Por Francisco Escobar
Los legisladores firmantes buscan en criterios de autoridad, una fundamentaci�n que respalde su dictamen afirmativo recurriendo al documento �Una reflexi�n sobre el Tratado de Libre Comercio a la luz de principios cristianos�, publicado por la Conferencia Episcopal en mayo de 2004, del que citan: �El TLC es un instrumento jur�dico, un convenio entre pa�ses que les garantiza el intercambio de bienes y servicios de manera fluida. Es un instrumento que materializa las pol�ticas comerciales del pa�s, que se basa en un conjunto de reglas que, seg�n los negociadores, respetan los principios sobre los que ha basado Costa Rica el desarrollo econ�mico y social�.
Los se�ores obispos de la Conferencia Episcopal ni son ni pretenden ser economistas ni soci�logos expertos en desarrollo social. Su formaci�n es teol�gica y su tarea religiosa y espiritual, no t�cnica. El documento fue emitido cuando el estudio del texto del Tratado por parte de estudiosos, expertos, acad�micos y t�cnicos no hab�a iniciado. Podr�a contraargumentarse a la definici�n de los obispos, que para lograr el intercambio de bienes y servicios de manera fluida, como ha ocurrido hasta ahora en nuestro pa�s, no se requiere de un TLC.
Prudentemente, los obispos afirman que se basan en un conjunto de reglas que �seg�n los negociadores, respetan los principios sobre los que ha basado Costa Rica el desarrollo econ�mico y social�. En ese momento, ni siquiera se ten�a claro cu�l hab�a sido la actuaci�n de los negociadores y sus resultados. Los obispos no afirman, sino que se remiten cort�smente a los negociadores, y expresan su fe y esperanza en que efectivamente se respetar�n los principios sobre los que se ha basado el desarrollo econ�mico y social de los costarricenses.
Esta cita de los obispos no constituye una fundamentaci�n cient�fica, objetiva y verificable de la naturaleza y objetivos del Tratado de Libre Comercio. Utilizar este documento de car�cter religioso es impropio de una Comisi�n de la Asamblea Legislativa que toma una decisi�n de tanta trascendencia para el desarrollo y la paz de toda la naci�n.
Pero aunque no sean expertos economistas ni soci�logos, los obispos son costarricenses, y expresan los buenos deseos de muchos ciudadanos que ellos representan espiritualmente. M�s ins�lito es el hecho de que los diputados y diputadas firmantes de la Comisi�n busquen en un extranjero una fundamentaci�n al TLC. El economista canadiense Michael Parkin, de la University of Western Ontario, en una visita que realiz� al pa�s, expres� que los TLC �per se� no son ni buenos ni malos, sino que sus oportunidades o limitantes son posibles dependiendo de las pol�ticas internas, ya que son meros instrumentos comerciales que facilitan el intercambio entre los Estados.
No fue en un estudio, an�lisis, informe, investigaci�n o publicaci�n t�cnica sobre el TLC entre Costa Rica y Estados Unidos, sino manifestaciones informales en una visita al pa�s. Habr�a que asegurarse de la objetividad e imparcialidad del profesor Michel Parkin, sabiendo si quienes lo invitaron y lo escucharon fueron los funcionarios del Gobierno que apoyan el TLC, o alguna instituci�n acad�mica imparcial, o los economistas que adversan el tratado. La afirmaci�n del visitante es general y se refiere a todos los tratados como si fueran id�nticos, ignorando sus diferencias. Es inadmisible que en un an�lisis cient�fico se use los t�rminos bueno o malo, equivalente a decir que el TLC gusta o no gusta.
Si �los tratados son instrumentos comerciales que facilitan el intercambio de bienes y servicios entre los Estados parte�, y nada m�s, �para qu� tomar medidas sobre toda la estructura social, si el intercambio de bienes y servicios no lo requiere? Es humillante que nuestros diputados y diputadas mayoritarios de la Comisi�n de Internacionales ignoren, soslayen y silencien los an�lisis de los acad�micos expertos y t�cnicos costarricenses, para erigir la justificaci�n de su voto sobre las opiniones de un grupo de obispos y de un visitante canadiense.
(La Prensa Libre)
Columnista huésped | 12 de Enero 2007
3 Comentarios
Devela el Dr. Escobar otra manipulaci�n m�s que tanto el Poder Ejecutivo como la Asamblea Legislativa han hecho con el fin de aprobar este TLC. El cual en mi concepto es un documento que deshumaniza al ser humano, por cuanto su centro es el comercio, la ganancia. En consecuencia -salvo mejor criterio- este documento es una muestra m�s de lo que Juan Pablo II, calific� de Capitalismo salvaje.
Gracias Francisco, por tu excelente y oportuno art�culo que merece difundirlo.
�Por qu� no recurren a la opini�n de los Obispos de Washington y M�xico que ha sido apabullantemente en contra por sus resultados?
�Por qu� un canadiense viene y es como si viniera un dios? a eso todav�a se le conoce como “malinchismo”
�Por qu� si quieren escuchar extranjeros no llaman a Stiglitz y economistas m�s serios y reconocidos?
�Los economistas nuestros no son lo suficientemente buenos para creerles?
Excelente an�lisis acerca de las �muletas� tan aborrecibles para el �guila desgastada, cuando su ego le exig�a ser el candidato. No es de extra�ar entonces, que ahora se desdigan y echen mano de esas muletas que no necesitaba la comisi�n de internacionales para justificarse, cuando fue p�blico y notorio, el remedo de juego democr�tico que impusieran en �l an�lisis de ese tratado que es, la biblia sobre la cual rezan y lloran, los de siempre, los ganadores, cuyo rezo es �Se�or no me des pero pon�me donde haya�, eso s� bajo la sombra del denostado Estado a cual han esquilmado hasta la saciedad.