Por Edwin Zamora Bola�os, profesor universitario
“En mayo, los temores sobre las restricciones a la libertad de expresi�n se avivaron con la dimisi�n de tres presentadores de programas radiof�nicos de entrevistas, que al parecer hab�an recibido amenazas (gubernamentales) por pedir m�s democracia…”
Estas declaraciones, presentadas por Amnist�a Internacional (AI) en su informe de 2005, podr�an hacernos pensar en los �ltimos acontecimientos ocurridos en nuestro cercano vecino del sur y principal proveedor de petr�leo, Venezuela. Las cuestionables acciones llevadas a cabo por el presidente Hugo Ch�vez, al no renovarle la concesi�n a una emisora de televisi�n de ese pa�s, despert� cr�ticas a lo interno de Venezuela y a nivel internacional.
Las cr�ticas se dieron inclusive en nuestro pa�s. Altos miembros del gobierno, incluyendo al presidente Arias, se lamentaron del hecho por constituir una herida mortal para el sistema democr�tico.
Al igual que el presidente, cualquiera coincidir�a en la necesidad de hacer respetar, al tiempo que se reprocha cualquier violaci�n a los derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresi�n y denunciarlos como una amenaza a la democracia.
No obstante, las declaraciones de Amnist�a internacional no hac�an referencia a Venezuela, sino a presiones pol�ticas por parte de la Rep�blica Popular de China sobre medios de comunicaci�n en la Regi�n Administrativa Especial de Hong Kong, que a pesar de su relativa autonom�a administrativa, ha recibido fuertes presiones provenientes del continente, tendientes a menoscabar los derechos fundamentales del ser humano, cosa por cierto muy com�n para los habitantes de esa creciente potencia econ�mica.
Sin embargo, desde que el presiente Arias asumi� su mandato no se han escuchado voces de aliento para los millones habitantes de China, que claman por mayores libertades y derechos pol�ticos, y mucho menos cr�ticas al r�gimen antidemocr�tico.
Ante este panorama, resulta poco coherente la cr�tica hacia reg�menes que se consideran contrarios a los principios democr�ticos, mientras que por otro lado, y de manera sigilosa, se realizan esfuerzos diplom�ticos por ampliar lazos pol�ticos, econ�micos y comerciales con pa�ses que presentan mucho peores precedentes en cuanto a violaci�n de derechos humanos.
Parad�jicamente este comportamiento s� resulta coherente con el silencio presidencial antes descrito, supongo, con tal de no enojar a la gran potencia asi�tica.
Entre las denuncias de AI sobre los abusos del gobierno chino se encuentran, entre otros, la tortura, detenci�n administrativa y juicios injustos por parte de las instituciones estatales, as� como la ausencia de salvaguardas b�sicas de protecci�n a los derechos de los acusados, derivando en un gran n�mero de personas sometidas a pena de muerte tras estos juicios. Oficialmente se habla de 3.400 personas ejecutadas en 2005, pero AI teme que el n�mero es mucho mayor.
Si la justificaci�n para tal incoherencia entre discurso y hechos, se intenta realizar argumentando a favor de criterios econ�mico estrat�gicos y beneficios para Costa Rica, implicar�a maquillar la violaci�n de los principios de vida fundamentales por principios oportunistas, materialistas e interesados. Y eso ser�a poner por encima de la vida los intereses econ�micos sin ning�n tipo de conciencia moral, algo a todas luces inaceptable.
Ahora que se inician relaciones diplom�ticas con China, esperamos que el Gobierno, incluido el presidente, alce tambi�n la voz para defender a los habitantes de ese pa�s que d�a a d�a se ven sometidos a graves violaciones a sus derechos humanos fundamentales y que no sean solamente las motivaciones comerciales y pol�ticas las que terminen saliendo a relucir en esta nueva relaci�n.
(La Prensa Libre)
Columnista huésped | 19 de Junio 2007
6 Comentarios
Esta actitud y posici�n tan cuestionable e hip�crita de nuestras relaciones exteriores como pa�s, retrata la doble moral que caracteriza tambi�n a “Occidente” que denuncia, presiona y hasta invade pa�ses que “no son democr�ticos y est�n bajo dictaduras y gobiernos corruptos o amenazantes para la paz mundial” siempre y cuando esos gobiernos no sean Rusia o China o potencias semejantes. Ah� callan los principios.
