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�rganos humanos: al por mayor y al menudeo

Columnista huésped | 25 de Julio 2007

Por �lvaro Su�rez Mejido, m�dico

La noticia de que el TLC no deja nada por fuera y el comercio de �rganos humanos es parte del mismo ha provocado indignaci�n, pavor y repulsa al pueblo de Costa Rica. O�r y leer que un ri��n no es m�s que una “mercanc�a”, ha originado una conmoci�n superior a la que producir�a un tsunami. Los costarricenses no est�bamos preparados para recibir una noticia tan monstruosa. Cre�amos que semejante barbaridad era cosa de ciencia ficci�n.

Inmediatamente salieron a relucir los asesinatos de ni�os en Guatemala, a los que les “sacaron” �rganos; as� como la multitud de mujeres asesinadas en Ciudad Ju�rez. Los responsables de tan horribles acciones ten�an que ser, forzosamente, individuos degenerados del bajo mundo, de peor cala�a que los sicarios

Como suele ocurrir, la verdad no s�lo es m�s triste sino que supera toda imaginaci�n. Matar a un semejante, sacarle el h�gado, los ri�ones, el coraz�n y hasta el cerebro y com�rselos lo hace cualquier degenerado.

Ahora bien, extraer un ri��n, para ser utilizado en un trasplante, de un ser vivo, no lo hace cualquier matasanos ni un roba-bancos. La extracci�n debe realizarla un experto, y con sumo cuidado, a efecto de garantizar la calidad de la v�scera. En otras palabras: un cirujano. Tampoco se debe hacer en cualquier cuartucho de un precario; debe realizarse en una sala de operaciones.

Los responsables de estos actos horripilantes no hay que buscarlos en el bajo mundo del hampa ni en los precarios. No, si queremos dar con ellos ser� preciso que escudri�emos dentro de la profesi�n m�dica, en el mundo acad�mico, en el alto mundo de los negocios, en suma, en la “alta sociedad. No me extra�ar�a que fueran profesionales de fama.

El negocio y mercadeo de ri�ones es algo perfectamente planificado. De nada valdr�a comprar un ri��n en s�per y tratar uno mismo de pon�rselo.

Para que la empresa tenga �xito debe haber una cadena perfectamente organizada. Aunque el ri��n puede usarse en el pa�s de la extracci�n, tambi�n es exportable. Veamos algunas de las cosas que se requieren: procuradores de �rganos, extractores, transportadores, compradores e implantadores.

En EEUU el receptor final suele pagar $30 mil por el ri��n; en Israel, alrededor de $20 mil. En Irak se consigue un ri��n por $500.

Esta es la cruda realidad actual: el �rgano humano es una mercanc�a m�s y “para evitar abusos hay que establecer reglas claras”. Para ello, nada mejor que los TRATADOS DE LIBRE COMERCIO que permiten y norman el trasiego de �rganos humanos, para que se lleve a cabo de una forma “limpia, ordenada y transparente”. Y como corresponde en un mundo globalizado: LIBRE DE ARANCELES.

�C�mo es posible que hayamos llegado a estos niveles de degradaci�n moral?

Veamos. Existe en la �tica una teor�a conocida como la PENDIENTE RESBALADIZA, teor�a que afirma que cuando hay una barrera frente a una acci�n que se considera incorrecta, si se abre un portillo y se admite una excepci�n, el curso de los acontecimientos ser� tal que al final se aceptar� como moral en todas las circunstancias.

En el campo de la Medicina tenemos buenos ejemplos de esta PENDIENTE RESBALADIZA: El Juramento Hipocr�tico, el Aborto y la Eutanasia, para s�lo citar tres.

El terreno debe acondicionarse debidamente, cualquier paso en falso dar�a al traste con nuestra empresa de hacer aceptable la compra-venta de �rganos humanos.

Primer paso: Crear una situaci�n terriblemente angustiosa, que conmueva hasta el hombre de coraz�n m�s duro.

Se trata de un peque��n que necesita urgentemente un ri��n, su vida pende de un hilo y el tiempo apremia: una tierna criatura tiene los d�as contados y quedan muy pocos. Un viejo no servir�a, no s�lo no despertar�a tanta emoci�n, sino que no faltar�a quien criticara al viejo, el que de manera ego�sta se aferra a la vida como una lapa.

Ya contamos con el personaje central del drama que se avecina: el tierno angelito. Ahora debemos agregar otro personaje: nadie mejor que la madre que asiste desconsolada e inerme: su angelito, el que llev� por nueve meses en su vientre, est� a punto de morir. Est� en la lista de espera de trasplantes de ri��n. M�s el turno llegar� cuando sea demasiado tarde.

�Qu� no har�a una madre por ese ser que es carne de su carne?, �Qui�n no se conmueve ante esta tragedia que se cierne sobre aquel hogar?, �Qui�n no se solidariza con la madre?

Todos quisi�ramos ayudar, de una u otra forma.

El primer paso hacia el despe�adero se ha producido. El pueblo est� sensibilizado, se ha identificado con la madre y comparte su angustia. Todos asumen que aquel angelito es casi de ellos.

Sacar a relucir, en este momento, el tema de la posible compra-venta de �rganos ser�a un error fatal e imperdonable: el fracaso de nuestro empe�o. Hay que proceder con suma cautela, el segundo paso es m�s dif�cil

Segundo paso: Este se orquest� en Pensilvania.

