera evidente. �Qu� mal han le�do y peor asimilado a su mentor Nicol�s Maquiavelo y a su madre nutricia Margaret Thatcher! Pero, sobre todo, �qu� poco parecen conocer al pueblo costarricense!
En este mismo error incurre Rodrigo, el Primer Ministro de facto del r�gimen, cuando aparenta minusvalorar el memor�ndum de Casas-S�nchez diciendo que es un papel m�s de los tantos que le llegan a su escritorio, por lo que nunca le dio importancia. �Qui�n puede creer esto cuando, tanto Oscar como �l mismo, no han hecho sino prodigar elogios para sus dos pupilos? �No dijo Oscar que �l solo se rodear�a de los mejores talentos? Hasta habl� de mil (�!) expertos que gobernar�an al lado suyo. �D�nde qued� su manida “meritocracia”? �No fue ese uno de los temas reiterados en su campa�a para persuadir a sus compatriotas de que �l y solo �l, estaba en capacidad, no solo de sacar a este pa�s del atolladero de la ingobernabilidad, sino de llevarlo a una era de bonanza nunca antes vista en nuestra historia? �A qui�n pretenden enga�ar los hermanos Arias?
Porque lo m�s relevante que ha pasado con este esc�ndalo y el que tendr� las m�s hondas y prolongadas consecuencias, es la p�rdida de credibilidad que, no solo los Arias y su r�gimen, sino tambi�n todos los propulsores de la campa�a del s� (incluidas las c�maras empresariales) en lo sucesivo tendr�n que cargar como destino inexorable ante sus conciudadanos y ante la historia. Eso es lo que suele pasar en pol�tica, pues cuando se pierde la credibilidad, toda posibilidad de comunicaci�n entre gobernantes y pueblo se rompe. Y entonces s� que ya no hay gobernabilidad posible, lo cual es particularmente grave para este gobierno que no lleva ni siquiera la mitad de su per�odo constitucional. Por eso lo mejor que pueden hacer los Arias es dar a Kevin la receta que Abel le aplic� a Fishman por cosas infinitamente menores.
El pueblo se dio cuenta de que la “tiran�a en democracia” tiene mucho de tiran�a y nada de democracia. El pr�ximo 7 de octubre los costarricenses tienen la oportunidad de expresar en forma inequ�voca su repudio a toda forma de tiran�a. Esa ser� la mejor lecci�n de civismo y �tica que le den.
(La Rep�blica)
Columnista huésped | 18 de Septiembre 2007
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