Curiosamente ya me hab�a manifestado en este sentido desde un mes antes de que rompi�ramos relaciones con Taiwan… para muestra un bot�n: vid la revista electr�nica: www.culturacr.com mi art�culo “Tijereteando” al respecto, por si alguien piensa que es oportunismo o “una moda”.
Tiene toda la raz�n. Simple y sencillamente es un doble discurso manejado por el Presidente inconstitucional Arias y su burdo equipo de trabajo.
Don Edwin Zamora califica de “cuestionable” la decisi�n del gobierno venezolano de no renovar la concesi�n a la empresa RCTV, perteneciente al grupo empresarial transnacional 1BC, para continuar usufructuando a perpetuidad y con enormes ganancias, la se�al del canal 2 del espectro radioel�ctrico venezolano.
El Sr. Zomora no da ninguna raz�n para “cuestionar” una decisi�n soberana, legal, jur�dica y constitucionalmente blindada, del gobierno venezolano. Me gustar�a preguntarle al Sr. Zamora si alguna vez tuvo la oportunidad de ver la programaci�n de RCTV, especialmente en los meses que antecedieron al golpe de estado del 11 de abril del a�o 2002 y durante los meses subsiguientes, desde diciembre hasta febrero del 2003, cuando, durante 63 d�as, se desat� en Venezuela el sabotaje de su industria petrolera,lo que caus� al pa�s p�rdidas materiales por m�s de $20 mil millones, en la superficie,adem�s de numerosas muertes y tragedias humanas,que todav�a est�n frescas en la memoria del pueblo venezolano.
�Sabr� el Sr. Zamora que RCTV, junto con casi todos los canales de tv y diarios nacionales, se “encadenaron”, suspendieron toda su programaci�n regular, sus novelas, sus musicales, sus enlatados, dejaron de transmitir todas sus pautas publicitarias, para transmitir durante las 24 horas los constantes llamados a la desobediencia civil,a no pagar impuestos, a los abiertos llamados de la “Coordinadora Democr�tica” para derrocar al gobierno, a transmitir todos los d�as, a las 6 pm, los “reportes de guerra” de la marcha del paro que, seg�n ellos, deb�a acabar con el gobierno de Hugo Ch�vez?
Tampoco ha visto sin dudas la programaci�n de dicha empresa desde entonces hasta el mismo d�a en que se venci� la concesi�n otorgada por decreto del gobierno de Jaime Lusinchi en 1987, con 20 a�os de duraci�n. De haberla visto, habr�a experimentado el asombro ante tal cantidad de odio, de racismo, de desprecio por personas e instituciones. El Sr. Zamora no tiene ni idea de todo esto. Tal vez es Sr. Zamora pudiera acercarse a la Embajada de Venezuela en San Jos� y solicitar algunas copias de los numerosos documentales, videos y ejemplares de la prensa venezolana de esos d�as para investigar el papel que tuvieron todas las empresas medi�ticas, tanto impresas como audiovisuales, en la planificaci�n, promoci�n y ejecuci�n de ese golpe de estado y del posterior paro-sabotaje contra PDVSA. Solo despu�s de hacer esa investigaci�n, si lo hace con plena honestidad intelectual y moral, cosa que no pongo en duda, el Sr. Zamora tendr�a suficientes elementos c�mo para saber si la decisi�n del Presidente Ch�vez respecto a RCTV es realmente “cuestionable” o no.
Me pregunto si el Sr. Zamora hubiera tolerado una programaci�n semejante a un canal de tv de Costa Rica que abiertamente haya llamado a derrocar un gobierno que no concordaba con los intereses pol�ticos, ideol�gicos o comerciales de dicha empresa.