Estamos en los albores del a�o 2000. Los trasplantes de �rganos s�lidos han sido exitosos pero contin�an siendo muy escasos, motivo por el que los pacientes tienen que anotarse en lista de espera y muchos morir�n antes que les toque el turno. Por lo anteriormente expuesto, en Pensilvania se propone un PLAN PILOTO, llamado “Programa de Beneficios a Voluntarios”, el que consiste en: una ayuda m�dica, de $300, para ayudar a sufragar los gastos del funeral de aquellos que sus familiares accedieron a donar el �rgano en cuesti�n, como un homenaje al altruismo de esa familia.

El dinero ser�a entregado. No a los familiares sino a la funeraria. Todo el proceso estar�a bajo la estricta vigilancia de un Comit� de �tica. Como es de suponer, se acogi� la idea; era un Plan Piloto (estos planes, como son piloto, suelen ser bien acogidos). La cantidad de dinero muy modesta. Premiar a una familia generosa. Todo bajo la supervisi�n de un Comit� de �tica; esto del comit� es la guinda que necesitaba el pastel. Se hab�a dado el paso n�mero dos.

Tercer paso: Se dar� con la ayuda de una serie de acontecimientos externos y coet�neos.

Con fuerza arrolladora, gano terreno el t�rmino GLOBALIZACI�N. El anterior, de mundializaci�n no tuvo buen pegue. Globalizaci�n parece indicar que todos estamos hechos una pelota, que todos no s�lo vamos en al misma nave sino que compartimos los mismos anhelos y todo lo que suene “positivo”. Estando Globalizados, el complemento ideal era “LIBRE COMERCIO” y que �ste se llevara a t�rmino mediante los “TRATADOS”.

Por otra parte, las compa��as aseguradoras ya hab�an hecho n�meros y sab�an que les sal�a m�s barato pagar un trasplante, que un tratamiento de di�lisis permanente. En la India, los pobres pod�an vender un ri��n sin trabas legales. Eso constitu�a un buen precedente. As� como se hace “lobby” en el Senado y en el Congreso, tambi�n se puede practicar con mucho �xito en el ambiente acad�mico y dentro de las profesiones.

El libre comercio implica el reconocimiento de la omnipotente ley de LA OFERTA Y LA DEMANDA.

Convencer a la profesi�n m�dica que la venta de un ri��n era �ticamente aceptable, no fue una tarea m�s dif�cil de lo que se quiere admitir. El “lobby” se mont� con fil�sofos, abogados, psic�logos, m�dicos, matem�ticos, expertos en seguros, expertos en Bio�tica, en Econom�a; en fin, en todo lo imaginable. Desde el terreno de la Filosof�a y la Bio�tica se erosion� la teor�a de la pendiente resbaladiza, se dijo “es una falacia”.

Desde otros campos se argumenta aduciendo todo lo que parezca conveniente, aunque no sea convincente, con el fin de que se acepte que la venta de �rganos humanos no tiene reparos morales.

Es el reconocimiento a la autonom�a del individuo: cada uno puede hacer de su cuerpo lo que le venga en gana, sin interferencias de ninguna clase: SON DECISIONES QUE HAY QUE RESPETAR. Y PUNTO.

No voy a enumerar todo el maquillaje que ha requerido nuestro lenguaje para que nuestras mentes se fueran haciendo a las nuevas ideas de este mundo globalizado. Los conceptos de Comercio Justo y de Cooperaci�n han sido borrados para dar paso a los de LIBRE COMERCIO Y COMPETICI�N.

La justificaci�n �tica es, despu�s de todo, trivial, tanto que uno se extra�a que hayan tardado tanto tiempo en expresarla. Consiste en que, en el negocio de la compra-venta de un ri��n ambas partes resultan gananciosas: el comprador obtiene una mercanc�a (sea un ri��n o un zapato) y el vendedor el dinero correspondiente. As� de f�cil est� el asunto.

Por favor, no hagan mucho oleaje ni revuelvan la cosa. No sean arcaicos, hay que estar a la altura de los tiempos. Arrod�llense ante el altar del LIBRE COMERCIO Y COMPITAN.

El paludismo, la tuberculosis y el hambre matan m�s que todos los c�nceres, los sidas y todas las enfermedades que requieren el trasplante de un �rgano, juntas. Las primeras, que cobran m�s de 10 millones de vidas cada a�o, no despiertan inter�s ni compasi�n porque las v�ctimas son pobres. Las otras s� porque lo ricos no est�n a salvo de ellas.

La realidad hay que encararla. Los eufemismos no caben.

Columnista huésped | 25 de Julio 2007

1 Comentarios

* #2212 el 25 de Julio 2007 a las 06:04 PM Isidro Perera dijo:

Alvaro es un art�culo excelente:por su contenido y por la informaci�n que has facilitado. En el universo Eisnteniano no existen casualidades y pareciera que en el perverso universo paralelo, de la globalizaci�n neo liberal perniciosa y angurrienta, tampoco. Es una muy bien dise�ada estrategia para subvertir valores que han sido norma por tres o cuatro mil a�os. Lo que le deja a uno patitieso, es que el Colegio de M�dico y su Tribunal de �tica, al igual que esa conferencia episcopal a la que le torcieron el brazo, tampoco se han pronunciado. Los �ltimos olvidaron el vigente y eterno mensaje, que no admite adobos ni acomodos,mismo, que est� en el libro de los libros y que por dos mil a�os ha dicho: “que tu actuar y conducta sea s� o no Porque a los tibios los vomitar� de mi boca”

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