Debo decir que ese seudo-esc�ndalo que se ha armado en torno al saliente Viceministro de Educaci�n por los nepotismos a que se dedic� en cuanto no m�s lo nombraron, no me ha parecido digno de tal esc�ndalo porque, la verdad sea dicha, cosas como esa son el men� cotidiano de la grader�a de sol que se hizo de los altos puestos p�blicos.
Las reparticiones ilegales de tierras en el IDA, por ejemplo, son m�s graves que lo de Educaci�n; lo mismo el asalto al Servicio Civil, que se sospecha est� conectado con �l; los empleados infieles a los que no se puede despedir porque la Sala Cuarta ordena reinstalarlos con goce de sueldo para que tengan la oportunidad de destruir los documentos que pudieran acusarlos� esas cosas, se�oras y se�ores, son de todos los d�as, en un pa�s que una vez tuvo que alzarse en armas para expulsar del poder a los corruptos que se empe�aban en mantenerse en �l mediante el fraude.
Desde que las instituciones aut�nomas dejaron de ser regidas por personalidades fuertes y enteradas del asunto como Julio Pe�a, El�as Quir�s, Enrique Lara, Jorge Escalante, Fidel Trist�n, Jorge Manuel Dengo, Carlos Ulate, Rodrigo Carazo, Rodrigo Fournier, Guido Miranda, Danilo Jim�nez, para convertirse en canoas para diputados cesantes de grader�a de sol, el sistema se corrompi�. Y esto, de paso, les sirvi� a los privatizadores para se�alar lo que pasaba, como algo intr�nseco y propio del Estado� olvid�ndose del ejemplar Estado que Costa Rica tuvo a partir de 1948 hasta� bueno, hasta que lo corrompieron.
La culpa, seg�n algunos, no es de la politiquer�a, el clientelismo y el populismo, sino de los monopolios. Los p�blicos, naturalmente, porque los privados, a lo que parece, son perfectamente deseables, y es de ver c�mo se esmeran algunos por importarlos, ya que, vamos, si son extranjeros son doblemente buenos. �Verdad que s�?
La verdad es que, como dice un amigo m�o que no me ha autorizado a publicar su nombre, Costa Rica pas�, de estar regido por estadistas, a estarlo por mequetrefes. Porque, como me dec�a ese mismo amigo, ya uno no conoce ni a los presidentes de aut�noma (�qui�n hab�a o�do hablar de Eliseo?), ni siquiera a los ministros, que no sabe de donde los sacan, salvo que de entre los activistas y pegabanderas. Poqu�simos de ellos tienen antecedentes privados o p�blicos que los acrediten y los hayan dado a conocer como capacitados.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 10 de Enero 2007
2 Comentarios
Estimado don Alberto: Es cosa dificil de creer que en los ultimos a�os se haya deteriorado tanto la capacidad de los presidentes que colocan a su alrededor a personas tan incapaces y con tan poca trayectoria en la funcion publica, y que pongan de excusa que lo que es del Estado no funciona, para poder privatizar. Cuando este bello pa�s sea como el m�o, en el que se debe mandar los hijos al extranjero a estudiar y a vivir para que no los secuestren, privando a la familia de crecer juntos y cuando deban construir las canchas de deportes, los cines y las discotecas en sus propias casas porque nadie puede salir, y como nosotros lo hemos vivido en una ciudad que a las seis de la tarde es como que hay un toque de queda, van a ver estos gobernantes que han ido arruinando a este pa�s lo que es bueno y es donde van a querer cambiar pero ya va a ser muy tarde.
Hagamos algo ahora porque este es el momento para este bello y agonizante pa�s.
Estimado don Alberto, con respecto a lo de “La verdad es que (…) Costa Rica pas�, de estar regido por estadistas, a estarlo por mequetrefes.”, le confieso que di� en el clavo. Digo de paso que la �ltima palabra es particularmente pertinente. Hay quienes dicen ahora; por cierto, los fulanos que llegaron al puesto el a�o pasado por minor�a de votos, que esta Tiquicia es ingobernable. La verdad es que no lo es; lo que hace rato nos hace falta y que no tenemos es, como usted bien apunta, verdaderos estadistas.