Carta al Presidente de la Rep�blica
9 de octubre del 2006
Se�or Dr. Oscar Arias S�nchez Presidente de la Rep�blica de Costa Rica Casa Presidencial
Estimado se�or Presidente:
Ante el hermoso discurso pronunciado por usted el martes 19 de septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, comparto su preocupaci�n porque “denunciemos el aumento del gasto militar, la carrera armamentista y el comercio de armas como ofensas a la condici�n humana”. Por su investidura como actual presidente de Costa Rica, galardonado con el Premio N�bel de la Paz 1987, como ciudadana costarricense, preocupada por esta patria en que nacimos tanto usted como yo, muy respetuosamente le solicito lo siguiente:
1. El retiro de la Asamblea Legislativa del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de Norte Am�rica, ya que de aprobarse ese instrumento, permitir�a a Costa Rica importar libremente toda clase de armamento de procedencia estadounidense, inclusive de guerra, tal como lo expres� en mi carta al Magisterio Nacional el 18 de agosto del a�o pasado. Por otra parte, ratificarlo, significar�a la entrada de inversionistas estadounidenses de toda �ndole, incluyendo a los representantes de las grandes transnacionales que fabrican armamento de guerra para el pa�s que va a la cabeza en la industria militar. Tambi�n podr�amos ser objeto del inter�s de las empresas que buscan sitios para dejar sus dep�sitos de desechos nucleares y otros t�xicos de la industria actual.
2. La derogatoria del Decreto n.� 33240-S firmado por usted y su Ministra de Salud, publicado en La Gaceta del 23 de agosto de este a�o, en los renglones en que se reglamenta la producci�n de combustible nuclear y armas de todo tipo, entre otros muchos productos. Tal Reglamento es altamente preocupante, puesto que parece preparar el establecimiento en Costa Rica de alguna transnacional dispuesta a esa fabricaci�n. La manipulaci�n de componentes de gran peligrosidad para un pa�s peque�o como es el nuestro, es verdaderamente angustiante. Tal situaci�n me parece la m�s riesgosa que podr�a yo imaginar para Costa Rica.
Se�or Presidente, Premio N�bel de la Paz, no sea usted el que pase a la historia como responsable de que Costa Rica sea arrastrada a perpetuidad al carro militar norteamericano, con lo cual su prestigio internacional y el de Costa Rica, como pa�s que ha renunciado a la guerra, se derrumbar�a totalmente.
De usted con toda consideraci�n,
Hilda Chen Apuy Espinosa
cc: Monse�or Hugo Barrantes, Arzobispo de San Jos� Consejo Episcopal de Costa Rica Monse�or Ignacio Trejos, Obispo Em�rito de San Isidro del General
CARTA ABIERTA AL MAGISTERIO NACIONAL ENVIADA EL A�O ANTERIOR
Tib�s, 18 de agosto del 2005
Estimados compa�eros:
Me dirijo a ustedes, hombres y mujeres costarricenses, dedicados a la ense�anza de nuestros valores c�vicos de paz, democracia y libertad que han caracterizado a Costa Rica, con el prop�sito de compartir con ustedes mi profunda preocupaci�n en este momento de grandes decisiones para nuestro pa�s.
La posible aprobaci�n de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos de Norteam�rica, la superpotencia mundial en el campo militar, presenta interrogantes que nos inquietan.
El Global Trade Watch reprodujo y coment� (16 de mayo de 2003) el discurso que Robert Zoellick, representante de Comercio Exterior de EE. UU. pronunci� en el Institute of International Economies, Washington D.C. el 8 de mayo del 2003:
“� los pa�ses que buscan acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos deben cumplir m�s que criterios econ�micos y de comercio, si pretenden ser elegibles. Como m�nimo, estos pa�ses deben cooperar con los Estados Unidos en su pol�tica exterior y en sus metas de seguridad nacional, como parte de 13 criterios que guiar�n la selecci�n que haga Estados Unidos de sus potenciales socios en acuerdos de libre comercio� Negociar un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos no es algo a lo que uno tenga derecho, es un privilegio”. (Cfr: “Zoellick says FTA candidates must support U.S. foreign policy”, Trade Watch, May 16, 2003).
Las palabras del se�or Zoellick se pueden asociar al Cap�tulo 93 del TLC.
Sistema Armonizado descripci�n abreviada por cap�tulo Condiciones de acceso de los productos de Estados Unidos al mercado costarricense Ejemplos de productos en libre comercio. Cap�tulo 93 Armas y municiones, y sus partes y accesorios Libre comercio, excepto lo siguiente: Desgravaci�n en 10 a�os (lineal): rev�lveres y pistolas, partes, armas blancas, armas de avancarga, armas de caza o tiro deportivo Armas de guerra (excepto rev�lveres, pistolas o armas blancas)
Ante la informaci�n citada, me pregunto: �aprobar el TLC nos compromete a cooperar con los EE. UU. en futuras guerras, como parte de su pol�tica exterior y en sus metas de seguridad nacional? �Tendremos que cooperar entonces, con el env�o de ciudadanos costarricenses (adiestrados oportunamente por los EE. UU.), para sus guerras como hace actualmente El Salvador, con el env�o de tropas pagadas por el gobierno salvadore�o para participar en la guerra en Irak?
En cuanto a la liberaci�n de aranceles para que puedan ingresar armas de guerra y de todo tipo, de procedencia norteamericana, a nuestro territorio nacional, considero que tal art�culo est� en contra de los esfuerzos que el pueblo costarricense ha realizado por muchos a�os para ser un pa�s de paz y de neutralidad permanente en todos los conflictos internacionales. La abolici�n del ej�rcito, consagrada en nuestra Constituci�n ha sido un motivo de reconocimiento internacional y de justificado orgullo para todos los costarricenses �Qu� objeto tiene entonces la libre importaci�n de armas de guerra a que nos obligar�a el TLC?
Muchos otros aspectos (jur�dicos, institucionales, laborales, agrarios, ambientales, propiedad intelectual, recursos naturales, etc.) de este Tratado, imposibles de analizar en esta carta, son tambi�n altamente preocupantes.
�Tenemos derecho nosotros, los costarricenses de hoy a comprometer el futuro de las siguientes generaciones con un Tratado sin l�mite de tiempo?
Con mi amistad y gratitud por la lectura de esta carta,
Hilda Chen Apuy
Columnista huésped | 9 de Octubre 2006
1 Comentarios
Muchas gracias Do�a Hilda, por defender el inter�s de la Patria en voz alta y clara!
Se lo agradeceremos siempre!