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Chisporroteos

Alberto F. Cañas | 7 de Julio 2007

Por supuesto, los diputados que aprobaron una partida espec�fica de 90 millones a favor de una fundaci�n fantasma manejada por la familia de un diputado diz que independiente, no han explicado ni explicar�n jam�s las buenas razones que tuvieron para aprobarla, sobre todo que se trata de una fundaci�n religiosa que no pertenece a la �nica religi�n que seg�n la Constituci�n Pol�tica est� protegida por el Estado.

Yo me quedo patidifuso cada vez que veo a cuatro, a cinco, a seis o a siete magistrados tomando decisiones de trascendencia pol�tica, aunque haya una ley que as� lo autorice.

Y me quedo como dije en el p�rrafo anterior, porque soy de los tontos que quedamos, pensando que en una democracia las decisiones pol�ticas deben ser tomadas por funcionarios elegidos por el pueblo, y que cuando la toma de esas decisiones se la traspasan a funcionarios nombrados, no elegidos por el pueblo o peor a�n, toman ellos por cuenta propia la de reformar la Constituci�n, la que sufre es la democracia por m�s juristas a la violeta que celebren esas decisiones cuando coinciden con su ideolog�a o con sus intereses pol�ticos.

Si la Sala Cuarta toma las decisiones que ha tomado bas�ndose en su ley constitutiva, debemos pensar que la que es inconstitucional es esa ley constitutiva, y desgraciadamente no parece que haya a quien recurrir pidi�ndole que declare esa inconstitucionalidad… pero se puede recurrir a la Asamblea Legislativa para que sea ella la que le quite a la Sala las funciones inconstitucionales que le dieron o se recet�. De paso, es urgente establecer una segunda instancia constitucional, porque no es conveniente que existan sentencias inapelables. La Sala de Casaci�n o la Corte Plena con ausencia de los magistrados constitucionales, podr�an ser esa segunda instancia.

En todo caso, son los diputados los que deber�an defender su propio fuero. Todav�a no s� por qu�, cuando la Sala reform� la Constituci�n, no se apresuraron los diputados a “desreformarla” mediante el �nico procedimiento que la propia Constituci�n establece, castigando de paso la insolencia.

No me anima a escribir lo que he escrito, el m�s reciente fallo de la Sala, puesto que �se s� est� dentro de sus atribuciones. Por otra parte, en lo que a m� respecta, no combato el TLC por inconstitucional sino por inconveniente. Y m�s que el tratado mismo (principalmente en lo que tiene de encarecimiento de la seguridad social y ruina de nuestra industria farmac�utica costarricense, lo que me repugna es la colita que tiene exclusiva para Costa Rica, que es la que se propone destruir la rep�blica solidaria que los costarricenses construimos con ideas propias y con resultados que nos enorgullecieron, hasta que la destrucci�n comenz� en 1986.

(La Rep�blica)

Alberto F. Cañas | 7 de Julio 2007

2 Comentarios

* #2149 el 9 de Julio 2007 a las 09:31 AM VICTOR RAMIREZ SANCHO dijo:

Buen d�a don Alberto

Excelentes todas sus aportaciones a la democracia de Costa Rica. Yo soy asiduo lector de todas sus obras.

�No le recuerda a usted este personaje Guy�n a Lesmes Chaverri de La Soda y el FC?

Se qued� corto el “chollao” de su libro.

Y encima de todo, don Guy�n pone cara de arc�ngel.

Recuerdo otra frase de Joaqu�n Guti�rrez refiri�ndose a los �ngeles de m�rmol del cementerio… dec�a don Joaqu�n que parec�a que acababan de masturbarse. �Remember “Te acord�s hermano”?

* #2190 el 20 de Julio 2007 a las 10:55 PM carlos J. Soley dijo:

Si me van a poner Guy�n mejor que me pongan buch�n, que al fin y al cabo define a este diputado mejor que mil palabras.

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