Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

Escobazos

Columnista huésped | 29 de Abril 2007

Por Francisco Escobar - [email protected]

Para sorpresa m�a, el se�or Carlos Roberto Lor�a, a quien no tengo el gusto de conocer y cuyos escritos siempre leo con inter�s, hace circular un comentario que dice: “Si hay algo t�pico de los reg�menes ileg�timos es el odio y el temor a la inteligencia. De ah� que la persecuci�n de los intelectuales sea en la historia el m�s com�n de los denominadores comunes entre dictaduras. Y el gobierno no constitucional de �scar Arias no es excepci�n. De hecho, desde el inicio de su actividad pol�tica ileg�tima, –a partir del “bazucazo” de la Sala IV que autoriz� su reelecci�n a contrapelo de la prohibici�n constitucional– se ha hecho patente el acoso laboral de los intelectuales, y la obstaculizaci�n de su libertad de expresi�n. Hoy, gracias al alineamiento forzado de Ott�n Sol�s con la voluntad pol�tica de los hermanos Arias, una nueva v�ctima se dibuja en el horizonte: el doctor Francisco Escobar.” Escribe don Carlos Roberto que “el caso de Francisco Escobar es sui g�neris. Porque Escobar publica en La Prensa Libre y tiene su programa de televisi�n en Canal 42, ambos del Grupo Extra, reductos de libertad de expresi�n donde el brazo de la intolerancia arista a�n no se atreve a llegar de lleno.”

El se�or Lor�a hace un an�lisis de mi despido del cargo de asesor parlamentario y expresa su propia teor�a sobre los posibles factores pol�ticos que pudieron estar relacionados con esa decisi�n adoptada por la fracci�n del PAC en la Asamblea Legislativa. Ese es el pensamiento libre y personal del se�or Lor�a, al que no quiero referirme.

Prefiero hacer un comentario sobre los s�ntomas y presagios que hemos observado todos de un incremento en la censura, boicot y supresi�n de la libre expresi�n de las opiniones, cuando �stas no sirven a los objetivos del poder establecido, sus intereses, sus negocios y caprichos. En mi caso, no creo que don �scar Arias, un intelectual internacionalmente establecido, acad�mico, cient�fico social y dem�crata, vaya a tomar mis humildes opiniones como una amenaza al ejercicio de su alta investidura. Yo no soy m�s que un humilde caracol, un oscuro profesor universitario pensionado y olvidado, que solo expresa sus modestos puntos de vista sobre la vida nacional amparado a mi derecho constitucional de hacerlo.

Don Carlos Roberto me pone en la honrosa compa��a de verdaderos intelectuales que brillan con luz propia y nos explican a todos con sabidur�a las complejidades del Tratado de Libre Comercio y el desarrollo econ�mico y social de nuestro pa�s. Pero yo carezco de la inteligencia que me dar�a m�ritos para incluirme entre los intelectuales. Ya estoy muy viejo para tener esas vanidades casquivanas de creerme lo que no soy. Lo que s� soy es un ciudadano costarricense con dignidad. Soy un tico con libertad y hago alarde de ella, porque me enorgullece pertenecer a un pa�s donde desde el presidente hasta el m�s humilde ciudadano se expresan con absoluta libertad. Mi mejor t�tulo no es el doctorado sino mi c�dula 1 437 917, que me acredita como ciudadano de una naci�n digna y libre, donde todos somos intelectuales, porque pensamos y expresamos y defendemos ese pensamiento con nuestras propias vidas.

Toda mi vida he sido perseguido, marginado y humillado por los poderosos, no por mi inteligencia, que no la tengo y a ellos los tiene sin cuidado, sino por mi dignidad inquebrantable, mi sinceridad y mi honestidad. Me siento orgulloso de ser un hombre pobre, porque esa es mi prueba y evidencia de que jam�s he sido un corrupto ni he abusado de un centavo p�blico.

La historia nos dir� si �scar Arias S�nchez y su partido Liberaci�n Nacional realmente respetan la opini�n de los ciudadanos, intelectuales o no, que masivamente nos hemos manifestado contra el TLC. Esa misma historia nos dir� si Ott�n Sol�s y los diputados que apoyaron la convocatoria presidencial al refer�ndum, encarnan la oposici�n y constituyen el liderazgo pol�tico del gran movimiento social que hoy sacude nuestra historia, o solo ser�n un nuevo partidito de derecha, que se repliega al Poder Ejecutivo a cambio de unas migajas para las pr�ximas elecciones.

(La Prensa Libre)

Columnista huésped | 29 de Abril 2007

1 Comentarios

* #1720 el 30 de Abril 2007 a las 04:56 PM Alvaro Su�rez dijo:

EL DESPIDO DEL DR. ESCOBAR , EN SU CALIDAD DE ASESOR EN ASUNTOS SOCIALES DEL PAC, EXIGE UNA AT�NTICA RENDICI�N DE CUENTAS DE PARTE DE LOS QUE LO DESPIDIERON.

LOS ASESORES PARLAMENTARIOS DEBER�AN SER DEL PARTIDO Y NO DEL DIPUTADO (�RESABIO DEL CLIENTELISMO?)

CON UNA DOCENA DE ASESORES , BIEN ESCOGIDOS, UN PARTIDO (CUALQUIERA) TENDR�A M�S QUE SUFICICIENTE.

Y DENTRO DE ESA DOCENA, EL DR ESCOBAR DEBER�A OCUPAR UN LUGAR PROMINENTE

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.