Sin embargo,pareciera que el esc�ndalo, el excesivo ruido medi�tico en relaci�n al caso RCTV, pol�tica e ideol�gicamente motivado y alimentado por las grandes cadenas medi�ticas afines a los intereses comerciales de las grandes empresas transnacionales vinculadas a RCTV, no le han permitido al Sr. Zomora la oportunidad de conocer algunos otros casos, m�s cercanos a�n,incluyendo algunos en su propio pa�s,que le hubieran permitido ilustrar con eficacia su art�culo, que, en mi opini�n,est� bien intencionado. As�, el Sr. Zamora se habr�a enterado, por ejemplo, que en abril de este mismo a�o el gobierno de Garc�a, en Per�, revoc�, anul�, cerr�, varios canales de tv y emisoras de radio, sin esperar a que se les venciera su licencia. En Uruguay, el considerado “progresista moderado” de Tabar� V�squez hizo lo propio con varias estaciones de radio. �y qu� ha pasado en Costa Rica con algunos programas de tv y de radio que han sido cr�ticos con el tema del TLC?
Espacio me faltar�a para enumerar los casos similares a RCTV ocurridos en Espa�a, Francia y otros pa�ses de Europa y de Am�rica, y, cosa m�s grande, en los mismos Estado Unidos, en donde la FCC, dependencia de la administraci�n Bush, ha cerrado numerosos canales de radio y televisi�n, cosa frecuente y normal en ese pa�s mod�lico.
Pero, claro, la referencia a Ch�vez vende, est� de moda, es m�s f�cil tirar la piedra al vecino inc�modo, paro no molestar a los amigos. Ya nos estamos acostumbrando a que para criticar cualquier cosa, en cualquier art�culo que se escriba, hay que hace una referencia a Ch�vez, negativa claro est�, porque lo bueno nadie la ve. No creo que el Sr. Zamora ignore esos casos, aunque no hayan recibido la estruendosa publicidad del caso RCTV. Est�n al alcance de una tecla en el Internet.
Una cosa es que una empresa medi�tica tenga derecho a mantener una l�nea editorial cr�tica a un gobierno, cualquiera sea, pero otra cosa es cuando un canal de tv, a quien el estado le ha concedido el privilegio de lucrarse con la explotaci�n de esa se�al que pertenece a todo el pueblo, se convierte en un partido pol�tico, sustituye a los partidos pol�ticos, y desde el poder medi�tico que le confiere ese medio intente derrocar a un gobierno, llamando desde todos sus escenarios y espacios, hasta en las teleculebrones de sus novelas, al desconocimiento de un gobierno leg�tima y democr�ticamente constituido, como el del Presidente Ch�vez, reconfirmado en varios procesos electorales de cuya transparencia han dado fe firme innumerables organizaciones nacionales e internacionales, como muy pocos gobiernos en AL pueden reclamar hoy; que el Sr. Zamora examine las elecciones en Estados Unidos, en Colombia, en Per�, en M�xico y hasta en la misma Costa Rica, y ver� que tengo raz�n.
En respuesta a J. M. Abreu quisiera aclarar que, no importa las circunstancias y si estamos o no de acuerdo o sentimos o no cierta simpat�a por el gobienro venezolano, medidas del tipo mencionadas y llevadas a cabo por el presidente Ch�vez, son siempre cuestionables, as� como lo son las detenciones pol�ticas en Cuba, las penas de muerte en China, la invasi�n de Estados Unidos a Irak… todas ellas tienen como trasfondo y justificaci�n la defensa de la naci�n por quienes las llevan adelante, pero no necesariamente se llevan a cabo a trav�s de los mecanismos m�s id�neos ni con las intenciones m�s justas.
No quiero referirme al fondo de las justificaciones planteadas por Abreu para apoyar las acciones del Gobierno de Venezuela, que no dudo sean veraces. No obstante, tanto las acciones del medio de comunicaci�n, como del mismo gobierno dejan cierto sin sabor.
Por un lado si la libertad de prensa y expresi�n dejan las puertas abiertas para que el comunicador haga y diga cualquier cosa y hasta qu� punto el gobierno puede ejercer presi�n y censura sobre un medio… Estos son siempre temas delicados que no deben tratarse a la ligera.
