Cuando estaba a punto concluir mis estudios universitarios en Administraci�n de Empresas, un amigo me dijo en tono de burla “los empresarios son tan tontos, que con tal de hacer dinero son capaces de vender la soga con la que los van a ahorcar”. En ese momento desconoc�a que esa frase era de Len�n y me son� muy grosera y desafiante. El tiempo envi� al olvido en mi mente esa frase hasta ahora en que los empresarios vienen a cumplir la profec�a y se apuran por vender la soga del TLC, sin darse cuenta que con ella los van a ahorcar.
Los giros de la vida me llevaron a convertirme en empresaria sin querer, para llegar a comprobar que muchos “colegas”, sin haber le�do una l�nea del TLC, lo defienden a muerte ante la prometida ilusi�n que van a hacer clavos de oro, porque las corporaciones transnacionales as� les han hecho creer. En las c�maras, donde se codean con los “empresarios de verdad”, se sienten parte de la �lite, impresionados al ser invitados a presentaciones en lujosos clubes y hoteles, les aseguraran que el TLC son oportunidades y no se dan cuenta que es un espejismo en un mar de enga�os.
Para sazonar las presentaciones con odio, les dicen que quienes se oponen al mismo son los sindicalistas porque protegen sus “privilegios”… Yo he estado en varias de esas presentaciones y todav�a me impresiona ver c�mo se tragan el cuento, sin leer una letra del TLC, ni analizar hechos que se est�n dando en pa�ses como M�xico, donde desde hace 13 a�os vienen destrozando a la peque�a y mediana empresa, al extremo que hoy 58% de las empresas en M�xico son propiedad de usamericanos y la debacle sigue.
Quiz�s sea comprensible que no hayan le�do una l�nea del Cap�tulo 10 sobre inversiones, porque el texto es sospechosamente complejo. Pero es inadmisible que las advertencias hechas por el Lic. Juan Jos� Sobrado, que para nada es un izquierdista, sino que escribe en el peri�dico le�do por ellos, donde con meridiana claridad explica lo inadmisible de ese cap�tulo y lo peligroso y discriminatorio que resulta para el empresariado nacional el TLC. Para ofrecer seguridad jur�dica a los inversionistas extranjeros, se les permite elevar ante paneles de arbitraje privados cualquier inconformidad y son de acatamiento obligatorio, con representantes nombrados por los gobiernos de “las partes” (en el TLC dejamos de ser pa�ses soberanos y nos transforman piezas o simples “Partes”)
Mientras tanto los empresarios nacionales que luchan por garantizar seguridad jur�dica a las grandes corporaciones transnacionales, deber�n someterse a la supuesta “inseguridad jur�dica” que ofrece su propio pa�s y a�n as� no reconocen que el TLC es una entrega total de soberan�a, como si eso fuese poco, si la empresa extranjera gana la controversia, el Estado, es decir empresarios y ciudadanos, son quienes pagan la condena.
Convencieron a los empresarios locales que el otorgamiento de “Trato Nacional” a las empresas extranjeras, es decir, que se den los mismos beneficios que reciben las empresas y entidades nacionales, es muy saludable, cuando en realidad hace m�s dif�cil a los nacionales competir con corporaciones depredadoras y nunca podr�n optar por esos mismos beneficios en Estados Unidos.
Escuchan atentamente las grandes ventajas que los negociadores de COMEX les han vendido, sin darse cuenta que probablemente aspiran al igual que Regina Vargo, la ex funcionaria estadounidense que negoci� el CAFTA, a ser contratados por empresas como Ferrov�as de Guatemala, para demandar al gobierno. En ese caso se habla de 65 millones de d�lares, si pierde Guatemala, ser�n los mismos empresarios y el pueblo los que paguen y la se�ora Vargo: multimillonaria.
�Ser� que los empresarios no se enferman o es que quieren pagar cientos de veces m�s por las medicinas de marca y permitir monopolios farmac�uticos para proteger a la m�s poderosa industria del planeta? �No se han dado cuenta que 10 empresas farmac�uticas de las 500 m�s grandes seg�n Fortune, en el 2002 tuvieron ganancias de 35,9 mil millones de d�lares mientras que las restantes 490 debieron repartirse tan s�lo 33.7 mil millones? �Eso es mucho m�s que nuestro PIB anual!
Defender el TLC como lo hacen algunos empresarios nacionales, ignorando estos “detalles”, vienen a convencerme que est�n compitiendo por vender la soga con la que los van a ahorcar. Lo �nico que yo quisiera, es ser parte de esa cuerda para advertirles al o�do lo que est�n haciendo… pero no hay forma que escuchen.
Flora Fernández | 26 de Mayo 2007
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