Por Fernando Dur�n Ayanegui - [email protected]
Actualmente, el sistema mundial de transporte (motos, autos, camiones, autobuses, trenes, barcos, aviones) produce alrededor del 30% de las emisiones de di�xido de carbono provocadas por la actividad humana. Si quisi�semos mantener en marcha ese sistema, pero sin emplear para ello combustibles f�siles, tendr�amos que quemar anualmente una cantidad de biocombustibles equivalente a unos tres mil millones (3 millardos) de toneladas de carb�n. Por otra parte, la comida que se consume en el planeta equivale a unos 500 millones (medio millardo) de toneladas por a�o, y para obtenerla se utiliza una extensi�n de terreno que ya no es sostenible y, por lo tanto, no debe crecer m�s. Es decir que, aun si fuese posible dejar de comer, se requerir�a el �rea de varios planetas Tierra para alcanzar una meta que, de todos modos, nos dejar�a sin saber qu� hacer con el 70% de las restantes emisiones industriales de di�xido de carbono.
La intuici�n de que as� andaba la cosa movi� a muchos supuestos despistados a afirmar que la propuesta de Bush y Lula de aumentar descomunalmente el �rea del planeta dedicada a los monocultivos con el �nico prop�sito de producir etanol (un biocombustible, al fin) podr�a ser una locura, no solo peligrosa, sino tambi�n in�til. Por desgracia, entre esos despistados se col� el pisuicas en persona, nada menos que Fidel Castro, lo cual hizo que medios de comunicaci�n y comentaristas locales, as� como algunos gur�es internacionales del anticomunismo, retomaran las viejas armas de la guerra fr�a y mandaran el tema al saco de las risas. No obstante, todav�a hay esperanza: en la secci�n de Ciencia y Tecnolog�a de La Naci�n (21/08/2007) apareci� el resumen de los resultados de un estudio realizado por expertos de la Universidad de Leeds, del cual se deduce que, por muy fuera de norma que se encuentre el dictador cubano, en esto tiene raz�n.
Por supuesto, no debemos olvidar que en cuestiones t�cnicas y cient�ficas los pol�ticos son a veces m�s irreflexivos que despistados, como lo demostr� un entusiasta dirigente nuestro al afirmar que Costa Rica podr�a exportar cada a�o a Estados Unidos el equivalente a m�s de trescientas mil toneladas de agua potable, lo que, al precio de, digamos, 10 centavos por kilogramo, representar�a m�s de treinta mil millones de d�lares en exportaciones adicionales.
Soportemos, pues, la sed que viene y al diablo Intel y el turismo, siempre que el agua exportada no se nos vaya gratis ni de contrabando. Adem�s, como dec�a un manudo amigo m�o, para lavar d�lares no hace falta agua potable.
(La Naci�n)
Columnista huésped | 15 de Septiembre 2007
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