Por Claudia Barrionuevo
Esta semana mi sobrino Mat�as cumple cuatro a�os. Sus primas y t�as vemos admiradas como va cambiando. Cada d�a es m�s f�cil dialogar con �l, negociar, llegar a acuerdos. Poco a poco va dejando atr�s los berrinches que lo caracterizaban. Est� aprendiendo a controlar la ira.
Claro, est� madurando.
Aunque algunos dicen que despu�s de cierta edad retornamos a la infancia en muchos aspectos, yo he visto envejecer a muchos y no creo que siempre sea as�. A pesar de que por ley una persona mayor de sesenta y cinco a�os pertenece a la tercera edad, yo no estoy de acuerdo con llamarlos ancianos, ni creo que la mayor�a se comporte como tales.
Todo esto para tratar de entender la furia de nuestro se�or Presidente. En una reciente entrevista publicada por un diario local, don Oscar perdi� los estribos y le espet� m�s de una sentencia ofensiva al periodista que cumpl�a con su labor. Tal vez ten�a sus razones para enojarse.
Posiblemente las preguntas lo irritaron. Pero considerando que ostenta un premio N�bel de la Paz uno esperar�a m�s contenci�n de su parte.
Molesto, aparentemente no s�lo con el periodista si no con gran parte de los ciudadanos, se quej� de la inoperancia e ineficiencia de la Asamblea Legislativa. Seguramente tiene raz�n. Muchos protestamos por lo mismo, pero no tenemos veinticinco representantes respondiendo a nuestro mandato. Recordemos que la mayor�a de los diputados actuales pertenecen al Partido Liberaci�n Nacional. As� que tambi�n est� enojado con sus diputados. Su comentario no los dej� muy bien parados.
La entrevista se realiz� en Colombia, pa�s que lo ha invitado a participar en su pacificaci�n. Si por la v�spera se saca el d�a -si el caballero est� tan furioso- uno teme que se alce con uno de esos berrinches en la mesa de negociaci�n. �Pobres colombianos!
A excepci�n de las fotos tomadas durante su gira por Europa, donde se lo notaba feliz y distendido, en todas las im�genes de su cotidianidad como actual Presidente parece molesto e irritado. Las sonrisas de la campa�a quedaron atr�s. Como si no estuviese contento con el destino que �l mismo se forj�.
En estos primeros cien d�as de gobierno don Oscar se ha enojado y peleado con todos los que ha podido: desde las autoridades de la Iglesia Costarricense a quienes acus� ante el Vaticano, hasta el sector cultura al que ha pretendido despojarlo del CENAC. Ha demostrado ser intolerante, intransigente y sin habilidad para la negociaci�n… Ahora que recuerdo �no eran esos defectos los que �l mismo le se�alaba al candidato de la oposici�n? Hay talibanes y talibanes.
Y es que hasta para enojarse hay que tener gracia.
Ahora que los c�lebres berrinches de Mati van quedando atr�s, seguramente voy a recordar con nostalgia su cara de furia cuando dec�a �toy nojao�, porque el galleguito es tan lindo que hasta eso le luce. A otros no.
(La Rep�blica)
Columnista huésped | 13 de Agosto 2006
1 Comentarios
Est� buen�simo! Yo tambi�n “toy nojao” pero con el gobierno y con el TLC que regala el pa�s