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Un pr�ncipe saudita en la corte de Zapote

Columnista huésped | 16 de Agosto 2007

Por Francisco Escobar - [email protected]

El pr�ncipe Al-Waleed bin Talal bin Abdul Aziz Al Saud, de Arabia Saudita, fue recibido por el presidente, �scar Arias, en la Casa Presidencial, que se ha convertido en la meca de los magnates y arist�cratas multimillonarios del mundo. Ahora s� se nota que tenemos un Premio N�bel de la Paz y un intelectual en el humilde palacio presidencial de Costa Rica y que el encanto personal, el humanismo y la inteligencia del Presidente parecen ser irresistibles para estas luminarias del mundo del dinero. El elegante pr�ncipe Al-Waleed dijo: “Es un honor ser recibido por el Presidente de Costa Rica. Le hemos presentado lo que hemos hecho en Papagayo con el Four Seasons con la colaboraci�n de Bill Gates y hablamos adem�s del potencial de abrir otros dos hoteles en la misma zona, un hotel de la cadena Raffles y otro de la cadena Fairmont” ambas de su propiedad. Otros proyectos tendr�an relaci�n con la utilidad de Costa Rica como un punto para la expansi�n del Citibank, del cual el pr�ncipe es accionista. “Costa Rica est� en la mira de los inversionistas por su tranquilidad y democracia que nos dan confianza. Por eso estamos aqu� analizando m�s inversiones y confiamos en que otros inversores ser�n atra�dos por el pa�s”, fueron las halagadoras palabras del magnate.

“Tranquilidad y democracia” �Qu� sutil, halagador y exquisitamente sarc�stico debe ser el pr�ncipe Al-Waleed! Escoltado por un ej�rcito de guardaespaldas debe haberse sentido seguro y tranquilo en nuestro agitado y violento pa�s. En cuanto a democracia, con toda certeza que la admira en cualquier otro pa�s menos en el suyo, donde reina la m�s f�rrea monarqu�a dictatorial del mundo. No es por casualidad que Arabia Saudita ocupa el puesto n�mero 77 en la lista de desarrollo humano de las Naciones Unidas y no es una de las econom�as m�s grandes del mundo, a pesar de tener un cuarto de las reservas comprobadas de petr�leo m�s econ�mico y f�cil de extraer, y controlar los precios del petr�leo.

Hizo una donaci�n de $10 millones a Estados Unidos despu�s de los ataques del 11 de setiembre. Ha donado $100 millones anuales a la fundaci�n de centros de estudio estadounidenses e investigaci�n en las universidades del Oriente Medio, y de centros de estudio isl�micos en las universidades estadounidenses. Don� $500 mil al fondo de becas George Herbert Walter Bush, en honor del ex presidente George H. W. Bush. Hizo un regalo de $20 millones a cada una de las universidades de Harvard y Georgetown, y $10 millones a la Universidad de Cornell. Hizo un aporte de $10 millones a la Universidad Americana de El Cairo.

En 2007, su fortuna neta se estimaba en $20,3 billones y ocupa el lugar n�mero 13 entre los hombres m�s acaudalados del mundo. Comenz� su carrera haciendo negocios con firmas extrajeras interesadas en Arabia Saudita y luego se dedic� a negociar tierras y hacer grandes inversiones en la industria bancaria de esa naci�n. Compr� el Citicorp hasta llegar a contar con una participaci�n de $10 billones en el Citigroup y grandes negocios en Am�rica Latina. Sus grandes inversiones incluyen AOL, Apple Inc., Worldcom, Motorola, News Corporation Ltd. y otras compa��as de tecnolog�a y comunicaci�n. Sus propiedades incluyen la cadena de hoteles Four Seasons y el Plaza Hotel de Nueva York, Savoy Hotel en Londres y Monte Carlo Grand Hotel en M�naco. Tiene acciones de Euro Disney SCA y Disneyland Resort Paris in Marne-la-Vallee, en Francia.

El pr�ncipe Al-Waleed bin Talal bin Abdul Aziz Al Saud no representa a la cultura religiosa, espiritual ni art�stica del Islam actual, sino que es un inversionista m�s a la caza de buenas oportunidades, gobiernos complacientes y cortesanos ambiciosos dispuestos a enriquecerse, enriqueciendo al gran magnate. Todas sus donaciones han ido a proyectos pro estadounidenses y no al desarrollo del pueblo saudita ni de los pueblos m�s pobres del mundo isl�mico que deber�a representar. Act�a con esa altaner�a elegante y sofisticada con que los pr�ncipes, coronados o no, miran con desd�n a los pueblos pobres y a los humildes plebeyos que nos ganamos la vida con el honroso sudor de nuestras frentes.

Para el gran mundo de los magnates, arist�cratas, pr�ncipes y multimillonarios el escenario es el mismo, es la gran globalizaci�n de los meganegocios privados. Da lo mismo que la ubicaci�n local sea Riad, Washington, Nueva York, Marbella, M�xico, Heredia o Zapote. Son los nuevos tiranos que dominan a la humanidad desde sus b�nkers de oro y sus aviones privados.

�Qu� l�stima que la Casa Presidencial de Costa Rica no se llene de humanistas, l�deres de la democracia, intelectuales, cient�ficos al servicio de la humanidad, escritores, artistas pl�sticos, m�sicos y l�deres espirituales del Islam, del Cristianismo, del Budismo, del Juda�smo y de hombres y mujeres que tengan sus riquezas en el alma y no en los laberintos turbios de las bolsas de valores, los bancos internacionales y los palacios dorados de los enemigos de la humanidad!

(La Prensa Libre)

Columnista huésped | 16 de Agosto 2007

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