• Su Santidad se conmueve por la pobreza creciente en este pa�s y aboga por un orden social m�s justo y participativo.
• Advierte al neoliberalismo, sin nombrarlo, que “las mejoras sociales no se alcanzan aplicando s�lo las medidas t�cnicas necesarias, sino promoviendo tambi�n reformas que tengan presente una consideraci�n �tica de la persona, de la familia y de la sociedad”.
• Palabras de Benedicto XVI hoy al recibir las credenciales del nuevo embajador ante el Estado Vaticano.
Costa Rica tiene una fuerte impronta religiosa, que refleja la fe de su pueblo despu�s de m�s de cinco siglos del inicio de la evangelizaci�n. En este sentido, la Iglesia cat�lica, fiel a su misi�n de llevar el mensaje de salvaci�n a todas las gentes, y de acuerdo con su doctrina social, trata de favorecer el desarrollo integral del ser humano y la defensa de su dignidad, ayudando a la consolidaci�n de los valores fundamentales para que la sociedad pueda gozar de estabilidad y armon�a, de acuerdo con su gran aspiraci�n a vivir en paz, libertad y democracia.
Las diversas comunidades eclesiales, movidas por su deseo de mantener vivo el mensaje evang�lico, cooperan en campos tan importantes como la ense�anza, la asistencia a los m�s desfavorecidos, los servicios sanitarios, as� como la promoci�n de la persona en su condici�n de ciudadano e hijo de Dios. Por ello, los Obispos de Costa Rica miran con atenci�n y preocupaci�n las circunstancias sociales que vive el Pa�s, como son el creciente nivel de pobreza, la inseguridad p�blica y la violencia familiar, junto con una fuerte inmigraci�n de pa�ses vecinos. Ante situaciones a veces conflictivas y para defender el bien com�n, ofrecen su colaboraci�n con iniciativas que favorecen el entendimiento y la conciliaci�n, y llevan a la promoci�n de la justicia y la solidaridad, fomentando si es preciso el di�logo nacional entre los responsables de la vida p�blica.
Por otra parte, dicho di�logo debe excluir toda forma de violencia en sus diversas expresiones y ayudar a construir un futuro m�s humano con la colaboraci�n de todos. A este respecto, es oportuno recordar que las mejoras sociales no se alcanzan aplicando s�lo las medidas t�cnicas necesarias, sino promoviendo tambi�n reformas que tengan presente una consideraci�n �tica de la persona, de la familia y de la sociedad. Por ello, se han de cultivar los valores morales como la honestidad, la austeridad y la responsabilidad por el bien com�n. De este modo se podr� evitar el ego�smo personal y colectivo, as� como la corrupci�n en cualquier �mbito, que impiden toda forma de progreso.
Es bien sabido que el futuro de una Naci�n se ha de basar en la paz, fruto de la justicia, construyendo un tipo de sociedad que, empezando por los responsables de la vida pol�tica, parlamentaria, administrativa y judicial, favorezca la concordia, la armon�a y el respeto de la persona, as� como la defensa de sus derechos fundamentales. En este sentido, son de alabar las iniciativas que el Gobierno de Costa Rica ha llevado a cabo en el �mbito internacional para promover en el mundo la paz y los derechos humanos, as� como la tradicional cercan�a con las posiciones mantenidas por la Santa Sede en diversos foros internacionales sobre cuestiones tan importantes como la defensa de la vida humana y la promoci�n del matrimonio y la familia.
Todos los costarricenses, con las cualidades que les distinguen, han de ser protagonistas y art�fices del progreso del Pa�s, cooperando a una estabilidad pol�tica que permita que todos puedan participar en la vida p�blica. Cada uno, seg�n su capacidad y posibilidades personales, est� llamado a dar su propia contribuci�n al bien de la Patria, basado en un orden social m�s justo y participativo. Para ello, las ense�anzas morales de la Iglesia ofrecen unos valores y orientaciones que, tomados en consideraci�n especialmente por quienes trabajan al servicio de la Naci�n, son de gran ayuda para afrontar de manera adecuada las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos.
