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�Prejuicios ideol�gicos?

Columnista huésped | 13 de Julio 2007

�Hay que permitir que inversionistas extranjeros se rijan aqu� por otras leyes?

Por Juan Jos� Sobrado Ch., abogado

Don Rub�n Hern�ndez desacredit� el pronunciamiento jur�dico de la UCR sobre el TLC, atribuy�ndole que se dict� por “prejuicios ideol�gicos” contra Estados Unidos, que “sus razones son endebles y carentes de profundidad”, y que ya hab�a sido ampliamente refutado por los funcionarios del Comex. Se funda, en cuanto a lo primero, en que tratados anteriores con otros pa�ses que, afirma son “una copia al carb�n” de este TLC, no fueron criticados, lo que revela el sesgo ideol�gico.

Todo eso es falso. Puntos principales del pronunciamiento de la UCR son los siguientes: i) que los inversionistas extranjeros no deben tener m�s privilegios que los locales; ii) que las medicinas de patente no pueden tener m�s privilegios que los que tienen bajo el convenio ADPIC y la declaraci�n de Doha; iii) que el comercio no debe prevalecer sobre el ambiente; iv) que el m�nimo de est�ndares laborales debe ser superior. Tales puntos los impuso como l�mites la legislaci�n norteamericana a sus negociadores y estos los violaron, imponiendo a Costa Rica lo que objetamos. Por esa raz�n, el Congreso de los Estados Unidos no dej� entrar tales normas a su pa�s, y ahora exige renegociar los TLC que lo irrespetaron.

Tan falsa es la afirmaci�n de don Rub�n que necesita fundarse en la contradicci�n de que la institucionalidad norteamericana va contra s� misma. Solo as� quienes la defendemos –pues es una de las grandezas de ese pa�s– y nos apoyamos en ella para objetar el TLC, podr�amos ser contrarios a EE. UU. Son don Rub�n y el Gobierno de la Rep�blica quienes la atacan –lo mismo que Hugo Ch�vez– al pretender lo contrario. O sea que los prejuiciados contra EE. UU. son ellos y no nosotros. Dios los cr�a y el diablo los junta.

Por tanto, ellos en mala compa��a y nosotros en la buena de a) los principios constitucionales de los Estados Unidos, declarados por la Corte Suprema de esa gran naci�n en su doctrina sobre los “substantive rights”, que permiten una amplitud mucho mayor al inter�s p�blico en restricciones leg�timas a la propiedad, de la que establece el TLC; y que igualmente impiden que los inversionistas extranjeros tengan privilegios mayores que los locales, seg�n lo pretende el TLC; b) de la secci�n 2102 de la Trade Promotion and Authority Act 2002 (HR 3009 ) o ley del “fast track” que imped�a a los negociadores norteamericanos exigir lo que lograron, y que el pronunciamiento de la UCR critica; c) de la ley de aprobaci�n del TLC o Implementation Act HR 3045, que, ante esa masiva violaci�n, y para impedir que dichas normas prohibidas entrasen a los Estados Unidos, en su secci�n 102, orden� que nadie, salvo los propios Estados Unidos, pod�a alegar derecho alguno con base en el Tratado; d) de la mayor�a del Congreso de Estados Unidos que por eso exige renegociar los TLC para que se ajusten a las reglas citadas de la Ley del “fast track”, lo que en parte se realiz� la semana pasada, con reformas a 6 cap�tulos del TLC con Colombia; e) de Israel, Jordania, Bahrein, Emiratos �rabes Unidos, Australia y Singapur, que no aceptaron tales cl�usulas en sus TLC con EE. UU.; f) de los pa�ses del Cono Sur que objetaron lo mismo en el ALCA; g) de las objeciones contra el Acuerdo Mundial de Inversiones hechas por Francia y otros pa�ses europeos, por las reglas aqu� objetadas del arbitraje inversionista-Estado. �Son todos ellos antinorteamericanos e ignorantes?

Don Rub�n lo sab�a, por lo que nunca se present� a debatir sobre el dictamen de la UCR en los diversos foros que lo invitaron, ni tampoco se present� a un debate en el Colegio de Abogados sobre el refer�ndum. Esto �ltimo quiz�s porque en su libro El R�gimen Jur�dico de los Derechos Fundamentales en Costa Rica (p�g. 343 en adelante), dice lo contrario de lo que ahora afirma sobre la imparcialidad de las autoridades p�blicas.

Finalmente, no es cierto que tratados anteriores digan lo mismo. Ya me refer� ampliamente a eso en mi contestaci�n a don Alan Thompson “Discriminaci�n y privilegios”, publicada el 15 de mayo, a la que me remito. Es m�s, el propio don Rub�n confes� en su art�culo conjunto “M�s sobre el TLC”, publicado el 15 de enero pasado, que a los inversionistas extranjeros hab�a que permitirles que se rigieran en Costa Rica por otras leyes ya que “desconoc�an” las nuestras.

(La Naci�n)

Columnista huésped | 13 de Julio 2007

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