Me parece muy interesante que el Tribunal Supremo de Elecciones est� propiciando una reuni�n entre los cabecillas del SI y los del NO, para que se llegue a un acuerdo decente. Entiendo que tanto Alfredo Volio como Eugenio Trejos han aceptado concurrir. En buena hora.
Porque la verdad es que la campa�a est� tomando ciertos giros muy peligrosos y totalmente inaceptables. Y, lo digo sin tapujos. Principalmente por parte de los del SI, que m�s que a favor del tratado parecen estar dedicados a combatir a Albino y dem�s l�deres sindicales, y han llegado al hediondo extremo de ilustrar sus p�ginas con im�genes de Fidel Castro, Daniel Ortega y Hugo Ch�vez.
Eso es pura resurrecci�n de las viejas Voces del Odio (algunos recordamos la indecente campa�a que hicieron para ligar a Daniel Oduber con Fidel Castro) en lo cual los secunda con singular entusiasmo La Machaca-McCarthy.
La verdad es que desde que el tema se plante�, los defensores del SI han venido eludiendo el debate serio y formal. Recordemos si no la actitud del candidato Oscar Arias durante la campa�a del 05, que se neg� rotunda y sistem�ticamente a discutir el tema con sus adversarios. En el curso de ese a�o recuerdo haber asistido a tres debates que se anunciaron entre los negociadores del TLC y los que lo objetaban desde entonces, y a ninguno de ellos llegaron los negociadores.
Y de paso, esto ha venido acompa�ado de un intento, no por disimulado menos evidente, de silenciar a la Universidad de Costa Rica, que cumpli� con su obligaci�n evacuando la consulta que le hizo la Asamblea Legislativa sobre el tratado, y a la que se ha querido impedirle que divulgue, propague y publicite la opini�n que emiti�, alegando algunos (�Dios los bendiga!) que dentro de la Universidad hay profesores y estudiantes que discrepan de lo que la instituci�n emiti� como opini�n oficial de acuerdo con las leyes, los antecedentes y la costumbre.
Un debate en serio, que pudo sostenerse en la prensa, es para que cada parte exponga sus puntos de vista, la contraparte los combata, y se discuta. Pero buscando desprestigiar a don Albino, publicando fotograf�as de Fidel Castro y ligando al PAC con los l�deres marxistas, nada se avanza y Costa Rica retrocede.
Mientras tanto seguir�n apareciendo encuestas, unas que dicen una cosa y otras que dicen cosa distinta, y cada quien procurar� desprestigiar la que arroje conclusiones distintas a su esperanza. Alguien me pregunt� si creo en ellas. Contest� que s�, que creo en las encuestas y creo en los encuestadores, pero no creo en los encuestados. El tico responde lo que el otro quiere o�r. �O es que hemos dejado de ser ticos tioconejos?
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 8 de Agosto 2007
1 Comentarios
Muy estimado don Alberto: Afirma Ud. que le parece interesante que el TSE est� propiciando una reuni�n con el Rector Trejos y el Sr. Volio, para bajar el tono de la discusi�n acerca del TLC y prevenir la violencia. A m�, sin embargo, me parece un absoluto contrasentido que sea el TSE el que promueva tal actividad , ya que sus resoluciones recientes (todas sin excepci�n a favor de los proponentes del TLC, y todas fuertemente cuestionadas) son, en las �ltimas semanas, algo que ha atizado la indignaci�n de much�simos ciudadanos, incluy�ndome a m�. Por ello, el llamado del TSE despierta duda y suspicacia, por m�s noble que parezca su intenci�n.
Por cierto que la iniciativa de la reuni�n Trejos-Volio aparece luego de un incidente ocurrido durante un debate hace pocos d�as en San Isidro de Heredia en el que participaron el Rector Trejos, el Vicepresidente Casas y el diputado S�nchez. La versi�n de lo acontecido por parte de estos �ltimos, acusando al Sr. Rector de agresi�n, es la que ha dado pie para que aflore la preocupaci�n inmediata acerca de la “violencia” en el debate. Sin embargo, otras versiones de los hechos, provenientes de testigos presenciales, contradicen radicalmente lo narrado por Casas y S�nchez. Por ejemplo, la llegada del Sr. Rector sin acompa�antes, y grupos de j�venes asistentes que rechiflaron al Vicepresidente y al Diputado, es interpretado por ellos como un Rector que azuzaba “turbas” e incitaba a la violencia. Por ello es que, ante este tipo de situaciones, ang�licos llamados a la concordia provocan recelo y no confianza.