Como suele ocurrir, buscando una cosa entre mis papeles viejos, encontr� otra que me interes� m�s que la que buscaba.
Hace 38 a�os, cuando gobernaba en Chile el primer Frei, se produjo un documento que se llam� Consenso de Vi�a del Mar, producto de una reuni�n que celebr� en esa ciudad chilena un organismo llamado Comisi�n Especial de Coordinaci�n Latinoamericana (CECLA), del que francamente no me acuerdo.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Gabriel Vald�s, llev� a Washington el documento, oficializ�ndolo as� y d�ndole el respaldo de su gobierno. Y all�, en una gaveta del Departamento de Estado, termin� la historia.
Trascribo algunas de las cosas que (seg�n La Naci�n, de San Jos�) expres� el canciller chileno.
“No es cierto que nuestro continente est� recibiendo una ayuda en materia financiera. Es todo lo contrario, si las cifras no mienten: es Latinoam�rica la que est� contribuyendo a financiar el desarrollo de Estados Unidos y de otras naciones industriales: las empresas privadas norteamericanas retiran de nuestro Continente sumas que son varias veces superiores a las que invierten”.
La nueva relaci�n deb�a basarse en otros principios, y estos deben ser respetados. El Canciller Vald�s los enumer� as�: “la irreversible y leg�tima aparici�n de un cada vez m�s claro nacionalismo continental, que persigue la afirmaci�n de la personalidad latinoamericana con pensamiento, valores y moldes propios de organizaci�n; el principio de no intervenci�n; el derecho de cada pa�s a disponer libremente de sus recursos”.
Todo lo anterior suena a cosa cajonera y evidente. Pero veamos lo que sigue, siempre en palabras de Gabriel Vald�s, y no del documento original, del que no dispongo: “La cooperaci�n econ�mica no debe condicionarse a medidas pol�ticas o militares ni menos a la aceptaci�n por nuestra parte de un determinado modelo pol�tico, social o econ�mico”.
La adhesi�n a este �ltimo p�rrafo es la que explica la oposici�n de muchos costarricenses al Tratado de Libre Comercio, que s� viene condicionado a “la aceptaci�n por nuestra parte de un determinado modelo pol�tico, social o econ�mico”.
Lo que queda evidente, es que en Latinoam�rica ha habido pensamiento aut�ctono. En aquel tiempo (el documento que he citado es de 1969), hombres como Betancourt, Figueres y Haya de la Torre eran fuente de ideas aut�ctonas, geogr�ficas, claras, de espacio-tiempo hist�rico. Ahora, por lo que parece, las ideas vienen inexorablemente del Norte. No se ha sabido que nuestros plenipotenciarios llevaran alguna idea propia a las negociaciones del TLC, salvo en el tanto en que se les atribuye haber sido ellos quienes ofrecieron la “apertura” del INS y del ICE, pensando que s�lo incorpor�ndolo en un tratado podr�an ver realizarse lo que era un viejo prop�sito de nuestras alas derechas.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 11 de Julio 2007
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