Todos los d�as lo veo pasar frente al negocio, con ropa vieja y sucia, a veces empapado por la lluvia, recoge cajas de cart�n que dobla y apila al lado de la ventita de don Hugo, para que de paso su colega de la fuerza laboral informal, le �eche un ojito� a su mercader�a. Trabaja desde que sale el sol hasta la noche. Por la tarde el trabajo aumenta porque los negocios comienzan a sacar las cajas de mercader�a. En la �poca previa a la Navidad, tiene m�s trabajo y m�s lluvia.
Cualquier envase pl�stico, de vidrio o lata de aluminio tirada, es dinero para �l. No sabemos donde vive, mejor dicho, donde duerme. Con paso apurado va por las calles y avenidas de San Jos� buscando todo lo que otros desechan. �Es su mercader�a!
Si alguien le pide un favor, con gusto lo hace. Callado y con paso apurado va de un lado al otro trabajando. No creo que tenga muchos conocimientos ni sepa un oficio, ronda los 45 a�os de edad y de nada le servir� estudiar, de todos modos para lo que sabe y puede hacer, no necesita estudiar, s�lo trabajar de sol a sol. �Y que tal si estudiara? Nada le garantiza un empleo ni mejorar su condici�n.
A partir de las seis de la tarde su trabajo se intensifica, necesita alistar las cajas de cart�n a gran velocidad, la competencia aumenta y a veces es desleal porque le llevan las cajas que no puede vigilar. El cami�n que le compra la mercader�a no tarda en llegar y la polic�a municipal que abandona la vigilancia de la ciudad para acosarlo tampoco va a demorar, pero a �l nada lo detiene.
No s� cual es su nombre, pero le llaman Archi porque despu�s de ser abandonado por sus padres creci� en un hogar en Cartago donde se com�a todas las galletas y apodaron as� por Archibaldo, el de Plaza S�samo.
�Son vagos los ticos! Sentencian quienes no ven lo que yo veo todos los d�as.
Anoche un negrito que se llama Jorge Brown, bien mojado por la lluvia en la Avenida Segunda, me ofreci� unos chunchitos que pasa todo el d�a vendiendo, antes hace la advertencia �no robo, trabajo todo el d�a pero cuando llueve se me cae el negocio�. Lo comprendo perfectamente, a m� tambi�n se me caen las ventas, s�lo que yo trabajo dentro del local seca y c�moda.
Hace un rato, don Rafa, el se�or que vende frutas arriesg�ndose a que la polic�a municipal le �decomise la mercader�a� me trajo unos aguacates de primera, a s�lo mil pesos.
Hoy el indigente de las cajas de cart�n, el que deber�a recibir el premio a la conservaci�n del ambiente vino a buscar a mi esposo, �hab�a encontrado un encendedor que funcionaba!… se lo trajo de regalo. En medio de su extrema pobreza todav�a su generoso coraz�n es capaz de hacer un regalo.
Si esta historia le aprieta el coraz�n, a mi esposo le sac� las l�grimas.
Mientras tanto, pienso qu� regalos podemos hacerle a estos amigos en Navidad, tal vez a Archi le gusten unas galletas caseras, a Jorge un chaleco hecho por una se�ora que teje precioso y a don Rafa y don Hugo una billetera con flores de Santa Luc�a para que no les falte plata el pr�ximo a�o. No debo olvidar a Albert Robinson, otro amigo culto y educado que la droga lo tiene sumido en la miseria, pero que un buen libro le gustar�, aunque despu�s de leerlo seguro lo vender� para comprar una piedra o picadura.
Flora Fernández | 19 de Noviembre 2006
2 Comentarios
Ay Flora, me sacaste las l�grimas.
Qu� te parece un abrazo. A muchas de estas personas nadie las toca ni las abraza hace tiempo. Tomarles las manos: decirles: vos val�s, levant� la cabeza. Decirles no sos menos que yo ni que nadie, no permit�s que nadie te humille… y tambi�n � por qu� no? un cafecito o un quequito o un pedacito de pollo… lo que sea…
A veces por ver “lo macro” se nos olvida lo inmediato, lo humano, lo vivo, lo cercano.
Un abrazo, por favor, repartamos abrazos en navidad, miradas a los ojos, cari�o, manos que se toman y se aprietan, espaldas que sienten el calor de la palma de una mano sincera que le da fuerza.
Ah.. .y no juzgar, no juzgar… � qui�n nos asegura que nosotros nunca vamos a andar por la calle en esa situaci�n? Yo al menos no lo tengo seguro. Nada lo tenemos seguro.
Gracias, Florita.
Me parece un excelente mensaje no solo para esta �poca de navidad, sino para que sepamos que durante todo el a�o, existen personas que viven el d�a a d�a sin las condiciones m�nimas de vida. Por eso cada vez que estemos en casa y que la noche nos llame a descansar en nuestra cama, recordemos que muchas personas, como estas que nos se�ala Flora, est�n en las calles sin rumbo, su techo es una caja de cart�n y su abrigo una esquina. Demosle gracias a Dios por nuestra vida y brindemosle una mano a estas personas que realmente la necesitan. Saludos