Si algo caracteriza al movimiento del No al TLC, es el cari�o que ha ido creciendo entre todos los que luchamos por derrotar el tratado y su agenda paralela. La unidad en la diversidad, la tolerancia y el respeto por personas que piensan diferente pero cuyo objetivo es un pa�s m�s pr�spero y solidario, equitativo y pac�fico, libre y sobre todo soberano, ha creado lazos afectivos entre quienes participamos en la lucha.
Para los del “s�” eso resulta irrelevante porque para ellos los intereses son el motor para impulsar el TLC y los fines justifican los medios. Dan la impresi�n de estar muy unidos poniendo “cara de p�ker” porque en juego est�n millonarios negocios. La diputada libertaria hace creer “aqu� no pasa nada” y a las c�maras empresariales simulan una unidad a prueba de balas, lavando trapos sucios -muy sucios- a escondidas, no obstante la fractura de esa perversa unidad mec�nica ya se asoma.
Del lado nuestro, m�s bien ventilamos los cuestionamientos y exigimos rectitud. El Dr. Escobar esta semana denuncia incongruencias en un partido opuesto al TLC as� como graves presiones sobre trabajadores para que apoyen el tratado haci�ndoles creer que perder�n el empleo… pero el voto es secreto y ese tipo de presi�n crea resentimiento y rebeld�a del trabajador hacia el patrono.
Hablar con sinceridad, denunciar irregularidades y decir lo que se piensa, fortalece la democracia. La transparencia exige rectitud y actuaciones correctas en todo momento. Disimular y esconder errores, socava lo que se pretende afianzar. Olvidar viejos rencores o conflictos pasados para dar unidad a la lucha s� es posible y es algo que ha amalgamado el movimiento del no al TLC.
Por eso aunque lamentablemente la sociedad se ha polarizado, tambi�n se ha creado un sentido de unidad muy fuerte entre quienes nos oponemos al TLC. Cuando algunos medios y grupos telecistas quisieron minimizar a quienes nos opon�amos diciendo que s�lo los sindicalistas o extremistas de izquierda estaban en contra del TLC, de inmediato levantaron su voz los ambientalistas y los intelectuales. Se agregaron l�deres de casi todos los partidos pol�ticos y de la iglesia que ignoraron una jerarqu�a que los quiso neutralizar. Tambi�n los agricultores, cooperativistas, empresarios y grupos que nunca hemos sido de izquierda llegamos a apoyar la lucha.
Hoy no s�lo nos sentamos a la misma mesa gente que nunca antes habr�amos imaginado podr�amos cooperar en los Comit�s Patri�ticos Cantonales que surgen como hongos por todo el pa�s, creando as� un movimiento de organizaciones de abajo hacia arriba que probablemente ser� permanente y constituir� una fuerza nacional importante para resistir las ocurrencias de la oligarqu�a y de los gobiernos de turno. Estos grupos que hoy enfrentar�n la millonaria campa�a por el TLC sin dinero, tienen algo mucho m�s valioso: m�stica, entusiasmo y los mueve el amor a la patria y a las futuras generaciones.
Para muchos ser� motivo de burla que hoy diga �c�mo nos queremos! Pero ese es el sentimiento que llevamos unos por otros en la lucha y tiene mucho sentido. Adem�s, como dice nuestra querida Hilda Chen Apuy en su inmensa sabidur�a, cuando morimos todas las posesiones materiales quedan en la tierra y lo �nico que nos llevamos es el amor.
Flora Fernández | 19 de Mayo 2007
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