“Cuando una ciudad acepta como mandato la calidad de vida, cuando respeta a la gente que all� vive, cuando respeta el medio ambiente, y cuando se prepara para las nuevas generaciones, la gente comparte la responsabilidad de este mandato, y esta causa compartida es la �nica manera de hacer un sue�o colectivo realidad”. Jaime Lerner
Por Joanna Cruz Rehaag, presidenta de la Asociaci�n Costarricense de Paisajismo.
Cuando se tiene la oportunidad de viajar, de conocer ciudades hermosas, paisajes naturales maravillosos, es imposible evitar la comparaci�n. Esa comparaci�n es gratificante, cuando vemos que nuestros paisajes naturales no tienen nada que envidiarle a otro. Y es que la naturaleza fue generosa con muchos rincones del planeta, Costa Rica no es la excepci�n. Todo lo contrario, somos un pa�s bendecido por su mega diversidad. Hemos sabido aprovechar esto y gracias a nuestra caracter�stica hospitalidad, hoy el ecoturismo es la mayor fuente de ingreso de los ticos. A pesar de los muchos errores cometidos, pero tambi�n de muchos aciertos, hoy ondeamos orgullosos una bandera verde que nos distingue del resto del mundo.
Pero en algo fallamos, sobretodo cuando se refiere a ciudades: San Jose, �por Dios, que fea es! Fue linda en alguna �poca, �que le pas�? Desde los a�os setenta nos hemos dedicado a fortalecer pol�ticas de medio ambiente, a la conservaci�n de los recursos naturales y nos olvidamos de lo urbano y de la gente. El resultado: un pa�s reconocido mundialmente por sus acciones ambientalistas, su rica biodiversidad y unas ciudades en decadencia, cada vez m�s feas.
En aras de un progreso mal entendido, obras arquitect�nicas maravillosas del centro de San Jose, han sido demolidas para crear estacionamientos. �reas verdes son arrasadas para dar cabida a enormes estructuras de concreto, y como consecuencia una ciudad cada vez m�s invivible, que se ahoga lentamente.
Es evidente que la causa del problema es la ausencia de una planificaci�n urbana adecuada. San Jose pide a gritos que se impulse su rescate, que se mejoren los niveles de seguridad, se promueva una mejor calidad de vida y una mayor seguridad vial. San Jose requiere de planificadores con conciencia ambiental y sobre todo m�s humana. San Jose, as� como otras ciudades de Costa Rica necesita con urgencia m�s espacios verdes.
La mayor�a de los habitantes de nuestro pa�s vivimos en la ciudad, no por que queramos, sino por que las manchas de concreto nos han alcanzado. Aquellos que hace m�s de treinta a�os nos fuimos a vivir a zonas rurales pr�ximas a San Jose, vemos con tristeza como nos ha ido alcanzando ese desarrollo heterog�neo, ex�tico y gris. Ahora formamos parte de la Gran �rea Metropolitana. Ese crecimiento desordenado, con una ausencia total de planificaci�n ha generado un verdadero caos en muchos aspectos, sobre todo en el vial.
Nos lleg� la hora, y es hoy cuando los ciudadanos de este pa�s exigimos a las autoridades que sus acciones en pro del desarrollo se realicen de manera que se integre a la gente y se respete a la naturaleza. Estamos cansados de vivir en una ciudad tan fea, entonces no es de extra�ar que cuando se difundi� la noticia que quer�an talar 200 �rboles de Jacaranda (Jacaranda mimosifolia) plantados hace mas de 35 a�os, que actualmente constituyen un paisaje maravilloso durante interminables 25 minutos en un recorrido de apenas dos kil�metros, muchos reaccion�ramos como fieras y nos opusimos a semejante dendro asesinato.
�Que locura! �Aliviar la locura con otra locura!
Cuando conocimos esta noticia, era poco lo que se pod�a hacer. Los desarrolladores contaban ya con los permisos de tala, amparados a la ley que dice que si un �rbol es sembrado se puede cortar, no as� los que han germinado naturalmente. Tambi�n ten�an estudios fitosanitarios que indicaban que los �rboles estaban enfermos en su mayor�a y como si lo anterior fuera poco, en Costa Rica existe la posibilidad de decretar obras de inter�s p�blico, y la ampliaci�n a cuatro carriles para descongestionar dicha v�a va mas all� de ese inter�s. Se hab�a convertido en una urgencia, en una necesidad.
�Que impotencia ante semejante panorama!
Pero, �sacrificar �rboles? �No lo pod�amos permitir! Sabemos de los beneficios ambientales, sociales y sicol�gicos que nos brindan los �rboles, son incontables. Por lo tanto no est�bamos dispuestos a quedarnos callados y salimos a protestar, nos dispusimos a abogar por la vida de esos 200 �rboles y estuvimos durante d�as en el Parque Metropolitano La Sabana recogiendo firmas, muchas personas se ofrecieron incluso atarse a los �rboles con el fin de impedir su tala, la prensa nos apoyo y se hizo patente la oposici�n generalizada a este desacierto.
