Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

El potencial �tico de los nuevos movimientos sociales

Columnista huésped | 9 de Enero 2007

Por Pa�l Enrique Benavides V�lchez

Para la prensa neoliberal, tanto en sus longevos como en sus nuevos cuadros, la sociedad civil costarricense debe ser correcta, sensata, especialmente prudente con lo que estiman la visi�n oficial de pa�s. Desde luego que esta �sociedad civil� bien portada y fantasmal recibe sus halagos editoriales. Esa s� sabe comportarse democr�ticamente.

Esta prensa auspicia la visi�n neoconservadora de la sociedad civil, complaciente con el poder y necesaria en su pasividad para que todo calce y no haya desajustes. Acorde con la visi�n de la democracia competitiva, que planteara hace ya bastante tiempo el economista Joseph A. Schumpeter en su obra Capitalismo, Socialismo y Democracia. Complemento pol�tico del neoliberalismo, esta perspectiva hace nula la voluntad general, al se�alar que la �voluntad del pueblo es el producto y no la fuerza impulsora del proceso pol�tico�. Minimiza la capacidad de juicio de la persona al afirmar que �dar al individuo una independencia y calidad racional es completamente irreal�. Reduce la democracia a la oportunidad que tiene el pueblo de aceptar o rechazar los que aspiran a gobernarlo y nada m�s.

El m�todo democr�tico, afirma Schumpeter, es �aquel sistema institucional para llegar a las decisiones pol�ticas, en el que los individuos adquieren el poder de decidir por medio de una lucha de competencia, por el voto del pueblo�. El individuo no razona, la voluntad general es una ficci�n, la pol�tica es una competencia por ganar votos, y la democracia el gobierno del pol�tico…

Desde luego que le provoca a esta prensa una mirada de sospecha el que los ciudadanos decidieran marchar por las calles para expresar su desacuerdo con el TLC. Es decir, que la sociedad civil se portara incorrectamente. Bochinche callejero que no estuvieron dispuestos a tolerar, alquimia de los que fueron j�venes en los setentas, y veleidades rom�nticas para los que son j�venes en el siglo XXI que les son� a subversi�n, optando por la v�a f�cil de darle m�s importancia a la ley de tr�nsito, que a la libertad que tienen las personas de manifestarse, como lo hacen los ciudadanos democr�ticos de las sociedades democr�ticas de Francia, Espa�a y los Estados Unidos. As� editorializaron en apoyo al gobierno, transformando el Estado Social de Derecho de pronto, en polic�a de tr�nsito.

Pero lo que no puede evitar su c�rculo de censores y articulistas, es el renacimiento a escala internacional de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil global, que surgi� a la vida c�vica en los primeros a�os del siglo XXI, no como reacci�n sino como acci�n �tica contra la globalizaci�n neoliberal, los organismos internacionales, sus promotores y los efectos perversos de la aplicaci�n del modelo en el mundo, seg�n se�ala nada menos y nada m�s que Joseph Stiglitz.

De esta forma surge el Foro Social Mundial (FSM), que opera a trav�s de redes de participaci�n a nivel internacional sin un centro de poder al cual rendirle cuentas, creado en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, en el 2001 con la finalidad de oponerse al Foro Econ�mico Mundial de Davos, espacio que desde 1971 promueve y defiende las pol�ticas neoliberales en el mundo, financiado por m�s de 1000 empresas transnacionales.

El Foro Social Mundial (FSM) ha realizado seis Foros Sociales del 2001 al 2006, realizados en Brasil, en Pakist�n, la India, �frica, Venezuela y Chile. Los ejes tem�ticos abordados incluyen la afirmaci�n y defensa de los bienes comunes de la tierra como alternativa a la mercantilizaci�n y al control de las transnacionales; la movilizaci�n y software libre; la econom�a popular solidaria; el pensamiento aut�nomo, reapropiaci�n y socializaci�n del conocimiento, de los saberes y las tecnolog�as; comunicaci�n, pr�cticas contra hegem�nicas, derechos y alternativas, entre otros temas.

Asimismo la existencia de ATTAC, Movimiento Internacional de Ciudadanos formado por personas de todas partes, creado para promover un impuesto a los capitales especulativos, la Tasa Tobin, iniciativa planteada por el economista estadounidense y Premio N�bel James Tobin, que propone la aplicaci�n de un impuesto a las transacciones especulativas de los mercados de divisas. Propuesta rodeada del m�s elocuente silencio de parte de los conglomerados de informaci�n norteamericanos.

Estos nuevos movimientos sociales postulan la planetarizaci�n del sistema, la consciencia organizada que se�ala al capitalismo global, el l�mite f�sico del planeta tierra, que no podr� ser ahora ni en el futuro la sociedad venidera, la utop�a del libre espacio para continuar agotando y expoliando sus recursos y sus energ�as. Son la esperaza de que la vida contin�e con nosotros.

Reivindican la informaci�n como recurso, derecho pol�tico fundamental que fue arrebatado por la globalizaci�n econ�mica y por los conglomerados informativos, y que los movimientos afirman para difundir la informaci�n cient�fica, ambiental, biotecnol�gica, farmac�utica y financiera alternativa, disponible para todos en la Red.

Los movimientos sociales, dec�a Jos� Luis Aranguren, renuncian al lastre del aparato y de la burocracia de partidos, responden al reclamo de verdad por el que existen, a ese �grito de amor a la vida� que les da sentido. Representan una cr�tica fuerte a las estructuras de poder tradicionales como los partidos pol�ticos, a su sentido de oportunidad y c�lculo, a sus liderazgos personalistas y cacicales, prudentes para se�alar con su dedo con cuales sectores se pacta y con cuales no, para no arriesgar el posible triunfo electoral que persiguen, como S�sifo en su gesta de llevar a la cima de la colina la piedra que lo aplasta.

Tienen el potencial para suscitar las ideas y las energ�as m�s simples y m�s nobles de las personas, la fe y sus esperanzas en el porvenir. Eso que malgastaron los partidos pol�ticos por tanto a�os, creadores de su propio demiurgo: los abstencionistas.

Columnista huésped | 9 de Enero 2007

2 Comentarios

* #1202 el 9 de Enero 2007 a las 10:38 AM Rodolfo Borb�n S. dijo:

Excelente art�culo. En lo �nico que discrepo es cuando Schumpeter enuncia que, ” el individuo no razona”. Creo que debi� habr cambiado el sujeto de la oraci�n: “masa” por “individuo”. El contenido en general es una verdad indiscutible.

* #1213 el 11 de Enero 2007 a las 01:10 PM Geovanny Jim�nez dijo:

Este es al art�culo que siempre he querido escribir. Felicito al autor por atreverse a decir estas cosas que se requiere con urgencia en una sociedad tan dolo(ro)samente mediatizada y manipulada como la nuestra. Indistintamente de la ideolog�a que se profese, solo hay que leer unos peri�dicos nacionales para ver con asombro como TODOS LOS D�AS se repiten los mismo discursos. Un medio nacional todos los d�as tiene en su portada un ataque indiscriminado a las instituciones p�blicas y m�s precisamente a sus funcionarios. El “destape” es singular, sin discresi�n ya. Este es un comentario personal y aplica a la revista que dirijo.

Solicito al autor y a Tribuna Democr�tica autorizaci�n para publicar este excelente art�culo en www.culturacr.com (revista de cultura y sociedad costarricense) Favor escribirme al correo anotado arriba.

NOTA DE LOS EDITORES: Adelante!

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.