Son ante todo temas pol�micos y celebro que se discuta sobre ellos… aunque este no fuera, en el fondo, el tema central de mi art�culo.
Aunque es cierto que el tema no es central en su art�culo, quisiera decirle al colega Zamora que las acciones llevadas a cabo por RCTV, y otros canales privados, antes, durante y despu�s del golpe del 2002 ya eran suficientes razones para haber anulado o revocado la concesi�n; por mucho menos graves motivos en muchos pa�ses tanto de AL como de Europa y en los mismos Estados Unidos se han revocado concesiones a estaciones de radio y de tv.
A RCTV no se le revoc� la concesi�n, simplemente �sta caduc�, Ch�vez tuvo la paciencia de esperar a que se le venciera, despu�s de 20 a�os de haber sido otorgada por un decreto del Presidente Lusinchi. Un decreto presidencial se la otorg�, otro no se la renov�. Ambos actos son pol�ticos. No existe renovaci�n autom�tica. Renovarla hubiera equivalido a reconocer que una empresa de medios tiene el derecho a explotar a perpetuidad el espectro radioel�ctrico, cosa que creo que ning�n pa�s del mundo reconoce.
Conceder o no conceder una licencia de uso del espectro radioel�ctrico es una decisi�n pol�tica. RCTV dej� de funcionar como empresa medi�tica para actuar como un actor pol�tico, sustituy� a otros actores pol�ticos, propici� acciones pol�ticas que iban mucho m�s all� de las funciones para las cuales un estado otorga una concesi�n en telecomunicaciones.
Este es un punto de fondo: �para qu� existe una empresa de televisi�n? Bien sabemos que la libertad de expresi�n no solo la limitan los estados o los gobiernos, sino los mismos due�os de las empresas medi�ticas, son ellos los que pueden chantajear incluso a cualquier gobernante. Le doy un ejemplo muy conocido en Venezuela. Cuando Lusinchi concedi� la licencia a RCTV en 1987 estaba en la opini�n p�blica el tema de su divorcio y sus relaciones extramaritales con su secretaria privada Blanca Ib��ez.
Lusinchi aprovech� el vencimiento de la concesi�n para obligar a RCTV a desaparecer de sus pantallas toda opini�n que tocara el tema de Blanca Ib��ez; abiertamente eso fue un caso de chantaje, y Marcel Granier acept�,a pesar de que odiaba a Lusinchi, por los intereses econ�micos en juego y traz� una l�nea editorial de protecci�n de imagen para Lusinchi y su entonces amante. Aqu� un gobernante censur� al medio.
Pero resulta que, y esto lo conocen muy bien en Venezuela, la periodista Rosana Ord��ez, con varios a�os conduciendo un programa de opini�n en la planta, fue despedida de un d�a para otro, sin mediar ninguna explicaci�n, sin consideraci�n alguna ni con la periodista ni con los usuarios, por Marcel Granier; �su falta? haber mencionado el nombre de Blanca Ib��ez, y Rosana Ord��ez desapareci�, sufri� una muerte medi�tica. En este caso, el medio viol� la libertad de informaci�n y de expresi�n.
El caso m�s patente de la censura ejercida por Marcel Granier en RCTV es el del expresidente socialcristiano Luis Herrera Campins, cuando �ste prohibi� por decreto la publicidad de cigarrillos y licores, y le quit� a RCTV la exclusividad que ten�a por much�simos a�os de las transmisiones de las carreras de caballo, por lo cual ni siquiera pagaba derechos al fisco nacional. Desde entonces hasta el d�a de hoy, Luis Herrera Campins no apareci� m�s nunca en las pantallas de RCTV, su nombre fue desterrado y sufri� tambi�n la muerte medi�tica.
Me gustar�a invitar al colega a que investigue lo que pas� con el productor independiente Reny Ottolina, el m�s recordado presentador de la tv venezolana de todos los tiempos. Ponga su nombre en el famoso buscador y podr� hacerse una idea de lo que signific� R. Ottolina en la historia de la tv en Vzla y c�mo Marcel Granier lo expuls� de la tv venezolana.
