� Encrucijada hist�rica: Nada se arregla, mientras no se arregle todo Luis Alberto Monge Expresidente de la Rep�blica
En las p�ginas editoriales de La Naci�n se hace referencia sesgada (25/10/06) y perversa (27/10/06) a mi participaci�n en el seminario ��Hacia ad�nde va Costa Rica? Sistema pol�tico y escenarios de gobernabilidad democr�tica post-elecciones 2006�. Agradecer� que, al menos, se publiquen las tres proposiciones que hice.
� El acuerdo comercial suscrito con Estados Unidos es inconveniente para Costa Rica. El decoro de la patria y la soberan�a nacional menguan en vez de enaltecerse. Las potestades constitucionales y legales se restringen en lugar de defenderse. La desmilitarizaci�n voluntaria y la neutralidad perpetua quedan en entredicho por el est�mulo al comercio de armamentos. Nuestro r�gimen institucional �ICE, INS, Seguro Social, etc.� se menoscaba y los principios de solidaridad y universalidad se debilitan. La inequidad es evidente pues all� prevalecen las leyes locales sobre el tratado, pero aqu� el tratado imperar�a sobre las leyes nacionales. De llegar a ratificarse, ser�a una camisa de fuerza ideol�gica que impide la libertad de escoger nuestro propio camino al desarrollo.
Creo que se debe retirar la firma de Costa Rica del texto mal negociado y, en el mismo acto, proponer a Estados Unidos la negociaci�n de un acuerdo comercial adecuado a nuestras dos naciones, tal y como Estados Unidos negocia bilateralmente con Colombia, Panam� o el Per� y antes lo hizo con Chile. �Acaso merecemos los costarricenses menos respeto y consideraci�n que los hermanos chilenos, colombianos, paname�os o peruanos?
Ha de ser una negociaci�n de Estado, que tome en cuenta de manera sustantiva y transparente a cada sector afectado. Esa negociaci�n debe reconocer nuestras particularidades en el desarrollo, la civilizaci�n y la cultura, las cuales distinguen a Costa Rica de pa�ses vecinos. La nueva negociaci�n con Estados Unidos debe superar el doloroso desgarramiento que padece el alma nacional con respecto al texto actual y evitar convulsiones sociales y pol�ticas que descarrilen, a�n m�s, nuestro sistema institucional de vida en libertad. El tratado mal negociado no vale una gota de sangre costarricense.
� Urge acordar una visi�n estrat�gica nacional. En este desider�tum coincido con la Comisi�n de Notables que analiz� el convenio comercial de las discordias, la Defensor�a de los Habitantes, las universidades estatales y la Conferencia Episcopal. Se requiere una perspectiva renovada que encarrile a la naci�n por la exitosa v�a costarricense al desarrollo, para adoptar las decisiones fundamentales que posibiliten alcanzar las anheladas metas de desarrollo humano. Los pa�ses con m�s elevadas tasas de crecimiento en el tr�nsito al nuevo siglo tuvieron una agenda de desarrollo; podemos capitalizar las valiosas lecciones de las mejores pr�cticas de Chile, Corea, Finlandia, Irlanda, Malasia, Singapur o Nueva Zelanda.
En este empe�o patri�tico de armonizaci�n, deben participar todos los sectores que integran la naci�n. Los acad�micos, empresarios y dirigentes que hace un a�o suscribimos la Declaraci�n de los 24, sugerimos que las universidades p�blicas pongan en marcha un mecanismo para consensuar una visi�n estrat�gica de pa�s, centrada en el desarrollo de la persona humana. Luego de doce a�os de diagn�stico realizado por el programa Estado de la naci�n, se solicita a las universidades estatales emprender un segundo programa, este de prognosis que forje la agenda para los ciudadanos.
� Costa Rica necesita una nueva Constituci�n Pol�tica. Nuestra sociedad ha cambiado mucho m�s en los 57 a�os anteriores, que en los 78 transcurridos de 1871 a 1949. Hay una transformaci�n planetaria de la cosmovisi�n mecanicista dominante desde el siglo XVII, al nuevo paradigma ecol�gico de la sociedad solidaria. La historia se ha acelerado por la revoluci�n cient�fica, la tecnolog�a de la informaci�n y el proceso de mundializaci�n. Las leyes �la fundamental primero� deben ajustarse a la mutaci�n de los tiempos y de las realidades sociales, asimilar las ense�anzas del quehacer pol�tico y tomar en cuenta la aparici�n de nuevos sectores sociales, problemas, desaf�os y posibilidades.
En 1996 escrib� que las reformas parciales aprobadas o planteadas, terminar�n por convertir la Carta Magna en un pantal�n de pordiosero con remiendos por todo lado. Estamos urgidos de profundas reformas desde su base constitucional, en la estructura y funcionamiento de los Supremos Poderes as� como de todo el aparato administrativo de la naci�n. Es hora de evolucionar del presidencialismo funesto hacia un parlamentarismo moderno, vivificante y m�s democr�tico. Es imperativo ampliar los derechos y deberes ciudadanos, as� como afianzar el Estado social de derecho. Creo que puede integrarse una comisi�n redactora que recoja y sistematice experiencias e ideas para formular un borrador de Constituci�n Pol�tica. Ese texto debe ser analizado, debatido y, en lo posible, consensuado hasta viabilizar la convocatoria de una Asamblea Nacional con unos 30 diputados constituyentes.
Hemos llegado a una de esas encrucijadas hist�ricas en que nada se arregla, mientras no se arregle todo.
Nota de la Redacci�n. Las referencias al discurso del expresidente Monge, en las dos ediciones de La Naci�n que �l cita, no fueron, como dice, sesgadas ni perversas. Son literales, fieles a su pensamiento, y, adem�s, solo representan una muestra. No puede, por ello, haber perversi�n de nuestra parte.
(La Naci�n)
Columnista huésped | 28 de Octubre 2006
3 Comentarios
Gracias Don Luis Alberto por iluminar y con ello quitarle la m�scara a esa mara�a de intereses que se mueven imp�dicos, tras la aprobaci�n del TLC tal y como fuera negociado; con los pies en Costa Rica, pero con el coraz�n en otro lado. Ya que fue decantado, sesgado y obsecuentemente orientado, hacia los intereses de la contraparte. No precisamente la m�s d�bil de la ecuaci�n. Cuando esos medios�imparciales� quieren hacernos ver un un orden y estado habitual de las cosas, sesgado hacia sus intereses, hay que aplicarle t�rminos como los que usted us�. No desmaye.
Luego de leer tres veces el escrito de don Luis Alberto, una se pregunta �qu� tiene que ver esto con la dictadura de Cuba o con el peri�dico Granma? De verdad que se necesita mucha perversidad para buscarle tres pies al gato.
�Hacia d�nde va Costa Rica? Hacia el fondo del abismo. Mi pregunta es �d�nde ha estado CR? Sumida en un profundo sue�o y creyendo en los peces de colores.
El actual presidente, en un programa de desayunos en Radio Universitaria, dijo que el rico ser�a cada vez m�s rico y el pobre cada vez m�s pobre. Que los EE UU no aflojar�an ni un d�lar para aliviar la asimetr�as del TLC pero que no ten�amos m�s remedio que firmar.
Con esos antecedentes �qu� se puede esperar del Presidente?