NOTA DE LOS EDITORES: Tribuna Democr�tica se conduele por el fallecimiento de la distinguid�sima dama do�a Alda Collado Montealegre, se�ora esposa de nuestro colaborador don Alberto F. Ca�as, a quien enviamos nuestro m�s sentido p�same.
En el tercer acto de mi comedia El Luto Robado, escrita en 1958, puse en boca de un personaje que acaba de enviudar, el siguiente texto:
“No es en vano que se comparte la vida con una mujer. No sab�a yo lo adentro que la llevaba. Ella me conduc�a, iba haciendo de m� lo que quer�a… y yo me sent�a feliz de ser conducido as�… No me daba cuenta…”.
Cuando esa comedia se public�, la dediqu� “a mi esposa, reverentemente”. Algo me dice ahora que por alguna raz�n que entonces no capt�, fue esa obra la que le dediqu� a ella.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 14 de Marzo 2007
14 Comentarios
Estimado don Alberto,
Mi esposa y su servidor le expresamos nuestra condolencia por el fallecimiento de su distinguida esposa (acerca de quien aprendimos mucho en el testimonio de su �ltimo libro). Pedimos al Todopoderoso que le d� consuelo y fortaleza en esta hora, siempre dif�cil. Con todo respeto, Plutarco y Esperanza Bonilla
SENTIDO P�SAME DON BETO. SIN HABER CONOCIDO A SU ESPOSA, NO ME CABE DUDA QUE DEBE HABER SIDO UNA GRAN MUJER. “DETR�S DE CADA GRAN HOMBRE, SIEMPRE HAY UNA GRAN MUJER”. DESCANSE EN PAZ DO�A ALDA.
Mi amigo Alberto Ca�as: se por experiencia propia lo que est�s pasando. La vida era claridad con ella; cuando se ausenta, todo parece dar vueltas. La firmeza de saberla a tu lado se convierte en lobreguez. Por los a�os de nuestra amistad, en esta tu hora tan dif�cil, por la muerte de tu distiguida esposa do�a Alda, me asocio a tu dolor en la esperanza de que la vida te de resignaci�n y consuelo.
En la ausencia de la m�a escrib�: ” Ella es la luz que me alumbra al desputar el alba; ella me acompa�a durante todas las horas del d�a; ella se me presenta con las sombras de la noche; ella est� donde yo estoy; ella es la estrella que me orienta: �Ella est� alojada en mi coraz�n!”
Como siempre,cuenta conmigo es este momento tan aciago.
Mi amigo Alberto Ca�as: me sumo al dolor que te embarga; la p�rdida de la compa�era con la cual compartes tu vida en un vac�o inmenso. Lo digo por mi propio dolor. Alda estar� siempre atenta a seguir bogando contigo, los hijos y nietos. Te saludo con un fuerte abrazo.
Respetado don Alberto: Reciba usted nuestro m�s sentido p�same por el fallecimiento de su se�ora esposa. Le deseamos fuerza para que pueda sobrellevar esta situaci�n tan dolorosa. Un abrazo para usted en este momento tan dif�cil, de la familia Fallas Odio.
Respetado don Alberto: Mi se�ora esposa y yo nos hacemos presentes en este dif�cil momento para compartir con usted nuestros sentimientos de pesar por la infausta desaparici�n de su querida esposa y compa�era, do�a Alda Collado Montealegre.
Manuel Mar�a Murillo y C�rmina Fuscaldo
Apreciado don Alberto,
Reciba mi m�s sentido p�same. Con afecto,
Jaime Ord��ez
Para Don Alberto: con todo respeto y pesar reciba mi m�s sincera solidaridad en estos momentos.
Hago extensivos estos sentimientos a mis ex-profesores del Tecnol�gico Alberto y Daniel.
Dios los bendiga. Joaqu�n Vargas.
EN ESTOS MOMENTOS DECIR LO SIENTO, NO ES VERDAD. LO QUE LE PUEDO DECIR ES QUE DETRAS DE UN GRAN HOMBRE HAY UNA GRAN MUJER. DIOS LE SIGUA ILUMINANDO.
Querido Beto: Aunque dentro de unas pocas horas estar� en el hospital para un reemplazo de cadera, siento que debo expresarte que te acompa�amos en tu dolor y nuestros pensamientos (y mis oraciones, dice Angela Eugenia) est�n con vos en estos dif�ciles momentos. Como desde la infancia mi mejor amigo fue tu cu�ado Francisco, conoc� muy bien a todos sus hermanos. Fueron muchas las veces que visit� la casa de do�a Anita y disfrut� de su hospitalidad y de su cari�o. Alda siempre estuvo presente y aunque no participaba de ciertos juegos, su sonrisa y su afecto nos acompa�aban. Al crecer nos seguimos viendo, m�s que como amigos, como parientes cercanos. Solo memorias agradables guardo de Alda y creo que esto le debe pasar a todos los que tuvimos el placer de conocerla. Un gran abrazo, Mario y Angela Eugenia de Madrigal
don Alberto: mis respetos y solidaridad con Ud. y su familia
Para DON Alberto y su familia, en particular para mis siempre recordados exprofesores Daniel y Alberto, un abrazo a la distancia. S� que no hay palabras para mitigar el dolor en estas circunstancias pero hemos de pensar que ganamos una aliada en el cielo. Tatica Dios ocupaba una ayudante y la escogi� a ella.
Mi m�s sentido p�same Don Alberto.
Siempre le he admirado much�simo y me uno a Usted en el dolor de esta p�rdida.
Estimado Don Alberto , desde California donde resido, me identifico con su dolor. Le voy a contar que siempre he tenido presente a dona ALDA como una dama muy gentil, que nos invitaba al Comite Femenino a disfrutar de una exquisita panetela, la que siempre he querido imitar y nunca me sabe como la de ella. Hoy les he contado a mis amigos del Centro en el que trabajo, de su ausencia,porque yo los invito con frecuencia los Viernes a tomar un cafe con un pedazo de esta “panetela estilo Dona Alda”,y hemos rezado por su alma. Ellos me han pedido que extienda a usted y su familia sus condolencias.
Rosa Anais Chan -Cal Works Mental Health Center- San Jose ,Ca,