Pienso que toda aplicaci�n de una ley genera insatisfacciones en quien recibe sus efectos. Cuando las autoridades le anulan la licencia de conducir a alguien, por haber quebrantado las leyes de tr�nsito y haberse convertido en un peligro para la sociedad, le est�n limitando sus derechos de libre tr�nsito. Claro, el tema se torna m�s delicado cuando se trata de medios de comunicaci�n en sus relaciones con la organizaci�n pol�tica de un pa�s, sobre todo cuando conocemos las mil millonarias ganancias que est�n en juego.
Pienso que el equilibrio est� cuando el medio, sin renunciar a sus derechos de mantener una l�nea editorial cr�tica ante un gobierno, no transgrede los principios fundamentales de la comunicaci�n social: la informaci�n veraz, oportuna y plural, el respeto por la dignidad de los usuarios, la transparencia, la no manipulaci�n de las noticias, la renuncia al enga�o y a la mentira en honor a la verdad. RCTV violent� sistem�ticamente tales principios. No hab�a m�s alternativa que aplicarle la Ley, aunque haya sido un acto con costo pol�tico, no haberlo hecho ser�a volver a cometer el mismo error del a�os 2002, cuando RCTV y varios canales m�s debieron ser simplemente cerrados y confiscados.
Concluyo dici�ndole que para el momento de su no renovaci�n RCTV ya no era una empresa medi�tica sino un partido pol�tico, jug� al golpe de estado, se la jug� todo a una parada de dados a que derrocaba a Ch�vez, y perdi�, aunque no lo perdi� todo porque seguir� como tv por cable. Los venezolanos tenemos una expresi�n po�tica para eso: ” jugar a Rosalinda”… Marcel Granier se la jug� a la Rosalinda, y lamentablemente para �l y las 3 familias due�as de RCTV, “el dado en la noche linda…no le devolvi� sus corotos” (sus chunches).Gracias por el intercambio.
Para los compatriotas ticos, que tal vez no conocen la historia de la tv en Venezuela, les transcribo un fragmento de una carta escrita, en ocasi�n de la no renovaci�n de la concesi�n a RCTV, por la hija de quien ha sido considerado como el n�mero uno de la televisi�n venezolana… La carta completa de Rhona Ottolina puede leerse en www.noticias24.com/actualidad/?p=4127
“Les voy a contar historia, y para ello, me valgo de las palabras de pap� en su �ltimo programa de televisi�n, cuando, en 1973, le fueron cerradas las puertas para siempre a su “Show de Renny” y “Renny Presenta” y fue literalmente corrido de la televisi�n venezolana, por decisi�n y voluntad conjunta de TODOS los due�os de Plantas de televisi�n, decisi�n auspiciada, tramada y promovida por Marcel Granier y Hern�n P�rez Belisario:
“Hoy es mi �ltimo d�a en la televisi�n venezolana.. los due�os de las Plantas han decidido QUITARME LA CONCESI�N como productor independiente, no me ser� renovada, est�n en su derecho, pero ellos pretenden que yo sea empleado de ellos y que sean ellos los que me digan a M� qu� puedo decir y qu� no puedo decir en televisi�n. �Censurarme!
Me muero de la risa de solo pensar que un Marcel Granier o un Peter Bottome me digan a M� qu� puedo o no decir y mucho menos que me vengan a dar �rdenes de c�mo puedo yo hacer o no hacer mi programa de televisi�n,.. no ha nacido en Venezuela quien me pueda decir a m�, c�mo hacer televisi�n. As� pues a partir de hoy, quedo fuera de la televisi�n Venezolana. Renny Ottolina - -�ltimo programa- 1973
“En 1973, Renny Ottolina fue retirado de la televisi�n venezolana. Fue el golpe m�s duro que hasta ese momento hubiese experimentado en su vida. �Por qu�? Porque as� lo quiso Marcel Granier”…
Saque el lector la conclusi�n sobre la personalidad de Marcel Granier, el mismo que ahora anda por el mundo acusando al Presidente Ch�vez de antidemocr�tico por no haberle renovado la licencia para seguir explotando a perpetuidad el mil millonario negocio de la televisi�n comercial.