La opini�n que me merecen los espect�culos teatrales que se ofrecen en San Jos�, la hago clara con decir que no asisto a ellos. Y que, viejo aficionado al teatro, concurro muy raramente, pues no me interesan ni las vulgaridades an�nimas o plagiadas, ni los �experimentos� imp�beres o simplemente irrespetuosos.
Hay, sin embargo, una sala que mantiene un nivel teatral serio, y que se esmera en darle al p�blico teatro de verdad y a los autores costarricenses la oportunidad de dar a conocer sus obras sin desnaturalizarlas. Es la Sala Vargas Calvo, creada por Graciela Moreno como una dependencia del Teatro Nacional, y que hoy est� bajo la direcci�n muy sabia y responsable de Mariano Gonz�lez y evidentemente, tambi�n de Samuel Rovinski.
La Sala Vargas Calvo ha sido desde su apertura, un hogar para el buen teatro. Pero en los �ltimos tiempos ha subrayado m�s esa pol�tica, y es realmente, el teatro a que uno puede concurrir a la segura. Tanto Gonz�lez como Alfredo Catania han montado all� espect�culos memorables.
La obra que han venido presentando �ltimamente, es la triunfadora de un concurso de dramaturgia organizado por el Teatro Nacional. Su autora es la actriz Mar�a Silva, parte ella misma de la Sala, y su t�tulo, Soledad, �qui�n te acompa�a? La ha dirigido impecablemente Gonz�lez, con el respeto por el texto que le caracteriza, y la han interpretado la propia autora y Gladys Catania, que ya es decir.
Los nombres de las dos actrices garantizan calidad al espectador, pero palabra de honor que una calidad del calibre de la que han ofrecido, dif�cilmente se ha visto en lo escenarios de San Jos� en los �ltimos a�os: el drama de una t�a y una sobrina que comparten un apartamento, la propiedad de una vieja casa familiar y un sinn�mero de recuerdos de toda clase, algunos terribles, que una peque�a crisis (la que presenciamos en escena) desata y revela en toda su amargura.
Se me dir� que la explosi�n de una crisis familiar escondida no es un tema original, y que el teatro del siglo XX lo trat� hasta lo exhaustivo. Pero nada hay nuevo bajo el sol, salvo el talento dramat�rgico de Mar�a Silva, que ha escrito una pieza conmovedora, irritante, sorprendente, violenta y horriblemente real. Porque, d�gase lo que se diga, la magia del espect�culo teatral y del talento de las dos actrices, nos hace creer cuanto all� se dice y todo lo que all� se cruzan como desaf�o, declaraci�n de guerra y armisticio las dos mujeres que saben que est�n condenadas a vivir juntas.
En dos platos, teatro costarricense como el de los buenos tiempos, una contribuci�n seria a las letras nacionales, y un conflicto para el jurado que otorgar� los premios de teatro correspondientes a este a�o, porque a la hora de premiar a una actriz, lo mejor que podr�n hacer es tirar una moneda al aire. Las dos se lucen. Las dos son grandes. Las dos son admirables.
Este comentario aparece tard�amente, ya que se anuncia que ma�ana ser� la �ltima funci�n de Soledad, �qui�n te acompa�a? Pero mi informaci�n confidencial es que el cierre es temporal, diciembrero. Y que la temporada se reanudar�, como corresponde, y que existe la posibilidad de que esta notable obra, notablemente dirigida e interpretada, emprenda una gira por el pa�s. Bienvenido todo esto, y ojal� que podamos presenciar un renacimiento verdadero de aquel movimiento teatral que nos enorgullec�a hace un cuarto de siglo.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 2 de Diciembre 2006
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