Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

Llamado a la conciliaci�n nacional

Columnista huésped | 9 de Febrero 2007

• Carta de un selecto grupo de ciudadanos al Sr. Oscar Arias, presentada en el Sal�n de ex Presidentes de la Rep�blica por el Sr. Eugenio Trejos, Presidente del Frente Nacional.

Costa Rica enfrentar�, en las pr�ximas semanas, una de las coyunturas m�s cr�ticas de su Historia: la decisi�n legislativa sobre el Tratado de Libre Comercio entre Centroam�rica, Rep�blica Dominicana y los Estados Unidos (TLC). Las consecuencias de esta decisi�n, sea esta la ratificaci�n o el rechazo, marcar�n profundamente el destino de la Patria.

Fundamentados en los diversos y rigurosos an�lisis de este Tratado, realizados por acad�micos de las cuatro universidades p�blicas, por connotadas personalidades de los sectores empresariales, agropecuarios, cooperativistas, sindicales, culturales, de g�nero, ambientales y religiosos, quienes suscribimos la presente tenemos la firme convicci�n de que la eventual ratificaci�n y aplicaci�n de este Tratado de Libre Comercio sumir� a grandes sectores del pueblo costarricense en un proceso de deterioro de su calidad de vida, es decir, de la calidad de los empleos, de las garant�as laborales, del acceso a la medicina y a la salud p�blica, del derecho a disfrutar de recursos naturales protegidos y en manos costarricenses. En resumen, el TLC incidir� de modo significativo en la desaparici�n de las principales conquistas, garant�as y derechos que con gran esfuerzo y sacrificio nos legaron las generaciones pasadas.

Se�or Presidente: la palabra que estos amplios y diversos sectores de la comunidad nacional han venido pronunciando en oposici�n a este Tratado de Libre Comercio es una palabra precisa y s�lida que nos advierte, a los y las costarricenses, de la grav�sima amenaza a un aut�ntico desarrollo y a una verdadera paz social que se cierne sobre nuestra querida Patria si se ratifica un Tratado que –por lo que dice y por lo que deja de decir– implica un estancamiento de nuestra legislaci�n laboral y ambiental, del marco legal sobre propiedad intelectual que nos rige, de la calidad de vida de grandes sectores rurales y urbanos de la poblaci�n costarricense, de la jurisdicci�n de nuestros Tribunales, de las potestades legislativas del Congreso.

Sin embargo, esta palabra ha sido, d�a tras d�a y a�o tras a�o, deso�da, tergiversada, rechazada. Somos muchos los ciudadanos y las ciudadanas que sentimos que no ha habido di�logo ni debate profundo y sereno alrededor de ella, por parte de las autoridades gubernamentales ni por parte de muchas y muchos legisladores. Los testimonios de quienes, oponi�ndose al Tratado, asistieron a las comparecencias ante las Comisi�n Legislativa, -entre quienes suscribimos esta carta varios somos testigos directos- se�alan que las mismas fueron enmarcadas, por la mayor�a oficialista, en el cumplimiento obligado de un procedimiento formal, mas no permitieron un verdadero debate sobre el fondo del TLC, por lo cual un mecanismo establecido para generar participaci�n y consulta democr�tica se convirti� en un instrumento de imposici�n a la ciudadan�a. No obstante, reconocemos en algunas diputadas y diputados un esfuerzo sincero por escuchar y comprender las posiciones contrarias al TLC y esperamos que a la hora de la decisi�n final comprendan que ning�n bienintencionado compromiso a favor de algunos sectores o comunidades puede compensar el grave da�o, sostenido y profundo, que el TLC implica para el coraz�n de la Rep�blica.

Se�or Presidente Arias: hace veinte a�os usted demostr� gran inteligencia, talento y visi�n de estadista en la b�squeda de mecanismos de paz para la Patria Centroamericana, oponi�ndose en aquel entonces a un gobierno estadounidense poco anuente a la negociaci�n. Hoy la Historia y la Patria Costarricense le piden, respetuosa pero firmemente, que ponga una vez m�s su inteligencia, su talento y su visi�n al servicio de la justicia y de la paz de nuestro pa�s. Ratificar el TLC podr�a empujar a Costa Rica a un conflicto social de grandes dimensiones. Retirar el TLC de la corriente legislativa, en cambio, abre al pa�s y a su Gobierno la oportunidad hist�rica de forjar la Patria del futuro sobre un modelo de desarrollo que haga honor a nuestras mejores tradiciones, sin dejar por ello de ubicarse, con dignidad y eficiencia, en los necesarios procesos de apertura, inversi�n y competitividad propios del comercio internacional. El Plan Nacional de Desarrollo recientemente presentado por su Gobierno es un instrumento muy valioso y alrededor del mismo podr�a generarse el di�logo nacional por el que la ciudadan�a viene clamando desde hace a�os. Pero si se ratifica el TLC, tanto este Plan Nacional como otros proyectos e iniciativas de car�cter social y econ�mico impulsadas por su Administraci�n quedar�an en el plano de las buenas intenciones, sin posibilidades reales de un desarrollo concreto e integral.

La sociedad costarricense, en la actual coyuntura, est� inconvenientemente polarizada en el abordaje del Tratado de Libre Comercio. El Se�or Presidente, por su inteligencia y por experiencia pol�tica, sabe que una decisi�n impuesta en tal coyuntura podr�a desencadenar procesos sociales sumamente complejos y de repercusiones negativas para la gobernabilidad, para la econom�a y para la paz social del pa�s. Las personas que suscribimos esta carta, cuya trayectoria de vida nos pone al lado de la solidaridad y de la justicia social, al lado del Estado Social de Derecho, al lado del di�logo y la conciliaci�n, queremos reiterar, Se�or Presidente, nuestro urgente llamado a que retire el Tratado de Libre Comercio de la Asamblea Legislativa e inaugure un gran Di�logo Nacional mediante el cual construyamos, de la manera m�s participativa posible, la Agenda Nacional que marque el rumbo de nuestro pa�s a corto, mediano y largo plazo. Una v�a intermedia podr�a ser un retiro temporal del TLC, mientras se convoca y realiza un Referendo Nacional en el que quede clara la voluntad mayoritaria de la ciudadan�a.

Usted, Se�or Presidente, ha demostrado, en otras coyunturas, conciencia hist�rica, sensibilidad social y compromiso con la paz. El Tratado de Libre Comercio se impone a contrapelo de las mejores lecciones de nuestra Historia, atenta contra los sectores sociales m�s vulnerables y pone en grave riesgo la paz social del pa�s. Solicitamos con todo respeto, y la esperamos, una actitud consecuente de un mandatario sobre el que tambi�n recae el honor y la responsabilidad de haber recibido el Premio N�bel de la Paz.

En el esfuerzo por construir di�logo, Agenda Nacional y espacios de conciliaci�n, una vez retirado de la corriente Legislativa el Tratado de Libre Comercio, puede el se�or Presidente contar con el aporte patri�tico y desinteresado de todas y cada una de las personas que suscribimos esta carta.

Columnista huésped | 9 de Febrero 2007

1 Comentarios

* #1366 el 10 de Febrero 2007 a las 09:31 AM Julia dijo:

Agradecer�a publicaran todas las firmas, para contribuir a divulgarlo. Gracias.

Difiero en lo de “selecto” grupo, porque ese tipo de afirmaciones desplaza, separa y hace pensar que hay gente superior a otra, y ese tipo de consideraciones no contribuyen a tender puentes, sino a crear distancias, diferencias… con todo respeto.

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.