• Las palabras vac�as se pierden en el viento
Por Yamileth Gonz�lez, rectora de la UCR
En las �ltimas semanas, se han lanzado graves cargos contra la Universidad de Costa Rica (UCR), acus�ndola de abandonar su vocaci�n acad�mica y pluralista y de cerrarse a ideas en torno al TLC. Incluso se ha insinuado persecuci�n hacia estudiantes y profesores que mantienen puntos de vista diferentes. Hasta ahora, sin embargo, no se han presentado denuncias concretas, como ser�a de esperar en un asunto tan serio.
Desde hace mucho tiempo, distintas instancias universitarias han venido organizando comisiones, haciendo investigaci�n y escribiendo trabajos acad�micos que buscan entender la propuesta econ�mica y social contenida en el TLC, trabajos en los que se analizan sus virtudes y sus posibles consecuencias negativas, para proponer opciones o disminuir los impactos desfavorables para grupos sociales e instituciones.
Nunca –que yo sepa– se les ha preguntado de antemano a los/as compa�eros/as que van a participar en una comisi�n institucional o grupo de estudio su filiaci�n ideol�gica o pol�tica partidista y su posici�n sobre el TLC. Algunos no han querido estar y a nadie que se haya acercado a trabajar se le han cerrado las puertas. Que yo tenga informaci�n, a nadie se le ha impedido trabajar en ninguno de estos �mbitos u organizar sus propios grupos de estudio.
Tenemos meses de estudiar, analizar, sintetizar, debatir, polemizar, conversar en torno al TLC; lo hemos analizado como principio de relaci�n internacional y en sus consecuencias en diferentes �reas, como las telecomunicaciones, la educaci�n, la salud y los posibles roces constitucionales. Hemos puesto nuestras capacidades inter- y transdisciplinarias al servicio del pa�s. Tambi�n nuestra capacidad cr�tica, nuestra �tica y nuestro conocimiento y, por supuesto, nuestra disposici�n de trabajar en equipo.
La UCR no puede ser indiferente y mucho menos neutral. La neutralidad paraliza, niega el propio ser de la academia. Otra cosa son la pluralidad de pensamiento, la libertad de c�tedra –que es irrenunciable–, el derecho a disentir y a ser respetada y respetado por mantener ideas diferentes.
El Consejo Universitario, como �rgano legislativo, emite pol�ticas y, a partir de un conocimiento informado, puede y debe pronunciarse. Los acad�micos, funcionarios administrativos y, por supuesto, la Federaci�n de Estudiantes de la UCR, las asociaciones, y las/os universitarias/os individualmente pueden y deben informarse y pronunciarse.
Eso s�, deben hacerlo en el marco del estudio –no de la opini�n desinformada y subjetiva–, del an�lisis cr�tico, de la lectura de diversos puntos de vista y de la �tica. Deben hacerlo con documentos y con argumentos y, desde luego, en un ambiente de discusi�n, de di�logo abierto, de pol�mica o de conversaci�n sin intolerancias. Las opiniones pueden ser –y de hecho son– diversas, y eso enriquece el debate.
El problema se presenta cuando alg�n grupo decide salir a la prensa en un af�n mal canalizado de protagonismo, a denunciar sin concretar y a no decir nada sobre el tema en discusi�n. El problema es identificarse como estudiante de una universidad, o de una facultad, y quejarse de que no se tienen espacios y no proponer ninguna acci�n concreta para dar a conocer sus puntos de vista.
Es muy f�cil criticar, tratar de desmovilizar e impedir el trabajo; m�s dif�cil es pasar largas horas leyendo, escuchando, planteando alternativas con argumentos, y eso es lo que yo esperar�a como rectora que hicieran nuestros estudiantes. Las palabras vac�as se pierden en el viento.
La UCR es lucem aspicio, es humanismo, academia, conocimiento, pertinencia y posibilidad de impacto positivo. Puede y debe iluminar caminos, abrir alternativas, ayudar a provocar las transformaciones que el pa�s necesita. Como instituci�n superior de servicio, su objetivo es la formaci�n de profesionales integrales e �ntegros, la generaci�n de conocimientos, la b�squeda de la innovaci�n cient�fica y tecnol�gica y la protecci�n del ambiente.
Como instituci�n p�blica, estamos al servicio del bien com�n y el mejoramiento social, sobre todo de los grupos en condiciones de pobreza y vulnerabilidad.
No somos neutros, ni neutrales, ni indiferentes. Por eso no podemos permitir que intenten paralizarnos, ni con argumentos para proteger el “s�”, ni con argumentos para proteger el “no”.
Estamos abiertos al foro, al debate, a la inclusi�n, en un �mbito respetuoso, inteligente e informado. En las �ltimas semanas hemos dado muestra de ello, fortaleciendo un conjunto de debates en el canal 15 y en Radio Universidad de Costa Rica.
Hemos dado tambi�n a conocer los resultados de una encuesta realizada por la Escuela de Estad�stica, en forma directa y transparente. Sus resultados est�n a disposici�n de las personas y grupos interesados.
Se nos ha pedido apertura, pero quienes lo hacen, �tambi�n est�n dispuestos a ofrecer espacios para confrontar ideas en un ambiente respetuoso y libre de coerciones? Tienen la palabra las/os detractoras/es de la Universidad de Costa Rica.
(La Naci�n)
Columnista huésped | 29 de Junio 2007
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