Todos deben leer esta primera novela de Nacer Wabeu, profesor de origen kabil naturalizado costarricense.
Esta novela ilustra bien que Marx se equivoc� al suponer que en el capitalismo la lucha es entre el capital y los asalariados. No. La lucha es entre los que est�n adentro y los excluidos del sistema.
Sin voz ni techo es una novela sobre la exclusi�n. Pero saber que detr�s del texto hay un trabajo de a�os con los ni�os y ni�as de la calle que Nacer Wabeau fundi� exitosamente en un personaje principal: Beto, coloca el libro por encima de las novelas. Es un documento testimonial, un trozo de vida. Pero es sin duda tambi�n una novela por el trabajo literario exitoso de fundir tantos casos e historias en unos cuantos personajes, todos convincentes. Bravo, Nacer.
Lo que este trozo de realidad novelada muestra es que actualmente en Costa Rica los que nacen en tugurios tienen alt�simas probabilidades de jam�s salir de los tugurios. O sea, que se acab� la movilidad social.
Los personajes que son Beto constituyen el 20 %, si no m�s, de la poblaci�n de Costa Rica. Y a lo largo de la novela una desarrolla simpat�a por las personas que, nacidas en tugurios, no se resignan a la exclusi�n y con algo como el esp�ritu de Robin Hood, roban sin hacer da�o. Y una comprende que es una alternativa v�lida porque es LA �NICA que este pa�s les deja. En esta organizaci�n de robos sin crueldad algunos logran sus objetivos al cabo de unos a�os, y entonces se retiran y entran a la vida corriente. Pero otros, como los personajes que son Beto, no lo logran. Son inteligentes y sensibles y tienen demasiado odio, demasiado resentimiento, demasiada rabia: eso es lo que el sistema neoliberal que tenemos desde hace 20 a�os les produce. Y si este sistema sigue con su indiferencia, lo producir� cada vez m�s.
Alguien deber�a enviarle a nuestro Presidente de la Rep�blica, don �scar Arias, este libro. S�, a don �scar que es tan inteligente y sabe decir maravillosos discursos sobre la distribuci�n de la riqueza pero que a la hora de actuar no hace nada m�s que empe�arse en un absurdo TLC.
Hay que repartir riqueza hoy, se�or Presidente, porque ma�ana ser� tarde. Y si no me cree, preg�nteselo a los personajes que son Beto.
Anacristina Rossi | 6 de Noviembre 2006
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