Es muy extra�o que, si en la Asamblea Legislativa hay suficientes votos para introducirle, cuando el gobierno las necesita, reformas casu�sticas al espantoso reglamento que la rige, no los haya o no se busquen, para una reforma general, o para un regreso a los reglamentos inteligentes que hubo hasta 1994.
No ha existido diputado, desde que el reglamento actual empez� a regir el 1 de mayo de 1994, que no haya estado convencido de que el reglamento es un mamarracho que ha alterado la esencia misma de la actividad parlamentaria, dando a los jefes de fracci�n una cantidad de funciones que antes no ten�an, a los diputados de oposici�n la posibilidad de obstaculizar sin dar razones, liquidando pr�cticamente los debates de fondo en el plenario, e impidiendo en toda forma las proposiciones y discusiones pol�ticas que a la larga (con perd�n de la prensa modosa) son el alma de la vida parlamentaria, y de la democracia cotidiana (no la exclusiva del cuatrienal domingo de febrero).
Adem�s, ese reglamento est� concebido para una Asamblea dominada por dos partidos, que jugaban al estira y encoge o al cuartel ingl�s, y no para la nueva situaci�n pol�tica, que exige que la Asamblea se maneje con un n�mero de fracciones que deben trabajar entendi�ndose entre ellas aunque peleando entre ellas, (m�s las unipersonales).
Pero el asunto no marcha. Reformitas casu�sticas y ad hoc para resolver determinadas situaciones, impedir determinadas actitudes o acelerar determinados proyectos, no van a sacar al Poder Legislativo del estado de semi-paralizaci�n en que vive, aunque le permitan al Poder Ejecutivo que se le apruebe aquello que les cont�. Hay que mirar un poco m�s adelante y un poco m�s lejos.
No es concebible que exista en la Asamblea Legislativa una fracci�n o un diputado siquiera, que crea que el reglamento actual sirve, o le sirve. Pero falta la iniciativa. Obnubilados los diputados por el proyecto m�s pol�mico de los �ltimos siete a�os, la fracci�n m�s grande (la del PLN) no parece que pueda pensar en otra cosa. Y uno se pregunta: una vez que eso se termine, �qu�? �C�mo va a seguir la cosa y a funcionar la Asamblea? �Hay previsiones o provisiones para lo que suceder� en los tres a�os que vienen?
Para decirlo en el correcto costarrique�ismo del futuro: That is the question.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 31 de Enero 2007
2 Comentarios
Don Alberto es un hombre optimista y por eso le pide peras al olmo, a�n cuando �l sabe que los pol�ticos tradicionales y sus adl�teres no pueden ver m�s all� de las billetereas de quienes financian sus campa�as pol�ticas.
Los curul habientes que pululan en el cuartel de la contumacia —otrora Asamblea Legislativa— suman m�s cuerpos (cabezas no) que los pocos diputados que hay.
La fracci�n gobiernista no tiene inter�s en pensar en el reglamento a largo plazo por una raz�n muy sencilla: su �nico proyecto de gobierno es tambi�n su �ltimo. Si logran imponer el proyecto esbirro no habr� necesidad de gobernar porque �ste ser� la ley fundamental de Costa Rica.
Adem�s ellos viven, respiran y suspiran por cumplir con los designios del palom�nico presidente de Guanacaste y nominal “presidente” de Costa Rica.
En fin, lo importante de este art�culo es que don Alberto nos recuerda que no hay que perder la esperanza de que uno o unos pocos de los aut�matas serviles al gobierno recuperen los escr�pulos o al menos hagan el esfuerzo de usar la �nica neurona que les queda.
Agradezco a los editores de Tribuna Democr�tica por enviarme todos los art�culos, creo que me tom� por sorpresa esta lluvia de documentos sobre temas de inter�s nacional y abordados de manera profunda y clara.
Sobre este tema en particular de don Alberto Ca�as, coincido en que la cr�tica al reglamento legislativo ha sido reiterativa sin que se haya hecho nada hasta que la jefa de fracci�n de la C�mara de Industrias, perd�n del partido PLN, tramit� una reforma al mismo, con el argumento de agilizar los tr�mites legislativos. Lo grave a mi juicio es que nos encontramos en una coyuntura en la que a la oligarqu�a le urge, debo admitir que tienem raz�n ya que el panorama, nacional e internacional ha cambiado sin que hayan concretado el entreguismo de las instituciones como el ICE y el INS.
Lo anterior me convence, cada vez m�s, en que lo que hace falta, no es solo cambiar el reglamento legislativo que curiosamente tanto le sirvi� al PUSC como al PLN, sino, el sistema pol�tico en general, ya que los citados partidos, han venido colocando sus fichas en las instituciones fundamentales tales como: El Tribunal Supremo de Elecciones, Puestos claves de los diferentes Ministerios del Gobierno Central, La Corte Suprema de Justicia y la Sala Constitucional. Y ahora vemos muy clarito como tambi�n las Municipalidades.
Para decirlo en cristiano todo el poder pol�tico est� podrido, por lo que coincido en que se necesita convocar a una Asamblea Constituyente.
Debo indicar para concluir que tengo una enorme confianza en la conformaci�n de los distintos sectores sociales e intelectuales de nuestro pa�s, porque si algo bueno hay que reconocerle al tema del TLC es que sacudi� al pa�s de una modorra de inacci�n y nos oblig� a tomar partido, porque creo que los que se han opuesto al TLC, lo han hecho con una enorme seriedad y profundidad, cito, por ejemplo, instrumentos como la TRIBUNA DEMOCRATICA, profesionales como Henry Mora, que ha escrito libros y es un activista destacado,as� como al se�or Eugenio Trejos, rector del ITCR. Los diputados: Merino y Oscar L�pez, junto con los del PAC,tambi�n resalto, el documental Costa Rica S.A. al Semanario Universidad a cargo de la reci�n galardonada con el premio P�o V�quez, periodista Laura Mart�nez, Las Universidades P�blicas y quiero hacer un especial reconocimiento al sector sindical, en especial de la ANEP, ICE, CAJA, EDUCACI�N junto con organizaciones campesinas y otras como: los ecologistas e ind�genas ya que son los grupos que lo constituyen las personas cuya condici�n social es la m�s y directamente afectada por las acciones desacertadas y de corrupci�n de los pol�ticos.
Finalmente, agradezco incluirme en este foro democr�tico