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�Qu� te hiciste, Presidente?

Columnista huésped | 25 de Agosto 2007

• �Y qu� hay del discurso del ego�smo?, porque el TLC no es un programa de desarrollo social

Por Andrea Aguilar Calder�n, periodista

Hace un a�o, confes� p�blicamente que, por ah� de 1986, estaba enamorada de �scar Arias. Bueno, nunca es tarde para retractarse de los errores. Era tan solo una ni�a, e igual pod�a gustarme �l que Los Chicos.

Sin embargo, pese a mi corta edad, me encantaba pensar en que aquel hombre joven e inteligente era tan glorioso como el mejor pr�ncipe de cuento. No es lo mismo luchar contra un drag�n y salvar a una princesa, que luchar contra una guerra carnicera y salvar a miles de centroamericanos.

Dos d�cadas despu�s, mi ya nada querido Presidente nos llama a no jugar de Che Guevara y apoyar las reformas (l�ase TLC) en aras de mantener la paz, que tanta sangre y dolor cost�.

�Qu� f�cil, se�or Presidente! En algo tiene raz�n: no juguemos m�s a que las ideolog�as existen. Olvid�monos de que don Pepe Figueres, excelso fundador del partido que usted representa, sac� a este pa�s de la miseria por medio de una revoluci�n bien hecha. Olvid�monos de que la socialdemocracia (�no era esa la ideolog�a de Liberaci�n Nacional?) tiene ra�ces socialistas, esas mismas que desprecia porque ya pasaron de moda.

Olvid�monos de que el Che Guevara era uno de los pocos hombres consecuentes que ha tenido la historia. “El discurso del odio (…) acaba, en el mejor de los casos, en una terrible divisi�n social…”.

S�, tiene raz�n, �pero qu� hay del discurso del ego�smo? Porque el TLC no es precisamente un programa de desarrollo social. Es un tratado en el que quien puede, puede, y, si no…, diay, salado. Por supuesto, tengamos fe en nosotros mismos…

�Fe! Cuando gigantes como Wal-Mart (cuyo ingreso en el 2006 fue de $351.000 millones, muy superior al PIB de 154 pa�ses, seg�n el FMI) se comen la empresa local, nos piden a los ticos (que ocupamos el puesto 82 en el ranking del FMI), que tengamos fe. Fe: la f�rmula m�s realista para salir adelante.

�Qu� hermoso era cuando pod�amos pensar que el mundo pod�a cambiar! Es que, a los 20 a�os, el que no es comunista no tiene coraz�n y, a los 30, el que es comunista no tiene cerebro.

Es curioso: cada vez me acerco m�s a los 30 a�os y no noto que el cerebro se me reduzca para nada, pero el coraz�n s� me crece. No soy comunista, en realidad, nunca lo he sido, pero s� creo en la socialdemocracia. Esa que s� propone reformas en oposici�n a la violencia y que, al mismo tiempo, busca el bienestar de las mayor�as. Y dudo, dudo much�simo, que este bienestar lo alcance un TLC que pretende debilitar la peque�a empresa (que alguien me explique c�mo se supone que la va a salvar), que va a generar “mejores” empleos (bueno, si estar en un sweat shop lo es) y que va a afectar los medicamentos gen�ricos que ayudan a miles de costarricenses a llevar una mejor calidad de vida. �C�mo, mi querido Presidente, cree usted que eso va a mantener la paz social? �No es usted premio N�bel como para ver que las grandes mayor�as son las que se van a pelear las migajas de este TLC? �Estamos hablando de paz o de dinero?

De fijo, usted no recuerda, don �scar, que a m� me salud� cuando hac�a campa�a en 1986 en el Liceo Luis Dobles Segreda, durante una feria. Claro, cuando se es una ni�a m�s de las que se debe saludar en pos de la imagen, y una usa overol y no tiene dientes, no es exactamente “inolvidable”. Tampoco lo soy ahora, cuando en �ltima instancia soy s�lo un voto m�s para el refer�ndum y un voto que, definitivamente, usted no tuvo en las pasadas elecciones. M�s all�, no tengo influencia alguna en su vida.

Pero le aseguro que es una decepci�n profunda escucharlo decir, a 20 a�os de su gran haza�a de pacificar Centroam�rica (un logro encomiable, sin duda), que la paz, el estado m�s puro al que puede aspirar un ser humano, depende de algo tan sucio como el dinero que pueda otorgar un TLC.

Me pregunto qu� habr�an pensado en Oslo si usted les hubiera salido con eso en su discurso. Posiblemente, hubieran suspirado y, como yo, hubiesen pensado: “�Qu� te hiciste, querido Presidente?”.

(La Naci�n)

Columnista huésped | 25 de Agosto 2007

2 Comentarios

* #2334 el 26 de Agosto 2007 a las 11:10 PM Rosy Morales dijo:

Le recomendamos a la autora de este art�culo releer las “haza�as” de Oscar Arias para merecer el Premio Nobel, seg�n las declaraciones de Vinicio Cerezo y otros centroamericanos involucrados en el proceso de pacificaci�n de Centro Am�rica. Quiz�s observe que nuestro Antes “querido” presidente se hab�a perdido desde antes.

* #2362 el 4 de Septiembre 2007 a las 04:07 AM Flora Fern�ndez dijo:

No est�s sola Andrea, yo tambi�n escarbo y busco aqu�l hombre glorioso que cre�amos que exist�a.

Andrea, fue un espejismo lo que vimos, pero entonces �ramos m�s j�venes, ten�amos ilusiones y anhel�bamos que existiera lo que nuestra mente creaba.

Hoy no nos queda m�s que un espectro de aquella imagen de un hombre inventado y la realidad de un cad�ver que s�lo existe porque se alimenta de la codicia, es lo �nico real.

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