Por Jorge Enrique Romero-P�rez, director Instituto de Investigaciones Jur�dicas, Facultad de Derecho, UCR
En el voto 8867-02 la Sala Constitucional afirm� que en el refer�ndum el pueblo retoma el poder originario y por el sufragio (voto) resuelve sobre las normas que regir�n su futuro. Ante un refer�ndum, las autoridades p�blicas constituidas deben ceder el paso, hacerse a un lado, dejar que el pueblo decida y aceptar su decisi�n.
La garant�a de imparcialidad por parte de las autoridades gubernativas es fundamental.
Cabalmente la Comisi�n Europea para la Democracia, emiti� el C�digo de la buena pr�ctica del refer�ndum, en la reuni�n de Venecia del 16 y 17 de marzo de este a�o (http://venice.coe.int) por la cual enfatiza la importancia del deber de neutralidad de las autoridades de Gobierno en el proceso del refer�ndum, para que el ciudadano vote sin las interferencias del poder estatal.
Estas autoridades p�blicas no deben participar parcializadamente en el proceso del refer�ndum.
Esta relevante condici�n de neutralidad de las autoridades p�blicas es una necesaria condici�n para la existencia v�lida del refer�ndum.
Adem�s, debe existir equidad y equilibrio en la informaci�n y en el acceso a los medios de comunicaci�n.
Esto significa el respeto y el cumplimiento de la democracia y a los derechos fundamentales de las personas.
El tribunal electoral de nuestro pa�s, en este proceso del refer�ndum ha actuado erradamente, en contra de estos principios jur�dicos democr�ticos, pues permiti� y autoriz� que las autoridades gubernativas hagan propaganda a favor del s� en el refer�ndum del TLC, con toda la maquinaria del Estado, incluso canal 13, que de hecho es la televisora de la Casa Presidencial, en donde los programas realmente cr�ticos los elimin� el gobierno.
Adem�s, este �rgano electoral nos va a poner a votar en el refer�ndum sobre un proyecto del TLC-USA que tiene tres dict�menes: uno en contra (Partido Acci�n Ciudadana) y dos a favor (Partido Liberaci�n Nacional y Social Cristiano). Y, se niega a hacer esta necesaria correcci�n. Se olvida que la democracia; y, el destino del pa�s y de los costarricenses est� de por medio.
(Diario Extra)
Columnista huésped | 29 de Junio 2007
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