Por otro lado, muy oportunamente, el Instituto de Arquitectura Tropical trabaj� en una propuesta donde no solamente era posible la ampliaci�n de las v�as mencionadas sino que tambi�n inclu�a aceras, y se conservaban los �rboles. Protestar, nosotros protestamos. Reaccionar, felizmente la Sra. Ministra de Obras P�blicas y Transportes reacciono, y para el bien com�n.
Como un regalo de A�o Nuevo, nos convoc� a su despacho, y ah� nos reunimos: un experto en seguridad vial, dos ingenieros, una paisajista, tres arquitectos, y la Sra. Ministra. Durante mas de una hora se externaron dudas, criterios, sugerencias, que llevaron a la determinaci�n de que la gran mayor�a de los �rboles no ser�n talados. Solo algunos ser�n sacrificados para cumplir con los lineamientos de la ley 7600 que vela por los derechos de los discapacitados, y otros en pro de los peatones.
Al salir del despacho de la Sra. Ministra, satisfecha y feliz por el logro obtenido no dejaba de repasar mentalmente como esos jacarandas, esos �rboles ajenos a su sentencia, siguen fieles al papel de su prop�sito, reduciendo la contaminaci�n atmosf�rica, disminuyendo la temperatura, absorbiendo los niveles de ruido, y nutriendo con su belleza nuestro esp�ritu. Talvez si alguien les contara que estuvieron amenazados de muerte no lo entender�an.
Podemos estar contentos de haber hecho progreso bien entendido. Ganamos una experiencia positiva y esperanzadora que nos demuestra que es posible devolverle al ser humano un poco la alegr�a de vivir, en sitios donde el ambiente natural sea parte integral de las ciudades, un progreso donde prime el respeto por los seres humanos y por la naturaleza, un progreso que revierta la tendencia de nuestra propia extinci�n.
Columnista huésped | 15 de Enero 2007
5 Comentarios
Que dicha Johana que hay gente como vos que lucha por estas cosas. Si creo que es preocupante el tema de que siempre se dan los permisos de cortar a�rboles cuando se va a cosntruir algo, no s�lo obras p�blicas sino tambi�n privadas. En mi experiencia como regidor en Santa Ana siempre vi que los permisos de tala de �rboles eran siempre positivos.
Felicidades Joanna,por tu incesante lucha a favor de la naturaleza,contra los depredadores y los insensibles.
Me parece muy acertado el diagn�stico. Ser�a muy oportuno que nuestros urbanistas pudiesen inspirarse en experiencias de grandes y bellas ciudades, espaciosas y amigables, como las ingeniadas desde el siglo XIX en Europa:
�Por qu� constantemente dicen “nos toc� el brazo del desarrollo” como equivalente a perder calidad de vida, ambiente y buen vivir?
Este lindo ejemplo que nos regala un grupo de personas luchadoras, debe servir para que muchas personas m�s hagan lo mismo en sus comunidades.
Dichosos nosotros porqu� est�n en pie las jacarandas, sobrevivieron al sue�o de la vida f�cil y “quesque” placentera, la vida del progreso y del falso “desarrollo” la vida del concreto y no de lo concreto, de la mutaci�n urbana, la globalizaci�n y metropolizaci�n.
Sin embargo hay un sinsabor en todo esto, y es que la ciudad de San Jos� no es fea, y por mucho que hallamos viajado por “ciudades hermosas” y observado “paisajes naturales maravillosos”, dedemos entender que la ciudad es m�s que una simple fachada, es m�s que la forma espacial y los procesos sociales en interacci�n, es un medio tangible, constru�do como un medio que es un producto social, como bien lo dice David Harvey. Y peor a�n, para planificar se debe de entender la ciudad primero, se debe de dar un nuevo impulso a la investigaci�n urbana, a la reformulaci�n y profundizaci�n te�rica y mayor articulaci�n a la informaci�n emp�rica, este es el primer paso afirma Mario Lungo por lo tanto ese sinsabor se acrecienta m�s all� de que la s�la visi�n de estructuras f�sicas nos den mejor calidad de vida y, cuidado, nos pongan de frente a un determinismo. No profundizo en las bondades de esta tierra y gentes benditas que de m�s est� en se�alarlas como bien se apunta, somos privilegiados., Por �ltimo, un respiro profundo a mantener el control p�blico de las actividades y desiciones urbanas mediante la planificaci�n urbana y no una planificaci�n estrat�gica, la visi�n global urbana y no fragmentada, y apostemos a la incorporaci�n de los �rboles y dem�s beneficios ambientales.