El doloroso y vasto problema de la pobreza, con graves consecuencias en el campo de la educaci�n, de la salud y de la vivienda, es un apremiante desaf�o para los gobernantes y responsables de la administraci�n p�blica de cara al futuro de la Naci�n. Se requiere una toma de conciencia m�s profunda que permita afrontar firmemente la presente situaci�n en todas sus dimensiones, cooperando as� a un verdadero empe�o por el bien de todos. Al igual que en otras partes, los pobres carecen de bienes primarios y no encuentran los medios indispensables que permiten su promoci�n y desarrollo integral. Esto afecta, sobre todo, a los inmigrados en busca de un mejor nivel de vida. Ante ello, la Iglesia, a la luz de su doctrina social, trata de impulsar y favorecer iniciativas encaminadas a superar situaciones de marginaci�n que afectan a tantos hermanos necesitados, pues la preocupaci�n por lo social forma tambi�n parte de su acci�n evangelizadora.
Columnista huésped | 10 de Febrero 2007
3 Comentarios
� De donde saca El Papa esta informaci�n? L�gico que desde la iglesia cat�lica en Costa Rica se le informa. Lo cual quiere decir que la Iglesia Cat�lica en Costa Rica est� preocupada, y bueno, todos y todas tambi�n por ac�…
Es un comentario muy impreciso y vago. No creo que lo haya escrito el Papa, de quien esperar�a mayor claridad y una posici�n contundente de rechazo a las pr�cticas neoliberales. Esperar�a un discurso dirigido a todo el pueblo costarricense para que difienda su dignidad en las calles, ya que no tiene otra opci�n.
Arias discrepa con papa Benedicto sobre pobreza en Costa Rica
San Jos� (AP)- El presidente Oscar Arias manifest� no estar de acuerdo con el papa Benedicto XVI sobre el tema del aumento de la pobreza en este pa�s centroamericano al tiempo que asegur� que su gobierno est� comprometido a reducirla en un plazo de cuatro a�os.
El Papa manifest� el s�bado preocupaci�n por el creciente nivel de pobreza, la inseguridad p�blica y la violencia dom�stica durante la presentaci�n del nuevo embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, Luis Par�s.
Discrepo con que la pobreza aumente, pero no podemos seguir siendo testigos de la peor forma de violencia que es la pobreza, la que le arrebata la comida a una familia, el empleo a una madre soltera o la educaci�n a nuestros j�venes, respondi� al Papa el mandatario, quien es cat�lico.
En un comunicado, Arias reafirm� el compromiso de su administraci�n con los costarricenses m�s pobres con metas como reducir en cuatro puntos porcentuales la pobreza de aqu� al 2010.
Asimismo nos hemos dado a la tarea de universalizar la ense�anza secundaria a trav�s del Programa Avancemos, manteniendo a nuestros j�venes en las aulas, en donde construyen su futuro, agreg� el gobernante al coincidir con el Papa en que el problema de la pobreza no s�lo como una situaci�n que requiere soluciones t�cnicas sino del fortalecimiento de los valores.
En su intervenci�n, el Pont�fice se�al� que en Costa Rica los pobres no tienen los medios indispensables para su desarrollo integral, sobre todo los inmigrantes que llegan en busca de un mejor nivel de vida, por lo que pidi� un di�logo nacional que excluya toda forma de violencia y ayude a construir un futuro m�s humano.
Por otra parte, Arias resalt� el llamado del Papa a la armon�a y la concordia.
Coincido plenamente con su Santidad en que es necesario un di�logo que excluya totalmente cualquier forma de violencia. Es por ello que reitero mi llamado a los distintos grupos sociales a que nos acerquemos y busquemos puntos de coincidencia dialogando, no mediante la presi�n en las calles, afirm� el presidente en relaci�n al debate nacional que existe alrededor de la eventual ratificaci�n del tratado de libre comercio con Estados Unidos.