Por Daniel Matul Romero, profesor, escuela de Ciencias Pol�ticas, UCR
A partir de 1848, bajo la presidencia de Jos� Mar�a Castro Madriz, le correspondi� a Felipe Molina Bedoya inaugurar las fronteras costarricenses de su pol�tica exterior. Desde entonces, “nuestra voz en el mundo”, como dec�a Gonzalo Facio, se fue ampliando sobre la base de principios fundamentales que han distinguido al pa�s en el contexto internacional.
Ciento cincuenta y nueve a�os despu�s, la pol�tica exterior de Costa Rica est� en b�squeda de “nuevas fronteras”. El Plan Nacional de Desarrollo (PND) menciona la necesidad de revisar el tradicional ideario, que en la materia, se ha venido construyendo, pues el mundo cambi�. Uno de esos cambios es, inevitablemente, la irrupci�n de China como potencia mundial.
En ese contexto, la pol�tica exterior del pa�s emprende una estrategia de “realismo elemental” para responder a las demandas del contexto global. As�, con la Rep�blica Popular de China se plante� inicialmente un di�logo a nivel ministerial que el 1� de junio, en Pek�n, culmin� con la oficializaci�n de relaciones diplom�ticas entre ambas naciones.
Adem�s, la pol�tica exterior tendr� como actividades estrat�gicas la apertura de una embajada en la India; en el Sudeste Asi�tico, se abrir� una misi�n diplom�tica en Singapur, donde se ubica la sede de la Asociaci�n de Naciones del Sureste Asi�tico (ASEAN) y del Foro de Cooperaci�n Econ�mica Asia Pac�fico (APEC). Tambi�n se tiene previsto impulsar la candidatura de Costa Rica al foro de la APEC.
Asimismo, el pa�s establecer� alianzas tem�ticas con algunos pa�ses de Asia (Pap�a-Nueva Guinea, Palaos y Jap�n). Se indica, adem�s, la normalizaci�n de la interacci�n pol�tica con el mundo isl�mico, a trav�s de la apertura de una embajada en Egipto, sede de la Liga �rabe.
En materia de comercio exterior, el PND indica como metas prioritarias un crecimiento del 16,7% promedio por a�o en las exportaciones hacia Am�rica del Norte; del 17,0% promedio por a�o hacia Centroam�rica; del 22,4% promedio por a�o hacia CARICOM; del 17,5% promedio por a�o hacia la Uni�n Europea; del 38,7% promedio por a�o hacia Asia; y del 17,0% promedio por a�o hacia otros destinos. En ese contexto, se propone la conclusi�n de la negociaci�n del TLC con Panam� (anunciado para finales de junio por la prensa nacional) y la exploraci�n de mercados potenciales para la negociaci�n en el mediano plazo de acuerdos comerciales con miembros de la APEC.
Todas estas acciones est�n enmarcadas en tres ejes vitales, denominados, “compromiso pol�tico”, “contrato con la ciudadan�a” y “di�logos para el bicentenario”. El primero de ellos plantea objetivos que requieren negociaciones pol�ticas internacionales: el Consenso de Costa Rica; el Tratado Internacional sobre el comercio de armas; y la candidatura de Costa Rica al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
De su lado, en los di�logos para el bicentenario, se proponen la b�squeda de un amplio debate sobre temas como una estrategia transpac�fica; una alianza de civilizaciones con el Islam; la globalizaci�n de los bienes comunes de la humanidad y el rol que el pa�s puede jugar ante el surgimiento de nuevas amenazas. De alguna manera se dejan de lado las dos grandes fronteras del Sistema Interamericano: Cuba y Hait�.
Los primeros pasos hacia esa “nueva frontera” se han dado; pero al menos cuatro reflexiones deber�an hacer una llamado de atenci�n. En primer lugar, en efecto, Costa Rica se estar�a acercando al Asia, pero no debe descuidar su vecindario inmediato. Taip�i es uno de los socios m�s importantes que posee el Sistema de la Integraci�n y eso podr�a inhibir una relaci�n m�s estrecha en iniciativas de car�cter regional, particularmente, por la disciplina que exige la pol�tica de “una sola China”.
En segundo lugar, China es la quinta econom�a del mundo y la tercera potencia exportadora, con lo cual, amenaza con desplazar a la regi�n, no solo de mercados internacionales importantes; sino como fuerte competencia en materia de atracci�n de inversiones.
En tercer lugar, este nuevo rumbo de la pol�tica exterior, implica de alguna manera, una mayor cercan�a con Panam�. Este pa�s mantiene una oficina comercial en China continental y podr�a convertirse en un socio importante en la construcci�n de una estrategia conjunta.
Finalmente, la b�squeda de “nuevas fronteras” en materia de pol�tica exterior, no debe opacar la importancia de las fronteras tradicionales (Nicaragua y Panam�). La reactivaci�n de las Comisiones Binacionales debe implicar, tambi�n, un rompimiento con los esquemas hasta ahora utilizados. En este sentido, ser�a innovador que en la agenda de tales reuniones se incluya a los actores locales, no como meros observadores (sentados y a la espera de los resultados); sino como actores vitales de una pol�tica exterior distinta, coherente con los tiempos actuales, para ser consecuentes con el discurso oficial planteado.
(La Rep�blica)
Columnista huésped | 23 de Julio 2007
1 Comentarios
Siempre que veo opiniones sobre pol�tica exterior de personas que han tenido experiencia en ese campo, noto el mismo enfoque que favorece las relaciones comerciales y la b�squeda de los mercados; digamos el enfoque globalizador. Pero nosotros podemos colaborar en la b�squeda de alternativas si aceptamos a los otros miembros de nuestro club aunque no tengan significaci�n econ�mica. Mucho podr�amos haber ayudado por ejemplo a cambiar el concepto de la propiedad intelectual si nos hubieramos unido a los pa�ses subdesarrollados de Asia, �frica, y Am�rica Latina que si estaban tratando de moderarlo, pero no se hizo. Nosotros en pol�tica somos meros seguidores del paradigma que imponen al mundo las naciones ricas.