Una de las verdades tradicionales y populares m�s sabias que conozco, es aquella que afirma que donde menos se piensa salta la liebre. No faltar� alguien que me reproche el haberla citado dada la escasez de liebres que hay en Costa Rica, que convierte esa verdad en espa�ola, europea y colonialista; pero la verdad es que donde menos se piensa, salta la liebre.
Nuestra magn�fica Contralora nos result� la semana pasada, podr�a decirse, m�s �gil y m�s �til que la liebre, y sin propon�rselo, que yo sepa, nos enter� de uno de los casos m�s flagrantes de tonter�a administrativa y de corrupci�n no necesariamente monetaria pero s� ideol�gica y pol�tica.
Al revocar la adjudicaci�n que se hab�a hecho del balneario de Ojo de Agua para que fuese explotado privadamente como negocio, revel� la Contralora una de las estupideces o atentados (como ustedes quieran) m�s repugnantes de los �ltimos veinte a�os, tan pr�digos en cosas as�.
Resulta que los adjudicatarios de Ojo de Agua se aprestaban a construir all� una cancha de golf. Eso quiere decir (salvo que yo sea tonto y lo que he visto me haya convertido en dos tontos) que la intenci�n era convertir Ojo de Agua en un sitio de lujo para turistas extranjeros adinerados, y dejar a la clase media de Costa Rica sin el �nico y hermoso lugar de esparcimiento que el Estado le proporciona desde hace setenta a�os.
El Instituto Costarricense de Turismo, que yo recuerde solamente durante la gerencia de Fritz Leer habl� de fomentar el turismo interno y de desarrollar sitios para �l, y no se sabe que en las �ltimas d�cadas se haya preocupado por las vacaciones y turismo interno de los costarricenses no adinerados.
Pero all� estaba, y todav�a est�, Ojo de Agua. Para todos. A pesar de que hace unas d�cadas los “deportistas” hicieron sustituir el bell�simo estanque agreste que duplicaba la belleza de Ojo de Agua por una supuesta piscina ol�mpica (para esparcimiento de unos cuantos).
No s� si, una vez revocada por la se�ora Contralora la adjudicaci�n que hab�an hecho para convertir el balneario de Ojo de Agua en un centro tur�stico (l�ase sitio de lucro), persistir�n en privatizar ese bell�simo lugar de todos y para todos los costarricenses. Ni si al privatizarlo, seguir�n los privatizadores emperrados en convertirlo en un lugar para turistas extranjeros adinerados, ojal� con casino… y no s� si con prostituci�n de menores en el vecindario.
Y que a la clase media nacional, esa columna vertebral de nuestro sistema social y consecuentemente de nuestra estructura pol�tica, que la sigan mordiendo los perros… hasta que venga un gobierno, no s� cu�ndo pero ojal� antes de que yo me vaya de este mundo, que piense en ella, como estuvieron acostumbrados a pensar en ella los gobiernos de don Ricardo Jim�nez, don Alfredo Gonz�lez, y todos los que tuvimos a partir de 1948… y hasta que los economistas liberales de farmacopea se apoderaron de los partidos pol�ticos.
Hay que defender Ojo de Agua con la misma energ�a con que defendemos el ICE, la gratuidad del Cuerpo de Bomberos, y la potencia financiera que le permite al INS dar el mejor tratamiento concebible a los trabajadores accidentados.
Pensemos m�s en el costarricense medio, y menos en esos que ahora llaman los CEOs. Por favor, no le pidamos al Papa que globalice la cl�sica frase para que diga en lo sucesivo: “Gloria in Excelsis CEO”.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 18 de Julio 2007
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