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�Las razones de los pobres son campanas de palo�

Columnista huésped | 11 de Octubre 2006

� TLC atropella el sacrosanto amor de los costarricenses por la paz

� Hay cl�usulas lesivas a las mejores tradiciones de nuestra Patria y a los leg�timos intereses de los sectores populares

� Somos v�ctimas de un aparato totalitario de propaganda

P�rrafos del discurso de don Luis Alberto Monge ante el XI Congreso Cooperativo Nacional, 11 de octubre de 2006.

Los efectos negativos de la inevitable e inexorable globalizaci�n deben ser compensados con pol�ticas y acciones p�blicas a favor del cooperativismo, que ha demostrado hist�ricamente ser una herramienta id�nea para lograr la participaci�n efectiva de los sectores medios y populares de nuestra sociedad en el crecimiento econ�mico, impidiendo que la apertura se convierta en un instrumento para enriquecer a quienes m�s tienen y a un pu�ado de transnacionales. No dudo que las cooperativas de peque�os y medianos productores, s� van a garantizar que la riqueza que se produzca, sea distribuida con equidad y justicia, como lo han demostrado, por ejemplo, las cooperativas de productores de caf� en los �ltimos sesenta a�os.

Estamos de acuerdo con la apertura, y la inversi�n extranjera. Es un paso inevitable en nuestro desarrollo como naci�n. Sin embargo, mantengo mis reservas sobre el texto actual del TLC con Estados Unidos de Am�rica, pues no protege a los peque�os y medianos productores, afectando as� el balance y la paz social que debe mantenerse en la Costa Rica del siglo 21.

Resulta triste reconocerlo. Pero en Costa Rica, en los �ltimos a�os, estamos virtualmente aplastados por un aparato de propaganda totalitario. Somos agredidos con t�rminos de extremistas, comunistas, etc. quienes planteamos tesis discrepantes con los factores econ�micos y pol�ticos nacionales e internacionales, que est�n detr�s de ese aparato. Muchos costarricenses solo cuentan con p�ginas de Internet para expresar sus opiniones, que inescrupulosamente son tergiversadas. Los justos reclamos de los sectores populares, son ignorados sistem�ticamente. Todos los d�as tenemos que recordar a Mart�n Fierro cuando dijo: �que son campanas de palo, las razones de los pobres�. Todos los d�as nos viene a la mente, la frase que insertamos en un art�culo que publicaron algunos diarios de Am�rica Latina, hace casi cuarenta a�os. La frase fue: �queremos ser un pueblo con voz y voto�. Desgraciadamente, estamos en el aberrante tr�nsito, de ser un pueblo con voto sin voz.

Todo el tiempo tenemos que estar haciendo aclaraciones y rectificaciones, frente a los ataques de los voceros de dicho aparato propagand�stico. Por ejemplo, es falso que estemos contra la apertura que imponen los tiempos, es falso que estemos contra la inversi�n extranjera. Las reservas a determinadas cl�usulas del Tratado de Libre Comercio han sido claras y precisas, por considerarlas lesivas a las mejores tradiciones de nuestra Patria y a los leg�timos intereses de los sectores populares. Entre tantas observaciones, en las �ltimas semanas se ha revivido la objeci�n a la cl�usula que atropella el sacrosanto amor de los costarricenses por la paz y que tiene dos fechas culminantes en la historia de nuestra democracia: el 1� de diciembre de 1948, cuando abolimos el ej�rcito como instituci�n permanente y el 17 de noviembre de 1983, cuando le declaramos unilateralmente la paz al Mundo entero, con la Proclama de la Neutralidad de Costa Rica en los conflictos b�licos.

Columnista huésped | 11 de Octubre 2006

1 Comentarios

* #723 el 12 de Octubre 2006 a las 06:54 PM Jaime Robert dijo:

Me parece importante el argumento del expresidente Monge de que estar en contra de ciertas cl�usulas del TLC no implica estar en contra de la apertura y el comercio internacional, recurso persuasivo utilizado un d�a y otro tambi�n por La Naci�n S.A. en su campa�a de desprestigio y desautorizaci�n para toda oposici�n a este leonino tratado. Tambi�n hace bien en lamentarse de que se acuse con ep�tetos de comunista y dem�s todo esfuerzo por enfrentar dignamente este tratado; l�stima que que su reflexi�n no alcance el nivel autocr�tico de quien cuando presidente recurri� a estos recursos para enfrentar a quienes adversaban algunas pol�ticas suyas encaminadas a servir de puente facilitador a la agresi�n gringa contra la Nicaragua sandinista, impuls� las pol�ticas de agricultura de cambio, que tanto da�o produjeron a ese sector agr�cola de cuya suerte hoy se preocupa o, m�s recientemente, ya como expresidente, apoyara la candidatura presidencial de Alvarez Desanti, un confeso partidario del TLC.

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