� Manifiesto de la Federaci�n de Colegios Profesionales Universitarios de Costa Rica a prop�sito de la discusi�n, en la Asamblea Legislativa, del Tratado de Libre Comercio entre Rep�blica Dominicana, Centroam�rica y Estados Unidos.
El Comit� Permanente de la Federaci�n de Colegios Profesionales Universitarios de Costa Rica, considerando que:
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El Tratado de Libre Comercio entre Rep�blica Dominicana, Centroam�rica y Estados Unidos, conocido como TLC, actualmente en tr�mite parlamentario, constituye una de las m�s serias encrucijadas que ha tenido que afrontar nuestro pa�s.
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La realidad actual del pa�s exige de los representantes del pueblo, depositarios temporales del poder, una profunda reflexi�n acerca de la decisi�n que pronto habr�n de tomar.
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Esa decisi�n, de tanta trascendencia para el futuro de Costa Rica y de sus habitantes, debe darse a la luz de los intereses superiores de toda una naci�n, m�s all� de intereses personales, grupales o de partido, o de creencias o ideolog�as.
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Es nuestro deber de ciudadanos y de profesionales, comprometidos con un pa�s de oportunidades, de armon�a y de paz social, y con los antepasados que lo construyeron, ayudar a conservarlo y mejorarlo para las generaciones presentes y futuras.
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Es nuestro deber de ciudadanos y profesionales ayudar a la consolidaci�n de un sistema democr�tico por el que generaciones de compatriotas, a lo largo de la historia, han dado lo mejor y muchos hasta ofrendaron sus vidas.
Por tanto:
En esta hora decisiva de nuestra historia, apelando al patriotismo de todos los costarricenses y como representantes de las diversas profesiones, estratos sociales, etnias, creencias, doctrinas, �reas geogr�ficas y corrientes de pensamiento:
1- Hacemos un llamado a la concordia nacional, para que en el pa�s priven el dialogo fecundo, la tolerancia y la armon�a que conduzcan al progreso con equidad y a la paz fundada en la justicia.
2- Ponemos al servicio de esas causas y de Costa Rica nuestros conocimientos y nuestra buena voluntad, para ayudar en la toma de aquella decisi�n que en definitiva m�s convenga a los intereses superiores del pueblo costarricense.
Acuerdo tomado en sesi�n No.10-2006 del Comit� Permanente de la Federaci�n de Colegios Profesionales, celebrada el mi�rcoles 6 de diciembre de 2006, en la sede del Colegio de Ingenieros Agr�nomos de Costa Rica.
Dr. Federico Piza Vargas Presidente
Columnista huésped | 14 de Diciembre 2006
5 Comentarios
�No es un poco tarde?
Durante meses hemos solicitado audiencia a la Comisi�n de Asuntos Internacionales y no nos la negaron, simplemente no atendieron nuestra solicitud.
�Qu� les hace pensar que concluido el peri�do de audiencias les van a escuchar?
Es lamentable c�mo la democracia nuestra se ve en peligro ante la intolerancia y el autismo gubernamental. Por m�s que intentemos aportar conocimientos e ideas, simplemente nos tiran la puerta en la cara.
Santiago Berm�dez Valverde, Contador Privado Incorporado, carn� 15821, vecino de San Marcos de Tarraz� escribe:
Ciertamente considero muy tard�o el amanifiesto de esta federaci�n. Varias veces me pronunci� respecto a la pasiva posici�n de varios gremios entre los cuales inclu�: las iglesias, universidades, colegios profesionales; porque daba la impresi�n de no ser costarricenses, y al rato excentos de estos eventos de tanta trascendencia.
Pues bien, ya se tiene un pronunciamiento, pero lo considero en igualdad al de la Iglesia Cat�lica: ni para all�, ni para ac�. Concordia? todos hubi�semos deseado eso. Hubi�semos deseado debate de altura, y no la imposici�n.
Formo parte de un gremio, pero m�s que eso, soy costarricense y siento pena y coraje por el ultraje a nuestra institucionalidad, porque nos han negado el derecho de opinar y participar de la decisi�n de algo que sin duda transforma nuestra institucionalidad.
Yo hubiese esperado por lo menos de mi colegio una definici�n, pero exigiendo de nuestros gobernantes el respeto a la Constituci�n y las leyes.
No, Flora. No es tarde. Para la paz nunca es tarde. No hay que desesperarse.
No dijeron nada…. que triste…
“Concordia y di�logo”, por el diputado Jos� Manuel Echandi
En d�as recientes, la Federaci�n de Colegios Profesionales de Costa Rica hizo, a ra�z de las protestas que suscit� el dictamen afirmativo del Tratado de Libre Comercio entre los EE. UU., Centroam�rica y Dominicana en la Comisi�n legislativa de Asuntos Internacionales, un firme llamado a la concordia nacional.
As� tambi�n, los cuerpos colegiados pusieron a disposici�n de diputados y autoridades de Gobierno sus conocimientos en distintas �reas con el fin de aportar opiniones objetivas y calificadas no solo a la discusi�n del TLC, que entrar� con fuerza en enero 2007 al plenario legislativo, sino tambi�n como base firme para la toma de una decisi�n de trascendental importancia para Costa Rica.
Pesadas divergencias. Y es que el peso del TLC no reside �nicamente en las oportunidades que los expertos indican que traer� al pa�s, o en las carencias y errores que quienes lo adversan puntualizan, sino m�s bien en las divergencias que ha suscitado y en la conmoci�n popular que acompa�a, de uno y otro lado, su sola menci�n.
Por ello es que la proclama de los Colegios Profesionales llega en buena hora pues no podemos olvidar ni los diputados ni los representantes gubernamentales, ni el resto de la ciudadan�a, que nuestra naci�n ha sido siempre cuna de libertad en la que convergen los m�s variados criterios, ideolog�as, razas y credos, sin que ello haya significado �y esperamos no ocurra ahora� que quienes aqu� vivimos y compartimos pan, trabajo, cielo y esperanza nos convirtamos en ac�rrimos enemigos alimentados por el rencor o la violencia.
�ptima disposici�n. De ah� que, para el inicio del a�o venidero, cada uno de nosotros debe afrontar el tema con una �ptima disposici�n a escuchar, con la mente y el coraz�n abiertos a entender posiciones contrarias y sobre todo, a incorporar en nuestro propio juicio, elementos aportados por quienes al igual que nosotros, pretenden lo mejor para Costa Rica.
En nuestra fracci�n �la del Partido Uni�n Nacional� hemos ido estudiando el tema del TLC a profundidad y, sobre todo, escuchando cuidadosamente los clamores populares que suenan fuertes y serenos en el panorama nacional, pues somos ticos y ticas, suficientemente maduros y seguros de nuestra democracia, como para expresarnos con tranquilidad y cordura. Y as� tambi�n enfrentaremos, si Dios lo permite, las discusiones y proyectos en el 2007.