� Texto de la carta del Premio N�bel de la Paz al Sr. Arias S�nchez, a los diputados y al pueblo de Costa Rica
� El Premio N�bel de la Paz 1980 es Presidente Internacional de la Fundaci�n Servicio, Paz y Justicia (SERPAJ)
Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien
Al dirigirle la presente carta a usted y el pueblo costarricense, como a los parlamentarios, lo hago como hermano latinoamericano que quiere y siente a ese querido pueblo como propio, y tambi�n como colega ya que ambos hemos sido distinguidos con el Premio N�bel de la Paz, reconocimiento que nos fortalece al servicio de nuestros pueblos y el mundo para aportar a los caminos de la solidaridad y fortalecer el derecho de los pueblos a la construcci�n de una humanidad m�s justa y fraterna para todos.
Costa Rica ha dado testimonio de ser un pa�s libre y soberano, defensor de los derechos humanos al disolver el ej�rcito y fortalecer la participaci�n ciudadana; valores que deben ser preservados y fortalecidos.
Sin embargo hay preocupaciones que hacen a la situaci�n de llevar al pa�s a la firma del TLC con los Estados Unidos de Norteam�rica. Tanto usted como los legisladores saben que esos acuerdos de �libre comercio� no tienen absolutamente nada; la dependencia ser� total, como usted bien sabe, las grandes potencias son los que imponen los precios y condicionan la vida y desarrollo de los pueblos.
Es necesario recordar y tener presente los subsidios agr�colas a los productores de los EE UU, la asimetr�a y desigualdad son enormes, el beneficio de unos ser� a costa del hambre y miseria del pueblo costarricense.
Es necesario generar los espacios de participaci�n y comercializaci�n con los EE UU, son importantes y necesarios, pero sin perder la soberan�a y el derecho del pueblo.
La firma del TLC con los EE UU llevar�a a Costa Rica a transformarse en una colonia norteamericana; agregar una estrellita m�s a su bandera.
El fracaso de los EE UU de implantar a nivel continental en el 2005 el TLC, es una muestra clara y contundente que hay pueblos que no claudican que resisten a las fuertes presiones y que tienen el coraje defender sus derechos.
Otros lamentablemente han claudicado e hipotecado la vida de sus pueblos, traicionando su libertad y autonom�a. Han privilegiado el capital financiero, sobre el capital humano y sometido a sus pueblos a la dependencia.
Frente a estos desaf�os cabe preguntarse qu� quiere el pueblo costarricense.
�Si se ha efectuado una consulta al pueblo para que pueda democr�ticamente decidir sobre su presente y su futuro?
Perm�tame decirle Se�or Presidente: estoy seguro que la mayor�a del pueblo de Costa Rica no quiere ser colonia y perder sus derechos soberanos, su identidad y valores.
Estamos frente a grandes desaf�os en nuestros pa�ses y en el mundo. La din�mica y vida de los pueblos es permanente y es necesario buscar los caminos de integraci�n con los pueblos latinoamericanos.
Tener voz propia y posibilidades de crecimiento y desarrollo integral, como son educaci�n, salud, vivienda y trabajo en un Estado libre y soberano, con la vigencia de los derechos humanos desde su integridad en la construcci�n democr�tica.
Los legisladores tienen que tener conciencia y valores para defender esos derechos y no claudicar frente a las presiones y aceptar lo inaceptable. El pueblo les reclamar� por sus actos.
Otro de los temas preocupantes es la creciente militarizaci�n de las fuerzas policiales y la represi�n. Es necesario recordar que la funci�n policial es importante y valiosa en toda sociedad; en sus or�genes se formaron como fuerzas de prevenci�n y seguridad social, acompa�ar a los ciudadanos y ciudadanas en el fortalecimiento y vigencia de los derechos de las personas y el pueblo.
Sr. Presidente tome mis palabras como un aporte solidario de un hermano que desea lo mejor para el pueblo de Costa Rica y cada Pueblo del continente latinoamericano o como preferimos muchos llamar Abya Yala, el �Continente de la tierra fecunda�.
Fraternalmente
Adolfo P�rez Esquivel Premio N�bel de la Paz 1980 Presidente Internacional SERPAJ -AL
Columnista huésped | 26 de Octubre 2006
1 Comentarios
As� habla un Premio Nobel de la Paz, que adem�s ha visto c�mo el neoliberalismo destroz� su pa�s. Nuestro Nobel de la Paz m�s bien apoya una globalizaci�n que crea m�s injusticia y desigualdad. �qui�n lo entiende?