Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

Chisporroteos

Alberto F. Cañas | 8 de Noviembre 2006

Muchos nos quejamos de la decadencia de nuestro teatro. El repertorio se compone de noveler�as, y de shakespericidios con los que se quiere disimular la pobreza de lo dem�s, 30 a�os despu�s de que San Jos� pasaba por una de las capitales teatrales latinoamericanas.

Pero todo tiene compensaci�n. Y sin que esto haya sido notado por la prensa, otro tipo de teatro se viene abriendo campo. Tenemos tres grupos de teatro musical: la Compa��a L�rica Nacional, aunque est� en receso como la de teatro; el grupo que viene presentando �peras, zarzuelas y comedias musicales en el Melico Salazar, y ahora la Asociaci�n Pro L�rica, en la cual el veterano Enrique Granados se ha despedido de las tablas dando y d�ndose gusto con el c�lebre y aqu� in�dito Don Pasquale de Donizetti.

Lo que tienen en com�n estos grupos es la �pera. El m�s c�lebre, m�s criticado, m�s prestigioso, m�s combatido, m�s sublime, m�s rid�culo y m�s universal de los g�neros teatrales. Y nuestro p�blico, el de la capital y el de provincias cercanas, viene llenando las funciones de �pera.

Mi generaci�n abominaba de ella. Nuestra afici�n musical juvenil se circunscrib�a a la m�sica instrumental, y aunque vener�bamos a Beethoven no se nos ocurri� acercarnos a Fidelio, y si nos deleit�bamos escuchando cuanto llevara la firma de Mozart o Tchaikovsky, ignor�bamos el hecho de que ambos compusieron �peras que no nos interesaban.

En mi caso concreto, fue cuando comenc� a viajar por pa�ses cuyo idioma no dominaba que, imposibilitado de asistir a teatro hablado, si no encontraba una funci�n de ballet o un buen concierto, iba a la �pera, y fui encontrando cosas como Fidelio precisamente, y algunas de Wagner.

Luego vino el estruendo mundial de Maria Callas, y m�s tarde los legendarios �tres tenores�. Pavarotti, Domingo y Carreras cantando “Nessun dorma” en los Juegos Ol�mpicos de Barcelona, constituyeron un acontecimiento cultural, y un acontecimiento juvenil. El suyo fue el disco m�s vendido de 1992.

Existe la teor�a de que, al renombre de los tres tenores, ha contribuido, entre los j�venes, el hecho de que la m�sica popular actual no es memorizable, tarareable, silbable ni repetible, lo que se muestra con el hecho de que antes la gente cantaba y ahora no canta porque no encuentra qu� cantar. Y dado que “Nessun Dorma” es parte de una �pera, los j�venes fueron a buscar si encontraban en la oper�tica, m�sicas similares o simplemente memorizables.

El hecho es que la �pera, en el Melico Salazar, se llena de gente joven. Yo he hecho el experimento de concurrir con mis nietos y sus parejas, con el sorprendente resultado de que salen entusiasmados y pidiendo m�s.

Todo esto es un pre�mbulo, para decir que ya tenemos una int�rprete l�rica de fama mundial: Iride Mart�nez y que esto es muy importante.

Pero no podemos olvidarnos de lo que hay aqu�. Y es que de la reciente Don Pasquale, a m�s de la imaginativa direcci�n de Jos� Dar�o Innella, hay que destacar la intervenci�n de la soprano Mar�a Marta L�pez, cuya gracia, presencia esc�nica, y capacidad histri�nica corren parejas con la calidad de su voz. Ojal� que nuestro mundo l�rico no la desperdicie como hace el mundo teatral con sus promesas, y que nuestro entra�able y justamente aplaudido Enrique Granados se empe�e en convertirla en la estrella que promete ser.

(La Rep�blica)

Alberto F. Cañas | 8 de Noviembre 2006

0 Comentarios

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.