Por Arnoldo Mora
Una de las m�s antiguas y consolidadas democracias de Am�rica Latina como es Costa Rica, sufre hoy un deterioro alucinante y galopante de su Estado de derecho. La vigencia de este �ltimo ha sido una de las mayores conquistas de nuestra historia, de la cual nos hemos sentido orgullosos ante nosotros mismos y ante el mundo entero. En una regi�n que se ha caracterizado por haber sufrido los m�s oprobiosos reg�menes dictatoriales, sangrientas guerras civiles y una permanente inestabilidad pol�tica y social, provocadas por oligarqu�as criollas cavernarias y tenebrosas, nuestro pa�s ha sido tradicionalmente modelo, ante propios y extra�os, debido a que ha sabido forjar un sistema republicano.
Para valorar lo que esto significa, recordemos que no pocos pa�ses europeos han logrado gozar de una s�lida democracia tan solo en tiempos recientes y al doloroso precio de haber tenido que escenificar una sangrienta guerra mundial para acabar con abominables dictaduras nazifascistas. M�s recientemente a�n, en Nuestra Am�rica se instalaron gobiernos eufem�sticamente llamados “reg�menes de seguridad nacional” y que no eran sino la versi�n criolla del fascismo.
Desgraciadamente, Costa Rica se ve hoy amenazada por actitudes y gestos de quien ostenta la Primera Magistratura de la naci�n, que se permite tipificar su gobierno sin ning�n empacho como “tiran�a” y dice estar dispuesto a “torcer brazos” con tal de lograr sus objetivos. Todo lo anterior tiene antecedentes. El camino seguido por Arias para llegar a la silla presidencial fue igualmente tortuoso, pues no solo le torci� el brazo a la mayor�a de los magistrados de la Sala Constitucional para que dieran el “bazucazo” que le posibilitara volver a Zapote, sino que gan� por muy estrecho margen, las m�s recientes elecciones.
Es por eso que hoy muchos ciudadanos, al referirnos al sistema pol�tico que realmente rige en el pa�s, m�s que Rep�blica solemos llamarlo “r�gimen”, el r�gimen de los hermanos Arias… como en 1917. Pero esta vez no hubo necesidad de dar un golpe de estado porque previsoramente Don Pepe hab�a suprimido el ej�rcito. Para lograr sus prop�sitos, el actual r�gimen ha contado con la complicidad abierta de las instituciones que por ley est�n llamadas a salvaguardar nuestra democracia, como son la Sala Constitucional y el Tribunal Supremo de Elecciones.
Es por eso que se ha formado un gran frente patri�tico, que hoy a las 9 de la ma�ana expresar� pac�fica pero firmemente sus reclamos ante el Tribunal Supremo de Elecciones, en cuyas manos est� la salvaguarda de la paz que todos los costarricenses bien nacidos anhelamos para nuestra Patria. Este acto ser� el inicio de otros que, en toda la geograf�a nacional, llevar�n a cabo los m�s diversos sectores sociales para garantizar que el refer�ndum y, en general, la lucha contra el TLC, se lleve a cabo dentro de una atm�sfera aut�nticamente democr�tica como corresponde a las mejores tradiciones del pueblo costarricense. Estoy seguro que nuestros compatriotas apoyar�n en forma masiva y entusiasta esta gesta patri�tica.
(La Rep�blica)
Columnista huésped | 24 de Julio 2007
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