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La resistencia civil, pac�fica, y el apasionado amor a la patria

Columnista huésped | 26 de Septiembre 2007

Por Mariano Figueres Olsen

La resistencia civil y pac�fica que ha presentado el pueblo de Costa Rica en los �ltimos meses ha sido algo verdaderamente formidable. Sin duda quedar� grabada en los libros de nuestra historia, y m�s all�. Y es que las revoluciones ya no son en la monta�a, ni son necesariamente a tiros. Al menos en Costa Rica: ya NO.

Este pueblo ha tenido paciencia ante demasiados a�os de promesas de reducci�n de la pobreza, y ante el fracaso de esos discursos (muchos bien intencionados) por estar apoyados en pol�ticas de desarrollo equivocadas, que han privilegiado lo econ�mico sobre lo social. Ha tenido paciencia ante el consistente debilitamiento de la clase media, que durante muchos a�os fue un logro estrat�gico para el progreso con oportunidades y la paz social del pa�s. A este pueblo se le ha ido “llenando el buche de tierra” al ver decisiones tan cuestionables de la sala constitucional, al ver fraudes internos en el ejercicio de la pol�tica partidaria, al ver elecciones nacionales dudosas avaladas por un tribunal complaciente, y muchas cosas m�s. En �pocas m�s recientes este pueblo ha soportado toda clase de agresiones, que van desde la intimidaci�n, los desplantes policiales, el descarado control medi�tico, hasta la arrogante ofensa constante a su inteligencia. Y muchas cosas m�s…

Pero el buche se llen�, la paciencia se agot�, y la resistencia no solo comenz�, sino que adem�s se organiz�. Debe ser algo tremendamente frustrante para el r�gimen tratar de desarticular esa resistencia civil, porque una de sus fortalezas t�cticas es no pretender tener una sola cabeza entre tanta maravillosa diversidad. Por eso se desesperan, se enferman de los talones para arriba, y vienen los “memorandazos”. Ese memorando de la infamia, que no propone sino que ordena y confirma la estrategia del r�gimen, el que se crea intelectualmente y se ejecuta m�s arriba, el que ahora se escucha que sali� a la luz por pezu�ita de gato casero, el que es incompleto porque otras barbaridades iguales y hasta mayores han cometido, de esa asquerosidad se ha hablado y se hablar� por buen rato. Con todo y los resultados en el Cima. As� es, viene de la desesperanza. No sienten verg�enza pues para eso tendr�an que poder discernir y saber que hicieron mal, y de nuevo la arrogancia no los deja.

Se oye, se siente, la resistencia civil est� presente. El Titanic de la mafiocracia ha chocado con el t�mpano de su propia prepotencia, y est� tomando agua, r�pido y en grande. Al �guila se le est�n cayendo las plumas y el “chivas regal” en palacio ya no es alegre. No salen de su asombro. �Qu� pas�? A medida que m�s personas van comprendiendo las implicaciones del nefasto tratado, la resistencia civil aumenta. Se entiende cada vez m�s que el tratado filibustero no es de nueva oportunidad sino que de consolidaci�n de un modelo equivocado. Se hace m�s visible que la politiquer�a de los dinosaurios en el poder no resuelve las aspiraciones de progreso para todos los costarricenses.

La resistencia civil ha construido una enorme reserva de moralidad, de dignidad, y de organizaci�n para la defensa de la Patria. Es necesario seguir consolidando esa actitud nacional y esa acci�n civil. El empleado p�blico, golpeado durante a�os por el sistema y los usuarios, y a la vez responsable de una atenci�n muchas veces ineficiente y hasta grosera, deber� ahora asumir la funci�n correcta de servicio que le corresponde en defensa de nuestras instituciones. Es que aunque a veces ha sido (o es) necesario que volemos garrote en la calle, la mejor manera de defender nuestras instituciones es dando un mejor servicio. La ciudadan�a tiene ahora m�s que nunca la oportunidad de oro de ejercer la democracia en participaci�n, y no solo a trav�s de representaci�n, asumiendo las obligaciones c�vicas que vienen con los derechos democr�ticos. El empresariado nacional deber� dejar de ver solo al norte, para retomar su funci�n de generador de la riqueza nacional, pero a la vez con la conciencia social y el entendimiento de que al ser concesionario de los recursos de la producci�n, es su deber retribuir a la sociedad con inversi�n social y proveyendo mejor calidad de vida a su gente. El poder pol�tico, si quiere serlo, deber� entender que el balance de poder ha cambiado, que el costarricense exige un modelo propio, no importado, solidario, inclusivo, eficaz y eficiente. Exige de una vez por todas transparencia en la funci�n p�blica, y demanda volver a hablar de inversi�n social en vez de gasto social, porque ha entendido que el progreso nacional ser� sostenible solo si es de abajo hacia arriba, y no como nos vienen diciendo y haciendo. La organizaci�n de las Mujeres de Blanco y los Comit�s Patri�ticos en todo el pa�s, sin color partidario, deben ser consolidados para lograr el que sean permanentes. Su rol de vigilancia democr�tica y acci�n civil ser�an vitales para dibujar esta renovada vida nacional, a trav�s de un efectivo ejercicio de poder popular democr�tico.

Nos encaminamos hacia un triunfo hist�rico, latinoamericano, gestado en Costa Rica. No debemos aflojar en los d�as que nos quedan. No hay en este proceso esfuerzo ni sacrificio personal sobrado o innecesario. El 7 de octubre debemos trabajar cada voto, hay que cuidar con celo cada urna, hay que contar (y recontar si es necesario) cada sufragio. La resistencia civil se ha tornado en acci�n, siempre pac�fica, pero cada vez m�s vehemente. Pac�ficos s� pero pendejos jam�s. La acci�n que sigue es el voto, vencer el tratado nefasto, y reiniciar el camino costarricense. Hay reserva ciudadana de sobra para lograrlo. Atesoro aquel art�culo de Flora Fern�ndez: “C�mo nos queremos”. Eso es el Movimiento Patri�tico del NO, amor entre nosotros en medio de esa gran diversidad que nos da cuerpo, y siendo ese amor fundamentado en un apasionado amor por nuestra Patria. Esa es la fuerza de la resistencia civil, y en adelante la acci�n civil.

Columnista huésped | 26 de Septiembre 2007

1 Comentarios

* #2496 el 26 de Septiembre 2007 a las 09:49 AM Mauricio dijo:

Pd. Por cierto usted ese dia andaba poniendo una denuncia por el cierre de su programa…

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