• El ideal en la democracia es la persona conocedora de lo que vota
Por Paul Rueda
El referendo, como cualquier proceso de sufragio, est� condicionado a que se desarrolle democr�ticamente, lo que implica un examen de aspectos formales y de fondo. En tal sentido, los conocedores de la materia coinciden en que una condici�n sine qua non del referendo reside en el ciudadano informado. El ideal en la democracia es la persona conocedora de lo que vota, quien ha le�do y estudiado las diversas propuestas y programas y, despu�s de un proceso de meditaci�n, se decide libre y concienzudamente por una opci�n. Entre tal utop�a y la realidad existe, con certeza, un enorme trecho; no obstante, los sistemas democr�ticos est�n orientados a acercarse lo m�s posible al prototipo del ciudadano informado.
En relaci�n con lo expuesto, en el mensaje divulgado el 16 de abril del a�o en curso, la Conferencia Episcopal de Costa Rica hizo una exhortaci�n a los medios de comunicaci�n social y a los espacios informativos del pa�s para que aseguraran un pluralismo real en el delicado tema del referendo, garantizando y facilitando condiciones de igualdad para las tendencias de opini�n. Asimismo, en el mensaje de este a�o con ocasi�n del D�a Internacional del Trabajo, monse�or Hugo Barrantes, arzobispo de San Jos�, dijo: “El germen de la voluntad plasmada en un refer�ndum s�lo puede ser el ciudadano informado, para lo cual hay que asegurar que las distintas fuerzas puedan establecer efectivos puentes de comunicaci�n con el electorado. Por ello es indispensable que los medios de informaci�n, las corporaciones gremiales y otras organizaciones sociales realicen una difusi�n equitativa y sustentada, en un lenguaje comprensible para la poblaci�n en general, de las posturas a favor y en contra del TLC, a fin de que el Pueblo pueda tomar su decisi�n de la manera m�s fundamentada posible”.
Ahora bien, el 12 de julio de 2006, la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, junto con los colegios profesionales de Abogados, Ciencias Pol�ticas y Relaciones Internacionales, y de Periodistas, constituyeron el Observatorio de la Libertad de Expresi�n, entre cuyos objetivos se hallan la salvaguardia del derecho a la informaci�n y la promoci�n del pluralismo.
En vista de la trascendencia hist�rica de este primer referendo vinculante en Costa Rica, pienso que tanto el Observatorio como las entidades que lo fundaron podr�an apoyar el proceso de consulta popular y las exhortaciones formuladas por los representantes de la Iglesia Cat�lica, en la medida que establezcan una unidad o departamento de monitoreo, cuya funci�n consista en llevar un registro de las noticias favorables y contrarias al objeto de votaci�n de este referendo, hasta que sea celebrado.
De esa forma, cada viernes se divulgar�a el balance de noticias positivas y negativas por medio informativo, lo que, obviamente, incluir�a a los principales medios de comunicaci�n universitarios, estatales y privados. En el se incluir�a, distribuidos por tendencia, los v�nculos de las noticias en la red de Internet, para cuyo efecto se podr�a utilizar la p�gina web del Colegio de Abogados, habida cuenta de que en esa corporaci�n se residenci� el Observatorio. Los comunicados deber�n ser concisos y exentos de cualesquiera valoraciones pues, de lo contrario, se distraer�a la pulcritud del prop�sito. Tal labor requiere alg�n financiamiento; no obstante, la importancia de este aporte de la sociedad civil al desarrollo del referendo y su concomitante an�lisis acad�mico, de sobra justifican el gasto. Incluso, otras entidades, como el Tribunal Supremo de Elecciones o Conare, podr�an colaborar.
Requisito indispensable en esta labor es que se ejecute con �tica, total objetividad y absoluto respeto para con los medios ya que el derecho a la informaci�n tiene el doble car�cter de derecho fundamental y garant�a institucional del r�gimen democr�tico, como ha se�alado la jurisprudencia constitucional. De ah� que tanto los medios gocen del derecho de informar en libertad (a ning�n medio ni periodista se les puede imponer l�nea de pensamiento alguna), como los ciudadanos tengan el derecho a informarse de la manera m�s amplia posible.
(La Naci�n)
Columnista huésped | 14 de Mayo 2007
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